Los chicos de Techspot se han puesto manos a la obra para hacer su mayor sesión de benchmark de tarjetas gráficas, han cogido las nuevas Radeon RX Vega 64 Liquid, Radeon RX Vega 64 y Radeon RX Vega 56 y las han puesto a prueba en un total de 32 juegos junto al resto de las mejores tarjetas del mercado para analizar el avance que ha supuesto la nueva arquitectura gráfica de AMD.
Radeon RX Vega 64 Liquid, Radeon RX Vega 64 y Radeon RX Vega 56 entorno de pruebas
El equipo de pruebas de Techspot ha constado de los siguientes componentes:
- Intel Core i7-7700K
- Asrock Z270 Taichi
- 32GB DDR4-3200 RAM (CL14)
- Samsung SSD 850 Evo 4TB
- Gigabyte Aorus GTX 1080 Ti Xtreme Gaming [11GB]
- MSI GTX 1080 Gaming X [8GB]
- Nvidia GeForce GTX 1080 Founders Edition [8GB]
- MSI GTX 1070 Gaming X [8GB]
- Nvidia GeForce GTX 1070 Founders Edition [8GB]
- MSI GTX 1060 Gaming X+ 9Gbps [6GB]
- AMD Radeon RX Vega 64 Liquid Cooled Edition[8GB]
- AMD Radeon RX Vega 64 [8GB]
- AMD Radeon RX Vega 56 [8GB]
- AMD Radeon Fury X [4GB]
- Gigabyte Aorus RX 580 XTR [8GB]
- Nvidia GeForce Game Ready Driver 384.94 WHQL
- AMD Radeon Software Crimson ReLive Edition 17.8.1
- Windows 10 Pro 64-bit
Las pruebas se han ejecutado en un total de 32 juegos a tres resoluciones diferentes: 1080p, 1440p y 4K. En todos los casos se han medido los FPS medios y mínimos para tener una visión lo más realista posible del desempeño de las diferentes tarjetas. Nosotros os ofrecemos una selección de los juegos más importantes, si queréis ver todas las pruebas podéis hacerlo desde aquí.
Benchmarks y consumo
Pasamos a ver los resultados obtenidos en los juegos más representativos en las tres resoluciones:
En Battlefield 1 vemos como Vega se sitúa justo por debajo de la GeForce GTX 1080 en las tres resoluciones, tan solo la versión Radeon RX Vega 64 Liquid es capaz de superar a la tarjeta de Nvidia para colocarse como la segunda opción más potente solo por debajo de la todopoderosa GeForce GTX 1080 Ti. La Radeon RX Vega 56 es superior a la GeForce GTX 1070 en todos los casos.
En Doom vemos lo bien que le sienta a la arquitectura de AMD la API Vulkan, las dos versiones de la Radeon RX Vega 64 ofrecen un rendimiento muy similar entre ellas y casi calcado al de la GeForce GTX 1080. La diferencia con la tarjeta de Nvidia es tan escasa que dependiendo de la resolución gana una o la otra por un par de frames por lo que lo podemos considerar un empate. Por otra parte la Radeon RX Vega 56 no tiene problemas para dejar atrás a la GeForce GTX 1070.
Pasamos a GTA V y vemos un desastre para AMD Vega, a resolución 1080p incluso la GeForce GTX 1060 es superior a las tres tarjetas de AMD, al subir a 1440p las dos Vega 64 superan a esta pero la Vega 56 sigue por detrás de una tarjeta de Nvidia muy inferior en especificaciones. Solo a resolución 4K la Radeon RX Vega 64 Liquid es capaz de superar a la GeForce GTX 1070.
The Witcher 3 vuelve a poner a Vega en una situación más favorable, en este juego las tres tarjetas de AMD se colocan entre la GeForce GTX 1070 y la GeForce GTX 1080 en las tres resoluciones, un perfecto sandwich que demuestra como sufre Vega ante el Pascal GP104, un chip de gama media muy inferior en especificaciones pero mucho más eficiente por su arquitectura.
Por último damos un vistazo al consumo de energía, la gran asignatura pendiente de AMD Vega:
AMD alardeaba mucho de la eficiencia energética de Vega pero la verdad es que esta es bastante lamentable. La Radeon RX Vega 56 consume más que la GeForce GTX 1080 siendo inferior en prestaciones y las dos Radeon RX Vega 64 consumen más que la GeForce GTX 1080 Ti siendo muy inferiores. Es especialmente llamativo el caso de la Radeon RX Vega 64 Liquid que consume casi 100W más que la tarjeta más potente de Nvidia.
La Radeon RX Vega 56 consume algo menos que la Radeon RX 580 de Gigabyte por lo que si que se ha mejorado algo la eficiencia energética de Polaris, aunque no olvidemos que estamos comparando una tarjeta de referencia con una custom con overclock. En cualquier caso AMD sigue a años luz de Nvidia en eficiencia energética.
Palabras finales y conclusión
Vega llega un año tarde respecto a la gama alta de Nvidia y su entrada en escena difícilmente podía ser peor, la nueva arquitectura gráfica de AMD consume mucha energía, mucha más que las tarjetas de Nvidia contras las que se supone que tiene que luchar. La versión más potente de Vega 64 da un consumo de 485W para todo el equipo y no puede con una GeForce GTX 1080 Ti que se queda en los 391W, un dato demoledor. Este elevado consumo de energía provoca mucho calor que hay que disipar y que se transmite al resto de los componentes, como la placa base a través de las pistas de cobre de la ranura PCI Express. Como vemos el problema de un alto consumo de energía no es solo el económico.
Otro problema al que se enfrenta Vega es su escasa disponibilidad por la escasez de memoria HBM2, una memoria que la ha hecho llegar más tarde al mercado, con menor disponibilidad y unos precios más elevados. Esta moderna memoria está siendo un gran lastre para Vega que ve como no puede luchar con lo mejor de Nvidia pese a contar con unas especificaciones superiores y una memoria mucho más avanzada que en realidad no ha aportado nada nuevo.
Pese a ello Vega puede luchar con la GeForce GTX 1080 y la GeForce GTX 1070 y eso ya es un importante paso adelante, ahora los usuarios disponen de la capacidad de elegir a la hora de comprar una tarjeta gráfica de gama media-alta y eso es algo de agradecer.
