Seguramente hayas oído hablar de FurMark, una prueba de estrés para tarjetas gráficas que lleva décadas usándose y, pese a su simplicidad y bajo peso, consigue hacer que una GPU sufra al máximo. Pero, ¿cómo funciona exactamente y cómo podemos instalarlo? Es algo que vamos a repasar en este artículo. ¡Vamos allá!
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La idea de FurMark es, en concreto, la de ser un test de estrés extremo. De esta manera, se puede comprobar el rendimiento y la estabilidad de la tarjeta gráfica, sobre todo este último punto pues podremos saber si tenemos una gráfica preparada para soportar las situaciones más demandantes, y por lo tanto ejecutar todos los juegos sin problemas.
Todo este pelaje se renderiza mediante algoritmos pensados específicamente para estresar los núcleos de la GPU al máximo, que tienen que realizar cálculos vectoriales complejos para conseguir todos y cada uno de los fotogramas que se imprimen en pantalla.
Además, se hace de manera que toda la responsabilidad del renderizado esté en la tarjeta gráfica, y que el procesador sea lo menos necesario posible, a diferencia de un juego normal donde la CPU puede imponer un cuello de botella.
Hay que tener en cuenta que, debido a su naturaleza de funcionamiento, no estamos únicamente ante una prueba de estrés sino también un benchmark. Es decir, que no solo sirve para estresar la gráfica, sino que podemos tomar sus datos de FPS como una referencia para conocer el rendimiento de nuestra GPU.
Concretamente, será el rendimiento en OpenGL, ya que en función de la API gráfica y muchos otros parámetros unas GPU son mejores que otras en aplicaciones concretas. En todo caso, casi nadie lo usa para este propósito pues hay benchmark más interesantes.
El proceso de descarga es muy sencillo, simplemente hay que acceder a la su web oficial (Geeks3D) donde tendremos disponible la última versión del programa, e instalarlo en nuestro equipo. Carece totalmente de adware o cualquier elemento malicioso en el instalador, así que es perfecto.
Se nos mostrará un mensaje de aviso en el que se nos indica que debemos hacer el test bajo nuestra propia responsabilidad ya que puede causar inestabilidades o problemas con la tarjeta gráfica. Esto es cierto, ya que le impone mucho estrés, y puede que no dé la talla para la prueba, pero lo normal es que se apague el equipo o haya un pantallazo azul, simplemente.
También podremos ver la frecuencia a la que trabaja la GPU, algo donde seguramente veremos valores bajos, debido a algún thermal throttling o lo que te vamos a comentar a continuación.
Finalmente, si el programa crashea, no es un indicativo instantáneo de problemas con la GPU, debido a todo el estrés que acarrea, pero aún así no suele crashear si la gráfica está en condiciones normales, y en caso contrario lo hará.
Hay que tener en cuenta que FurMark no siempre sirve para testear la temperatura máxima que puede alcanzar una tarjeta gráfica. Realmente, es algo que depende de cada gráfica concreta, y ni siquiera estamos hablando únicamente de modelos, sino que va en función del chip de GPU con el que estemos haciendo las pruebas.
Es decir, que el programa lo hace bien intentando exprimir la gráfica al máximo, pero acaba haciendo que “salten las alarmas” y la GPU intente mantener sus temperaturas a raya.
Como decimos, esto no solo depende del modelo de gráfica en concreto, pues básicamente todas las GPU de las últimas generaciones usan algoritmos así, pero dependen del chip en particular debido a que puede haber salido mejor o peor parado en overclocking. Decir también que no es algo propio de gráficas más antiguas, por lo que si tu GPU ya tiene unos años entonces seguro que FurMark consigue calentar tu gráfica al máximo.
Entonces, no se puede afirmar que FurMark sea la opción que nos permita llegar a las temperaturas máximas de la GPU, pero quizás sí a los consumos. ¿Por qué? ¿No es esto contradictorio?
Por ello, parece claro que FurMark es de lo mejor para medir el consumo al máximo si tenemos un equipamiento normal. La combinación FurMark y Linpack Xtreme o Prime95 para estrés de CPU suelen ser las más usadas. Aunque tampoco es una elección perfecta, pues estresar tanto el procesador puede reducir el que se puede aplicar sobre la gráfica, al haber menos recursos para que FurMark haga su trabajo.
Aún así, es posible que sea buena idea combinarlo con las alternativas a FurMark que te presentaremos a continuación, pensadas para servir como pruebas de estabilidad mejores en «momentos pico».
Si buscamos llegar a los límites de temperatura u overclocking, ¿qué alternativas nos quedan a FurMark si queremos comprobar la temperatura máxima de una GPU? Lo cierto es que realmente no tenemos por qué buscar un programa alternativo: FurMark nos permite acercarnos a los límites de nuestra gráfica con una gran facilidad, al ser un programa gratuito, poco pesado y fácil de ejecutar.
Unos cuantos ejemplos útiles:
También hay muchos programas basados en FurMark como MSI Kombustor, o suites de testeo completas como es OCCT.
Tenemos que abordar una duda que seguramente tenga mucha gente, y no es fácil de responder. Y es que siendo un test tan severo, que puede llevar a inestabilidades, tiene mucho sentido preguntárselo.
Pase lo que pase, la GPU debería hacer throttling o fallar mucho antes de poder romperse, y hay que tener en cuenta que los VRM pueden estar incluso por encima de 100 grados durante muchas horas sin ningún problema.
FurMark es una de las pruebas de estrés de tarjetas gráficas más importante de la historia. Gracias a su manera de renderizar una figura de un “donut” lleno de pelaje, consigue que la GPU esté realizando cálculos intensos constantemente, con todos sus núcleos trabajando al máximo. De esta forma se consigue el mayor consumo energético y las máximas temperaturas, además de poder comprobar si la gráfica es estable ante situaciones extremas.
Entre sus ventajas, destacamos que es un programa ligero, gratuito y fácil de usar, aunque su forma de estresar la GPU está volviéndose cada vez menos efectiva. Eso se debe a que las GPU están refinando los algoritmos de boost con los que determinan su voltaje y frecuencia. Ante una aplicación tan «agresiva» como FurMark, tenderán a bajar frecuencias y voltajes para mantener unas temperaturas más bajas, así que ya no estaríamos consiguiendo todo lo que la gráfica es capaz de dar.
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Entonces, a día de hoy lo más recomendable para testear la estabilidad de una GPU es probar también con juegos intensivos, no solo con FurMark, ya que los juegos AAA actuales con alta resolución y presets pueden llevar a situaciones de altos picos de estrés, mientras que en FurMark se nos dará el mayor estrés sostenido.
Finalmente, aunque FurMark sea una prueba bastante severa, hay que saber que lo más probable es que no cause grandes problemas con la tarjeta gráfica, y que ver una GPU rota por usar este programa es más bien cosa del pasado. Pero aún así hay que tener mucho cuidado y saber que esta prueba se hace bajo la propia responsabilidad.
¿Usas FurMark para testear la estabilidad de tu gráfica o llevarla a sus límites? ¡Déjanos tus comentarios!