Comparar procesadores Intel y AMD no es un proceso inmediato, ya que las diferencias en la arquitectura interna nos impiden fiarnos de características técnicas como la frecuencia o la memoria caché. En este artículo, analizaremos de qué manera se pueden comparar procesadores de distinta arquitectura y conocer su rendimiento.
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Los procesadores cuentan con una serie de características técnicas que son fáciles de cuantificar y entender. Estas son algunas de ellas:
Por desgracia, estas características no se pueden comparar directamente entre procesadores de distintas compañías. Los procesadores de AMD e Intel comparten muchas cosas, ambos funcionan con el set de instrucciones x86-64, pero internamente están construidos con microarquitecturas totalmente distintas.
Las diferencias en microarquitectura son abismales, y hay dos motivos principales que hacen distinta la comparación:
Cada arquitectura de procesador debe entenderse como un todo, y no nos es posible afirmar que una CPU es mejor que otra en base a sus especificaciones técnicas. Ni siquiera con el número de núcleos o la memoria caché.
En estos momentos, Intel y AMD están en una situación bastante igualada, porque ambas producen CPU excelentes. No obstante, hay diferencias de peso. Por ejemplo, actualmente las CPU Intel de última generación tienen núcleos híbridos, es decir, las CPU tienen un grupo de núcleos muy potentes y otro destinado a la eficiencia energética. En cambio, los núcleos de AMD son iguales.
Hace unos años (antes de 2017), Intel estaba por delante de AMD en la mayoría de los casos. Esto nos lleva a un ejemplo muy bueno de por qué comparar procesadores Intel y AMD no es tan sencillo: AMD tenía el FX-9590, con 8 núcleos y hasta 5GHz de frecuencia, e Intel tenía el i7-4790K, de 4 núcleos y hasta 4.4GHz. La CPU de Intel era claramente superior en rendimiento en cualquier situación, a pesar de que las especificaciones indicaban lo contrario.
Ya hemos visto que no podemos comparar directamente las especificaciones de un procesador Intel y AMD pero, ¿qué ocurre cuando es una CPU de la misma compañía?
En este caso, todo también depende de la arquitectura del procesador. Sin embargo, los procesadores de la misma generación (por ejemplo, AMD Ryzen 7000 o Intel de 12ª generación) suelen usar exactamente la misma arquitectura. En ese caso, la comparación de especificaciones es posible y nos ayuda a entender el rendimiento de cada CPU.
También hay que tener en cuenta que algunas microarquitecturas son muy similares entre sí, ya que simplemente son evoluciones de una arquitectura común. Por ejemplo, las CPU Ryzen son ligeramente comparables porque usan distintas versiones de la arquitectura Zen.
Antes de enseñarte cómo comparar procesadores Intel y AMD de manera efectiva, debemos tener en cuenta que hay dos maneras principales de medir su rendimiento.
Por una parte, tenemos las pruebas de rendimiento mononúcleo. Aquí, estaremos analizando qué capacidades tiene la CPU usando tan solo uno de sus núcleos. Esto es útil porque nos permite saber de forma aproximada si el IPC es bueno, y porque hay aplicaciones que solo aprovechan un núcleo, así que no se verán beneficiadas por el rendimiento multinúcleo.
Análogamente, el rendimiento multinúcleo se testea con varios núcleos de la CPU trabajando en paralelo (generalmente, todos los que tenga el procesador). Es también muy importante, ya que el escalado del rendimiento de 1 a varios núcleos no es el mismo en todos los procesadores.
Es el momento de ver qué métodos tenemos para comparar procesadores Intel y AMD totalmente diferentes. La clave está en el uso de benchmarks.
Un benchmark es una prueba que se realiza en la máxima igualdad de condiciones posible, de forma que siempre que se hace ejecuta exactamente las mismas tareas. Así, se compara una variable como el tiempo de realización para poder clasificar CPU completamente diferentes.
Por supuesto, el problema de los benchmark está en que siempre tienen un sesgo. Aunque normalmente intentan ser lo más equilibrados, que una CPU supere a otra en un benchmark no es garantía automática de que sea mejor. Por eso, debemos comparar varios benchmarks distintos e interpretar los resultados.
¿Y de dónde sacamos los benchmarks? Fácil: de reviews de procesadores como las de nuestra web. Por ejemplo, un ejemplo es la Review del Intel Core i7-12700K. La usaremos de referencia en esta guía.
Ten en cuenta también que hay dos formas de presentar los puntos o resultados de un benchmark: Más es mejor y Menos es mejor. Por ejemplo, si se expresa el tiempo en segundos que tarda en hacer la prueba, querríamos el menor posible. Pero si es una “puntuación”, buscaríamos la máxima siempre.
Los benchmarks sintéticos son pruebas en las que no se realiza ninguna tarea “útil”, sino que están pensadas exclusivamente para comparar CPUs de la manera más equilibrada posible. Lo bueno es que suelen ser muy buenas para hacer comparaciones, pero pueden estar algo desligadas del rendimiento en aplicaciones reales.
En nuestras pruebas, usamos los siguientes:
También tenemos Blender, aunque quizás deberíamos caracterizarlo como prueba de rendimiento real.
Además de las pruebas sintéticas, también podemos utilizar programas reales como si fuesen pruebas de rendimiento. Aquí, corremos dos riesgos:
Estas pruebas son ideales si vas a usar el procesador para ese programa en concreto, y esto incluye los juegos. En Profesional Review, hacemos siempre el renderizado con Blender, de una figura de un robot, para comparar.
Además, tenemos como Benchmark real las pruebas a fondo en juegos, con los FPS Medios en varios juegos actuales.
En base a los resultados de los benchmarks, y con un poco de experiencia, es posible llegar a ser capaz de comparar las características de los procesadores a ojo, especialmente si hablamos de comparar procesadores de la misma familia. Sin embargo, lo más fiable siempre será revisar a fondo los benchmarks.
Ejemplos de benchmark para comparar procesadores y cómo elegir un procesador
Comparar procesadores sería una tarea increíblemente sencilla si simplemente pudiésemos revisar sus especificaciones técnicas, como la frecuencia de reloj, el número de núcleos o la memoria caché.
Sin embargo, esto no se puede hacer cuando estamos ante CPU con microarquitecturas distintas. Por tanto, no podemos comparar directamente procesadores AMD e Intel, y tampoco deberíamos hacerlo con CPU de la misma marca salvo que pertenezcan a la misma generación y arquitectura.
Te recomendamos la lectura de los mejores procesadores del mercado.
Sin embargo, como alternativa para comparar procesadores siempre nos quedan las pruebas de rendimiento o benchmarks, donde hay demasiadas cuestiones que influyen y muchos sesgos, por lo que no son un método infalible, pero sí suficiente para poder estimar qué CPU es mejor. Distinguimos dos tipos de pruebas:
Te recomendamos que aproveches nuestras reviews de los mejores procesadores del mercado para encontrar resultados de benchmark claros y fiables. ¡Esperamos que este artículo te haya resultado de ayuda!