Tarjeta de sonido: todo lo que necesitas saber

Que nuestros ordenadores emitan un sonido de calidad a través de nuestros altavoces o auriculares es algo que hoy en día damos por sentado. Es algo normal en un mundo en el que podemos abarcar con la palma de nuestras manos equipos del tamaño de una loseta, capaces de hacer mucho más que emitir sonidos de forma grácil. Pero hubo un día en el que eso mismo era un lujo dependiente de una pieza de hardware dedicado: la tarjeta de sonido.

Un poco de historia a través del modelo 150 de IBM

Aunque las tarjetas de sonido son anteriores al fragmento de historia que vamos a narraros ahora, lo que conocemos los usuarios de PC como tarjeta de sonido guarda relación con los PC de IBM durante los ochenta. En 1981 vio la luz el IBM PC modelo 150, un equipo que ganó popularidad por su precio con respecto a otros equipos de la época. Este precio admisible para muchos usuarios nacía de la eliminación de varios extras, ente los que se encontraba el sonido. Los PC de IBM en los años ochenta tenían un sonido así:

Ese fue el escenario en el que se encontraron los usuarios de ordenadores IBM a mediados de los años 80, cuando el medio más extendido para la reproducción del sonido era a través del altavoz integrado en la placa (referido como PC speaker o beeper) e interpretado por el procesador. Un proceso costoso en recursos y de resultados cuestionables, a los que otros PC domésticos de la época no tenían que enfrentarse al usar chips de audio dedicados.

Sin embargo, esto no era por la ausencia de productos, ya había tarjetas de sonido para la plataforma por aquel entonces, si no por la falta de soporte en programas de uso general. Esto era especialmente notable en los videojuegos, que sí hacían un uso importante del sonido. Sería a finales de esa misma década (1987-88) cuando se comenzó a dar un soporte más extenso a las tarjetas de sonido; y también fue entonces cuando comenzó su proliferación y posterior desarrollo hasta hoy día.

Qué es una tarjeta de sonido

Así, se le suele llamar tarjeta de sonido a las tarjetas de expansión para nuestro equipo pensadas para tratar las entradas y salidas de audio de este. Esta pieza de hardware dedicado utiliza un conversor de digital-analógico (DAC en inglés) para transformar el código de señales digitales en un elemento audible; generalmente, impulsos eléctricos que puedan reproducir nuestros altavoces, así como la labor inversa con las entradas de audio (por ejemplo, grabar sonidos de un micrófono).

Tarjeta de sonido: todo lo que necesitas saber

Algunas de sus funciones

Las tarjetas de sonido también son las encargadas de proveer de voces y canales de audio a nuestros equipos, que determinan tanto el número de sonidos simultáneos que pueden reproducir (voces), así como la cantidad de salidas a través de las cuales (canales). Las primeras tarjetas de sonido de uso comercial contaban con en torno a nueve voces y un único canal (audio mono), mientras que las tarjetas actuales superan por mucho esa marca y se encuentran en diversas configuraciones en función de su uso.

Con el tiempo, las tarjetas de sonido han ido adquiriendo funcionalidades adicionales para servir a diferentes cometidos, muchos de ellos relacionados con mejorar el sonido durante nuestras sesiones de juego, ya que este siempre ha sido de sus mercados más potentes.

Un ejemplo de esto podría ser el conocido Bass Boost de algunos de estos dispositivos para fortalecer los sonidos de mayor peso, o la virtualización del sonido 5.1 y 7.1 mientras usamos auriculares. Pero también han adquirido funciones más baladíes, como controlar elementos de nuestro equipo tales como los ventiladores, o iluminación sincronizada RGB. Todo depende del público al que van dirigidas.

Diferentes formatos para un mismo dispositivo

Aunque la forma más común en las que se encuentran hoy día es integrada en otros componentes, es importante aclarar que las tarjetas de sonido pueden aparecer en diversos formatos. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en las placas base actuales, que han hecho un fuerte hincapié los últimos años para mejorar sus soluciones de audio. De todos estos formatos, los más extendidos son:

Sonido integrado en componentes del equipo

Aunque siempre han estado presentes como una solución de audio para nuestros equipos, la supremacía de las soluciones integradas comenzó en los años noventa, con la aparición de la especificación AC’97 de Intel. Actualmente, la más extendida es el estándar de audio Intel HD.

Tarjeta de sonido interna

Tarjeta de sonido: todo lo que necesitas saber
Imagen: Flickr, Forrestal_PL.

La protagonista de este artículo. Como tarjetas de expansión que son, suelen conectarse equipos actuales a través del estándar PCIe, pero a lo largo de su existencia las hemos visto pasar por todo tipo de buses y conectores. Al tratarse de una pieza de hardware dedicado es imprescindible el uso de controladores propios para sacar el máximo partido a sus funcionalidades (aunque los SO basados en Linux cuenten con su propio controlador estándar), una característica que comparte con el resto de sus hermanas.

Interfaces de audio

Imagen: Flickr, Nicolás Expósito.

Similares a las tarjetas de sonido, pero muy enfocadas al uso profesional y a la producción, las interfaces de audio son herramientas dedicadas al uso profesional que cuentan suelen contar con mejores capacidades que sus homónimas internas. Suelen conectarse a través de USB de manera externa a nuestros equipos.

Tarjetas de sonido USB

Otro formato muy extendido es el uso de tarjetas de sonido USB. Técnicamente, toda tarjeta de sonido (incluyendo a las interfaces de audio) conectadas a nuestro equipo vía USB entrarían dentro de esta categoría, pero queremos distinguirlas de las soluciones profesionales y delimitarlas en su propio grupo. Suelen tener las mismas funciones que las tarjetas internas de sonido, así como necesitar controladores propios para aprovechar sus funcionalidades, a pesar de hacer uso del conector universal.

Otros formatos

Antes de la estandarización de esta pieza de hardware, era habitual encontrarse con formatos únicos para los diferentes equipos para los que se desarrollaban, aunque en este especial nos hemos centrado en los ordenadores IBM por ser sus tarjetas de sonido las que más relación guardan con las actuales.

Fuller Box, un módulo para darle algo de visa a los sonidos del ZX SpectrumImagen: computerhistory.uk

Para dejar constancia algunos de estos modelos, los ordenadores Sinclair ZX Spectrum sólo contaban con un beeper interno y hacían uso de módulos de hardware completos que integraban altavoces y soluciones de sonido para satisfacer las necesidades de algunos de sus usuarios.

Unas palabras finales

Como podréis comprobar las tarjetas de sonido son una pieza que nos lleva acompañando muchísimos años, tiempo en el que se ha cambiado, adaptado y centrado en diferentes sectores y usuarios. Hoy sólo hemos cubierto la punta del iceberg de lo que suponen actualmente estas tarjetas, centrándonos en su función como catalizadores del consumo de mutimedia, dejando de lado el sector profesional o de la producción, con una evolución mucho más fuerte.

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