Las 5 claves para elegir una fuente de alimentación como un experto

Una fuente de alimentación para ordenador es una pieza de hardware absolutamente vital. En este artículo, te daremos 5 consejos para que puedas elegir una fuente (también llamada PSU) para tu PC de manera sencilla y efectiva. Así que no lo dudes, y quédate a leer para aprovechar estos consejos.

La fuente de alimentación es el corazón de tu ordenador

Elegir una fuente de alimentación para tu ordenador no es algo inmediato, debido a que se trata de un componente realmente importante para su funcionamiento. Ante un fallo de la fuente de alimentación, el resto del ordenador no podrá funcionar, ya que este componente es el encargado de llevar las demás piezas del PC la energía necesaria. En todos los sentidos, es el corazón del ordenador, una pieza absolutamente vital.

Por eso, debemos evitar elegir una fuente de alimentación cualquiera. Es verdad que no hay que obsesionarse y los expertos a veces pecamos de «exigentes» al elegir una fuente, pero tampoco hay que cometer grandes errores. Recuerda que cualquier fuente puede fallar, pero las de baja calidad podrían «morir matando» y dañar otros componentes de tu ordenador.

Además, una fuente mala supone otros problemas mayores: no soportarán la potencia anunciada y tendrán problemas con GPU potentes, su eficiencia será baja por lo que desperdiciarán mucha energía, no dispondrán de garantía del fabricante, y muchos otros problemas. Así que vamos a ver los 5 consejos clave para elegir tu fuente de alimentación para ordenador.

5 claves para elegir la fuente de alimentación correcta para tu ordenador

Antes de comenzar con estas 5 claves, te recordamos que hay distintos formatos de fuente de alimentación, es decir, distintos tamaños estandarizados, porque no todas las fuentes valen para todas las cajas. En el 99% de los casos, hace falta una fuente con formato ATX. De igual forma, casi todas las fuentes del mercado son ATX, si una no lo es lo verás claramente especificado. Aun así, consulta las especificaciones de la caja que vas a montar para ver si soporta dicho formato. En caso de cajas pequeñas, normalmente el formato soportado es SFX.

Analizar el presupuesto máximo

Ningún consejo para elegir una fuente de alimentación de ordenador tiene sentido si no analizamos el presupuesto máximo que estamos dispuestos a gastar. Establecer un rango de precios es fundamental para tener una selección de fuentes que podemos comprar en las tiendas.

El presupuesto máximo para la fuente es algo que tú puedes decidir en función de lo que quieras gastar en todo el equipo. Si el PC ya está montado, depende del valor que le des al ordenador, pero lo que intentamos transmitirte es que no tienes por qué gastar de más, pero tampoco deberías gastar demasiado poco. Podrías orientarte así:

• Las fuentes de 50-60 euros quedan para ordenadores con tarjetas gráficas básicas (gama media-baja), además de equipos que ya son algo viejos. Por ejemplo, tendría mucho sentido para reemplazar la fuente de un ordenador con varios años.
• En general, entre 70 y 100 euros es el «punto dulce» para ordenadores gaming nuevos con tarjetas gráficas de gama media o media-alta. Si quieres asegurarte de que tendrás una fuente buena y válida para el largo plazo, considera entre 100 y 130 euros.
• Finalmente, las fuentes de más de 130 o 150 euros no son estrictamente necesarias (salvo en PC de gama muy alta), salvo que quieras tener lo mejor de lo mejor.

Insistimos, esto son orientaciones y están pensadas para los «precios normales» de las fuentes. Por ejemplo, frecuentemente se rebajan PSU de 110, 120 o 130 euros a menos de 90. Y, por cierto, esas rebajas suelen ser clave para conseguir una fuente excelente a buen precio.

Potencia, ni mucho ni poco

La potencia es otro dato clave de la fuente de alimentación. Se trata de los vatios o W que la fuente anuncia, y básicamente se refiere a la capacidad máxima que tiene la fuente de alimentar nuestros componentes. A nivel de electricidad, la potencia es una magntiud que mide la energía en un instante determinado, es decir, la energía por unidad de tiempo.

Dicho de otra manera: en cada instante, nuestro ordenador tiene una demanda de energía determinada, que se puede medir con la potencia del PC. La potencia de la fuente es, simplemente, la potencia máxima que puede suministrar al PC.

Es decir, si vemos un electrodoméstico de «500W» normalmente significa que tendrá ese consumo. Pero ver «500W» en una fuente significa que puede dar al equipo hasta 500W, pero consumirá de la red eléctrica solo lo que demande el equipo, no necesariamente 500W.

Una vez explicado esto (si no quedó claro déjanos un comentario abajo), hay que tener clara la importancia de elegir la potencia correcta según nuestros componentes, especialmente según nuestra CPU y tarjeta gráfica, que son las piezas que más consumen. Usar una fuente de alimentación con demasiada potencia para nuestro ordenador no es «dañino», simplemente puede ser un malgasto de dinero o puede suponer elegir una fuente de peor calidad solo porque tiene más potencia, y esto es un grave error. A la vez, una fuente con poca potencia puede hacer que el PC se apague de repente cuando estamos jugando o haciendo alguna carga pesada.

Para lograr el equilibrio y elegir la fuente adecuada, hay varias vías. En este caso, nos vamos a ceñir a las dos más sencillas, que a la vez no son las que más gustan a los expertos, pero son una buena orientación:

• Hacer caso a las recomendaciones del fabricante de la tarjeta gráfica. En las especificaciones de la gráfica suele incluirse una «potencia recomendada para el sistema». Por ejemplo, NVIDIA recomienda 750W para la RTX 3080 y 3080 Ti, por lo que esa potencia es suficiente. Esta recomendación incluye el resto de componentes del PC, pero si tenemos una CPU muy potente quizás sea bueno subir un poco, a 850W.
• La otra «opción fácil» es usar una calculadora de fuente de alimentación. Estas han sido muy criticadas, y con razón, pero hay una que sobresale por ser más o menos precisa. Se trata de la calculadora de be quiet!, que te recomendamos probar.

El certificado 80 Plus no es sagrado

Antes de explicar este punto, sigamos definiendo conceptos básicos. Antes comentamos que la fuente de alimentación consume de la red eléctrica «la potencia que demande el ordenador», es decir, que si el PC necesita 150W la fuente consumirá 150W, y da igual si es una fuente de 500W, 750W, 1000W… Bien, no es exactamente cierto.

La parte de que la potencia da igual es cierta. Lo que no es cierto es que consuma exactamente lo que pida el PC. En realidad, la PSU consume de la red eléctrica un poco más de lo que pide el ordenador. El motivo es que, al pasar todos los procesos internos para transformar y convertir la energía, hay pérdidas energéticas en el interior de la fuente, sobre todo en forma de calor. Así, surge el concepto de eficiencia:

La eficiencia de una PSU es el % de la energía consumida que realmente consume el equipo.

La eficiencia de la fuente se calcula como potencia salida / potencia entrada. Es decir, potencia que va al PC entre potencia que se consume de la pared. Insistimos, la potencia de salida SOLO depende del ordenador, lo que diferencia a una fuente de otra es cómo de mayor es la potencia de entrada.

¿Y por qué hemos explicado todo esto? Pues porque el famoso certificado 80 Plus se usa, precisamente, para certificar el nivel de eficiencia de una PSU. Mucha gente piensa que es un «certificado de calidad», de forma que (por ejemplo) una fuente Gold es mejor que una Bronze, pero no tiene por qué ser así en absoluto.

Es importante no caer en la tentación de elegir una fuente solo por su certificado 80 Plus. Es cierto que hay que mejorar la calidad de algunos componentes para tener más eficiencia y un mejor 80 Plus, pero recalcamos: algunos componentes, no todos.

Evita fuentes de alimentación fraudulentas, protege tu ordenador

Una fuente de alimentación es uno de los componentes para los que es más difícil demostrar su calidad. Para que en una review se demuestre que una fuente de calidad hacen falta dos cosas:

• Conocer su calidad interna, para lo que no solo hace falta ver sus entrañas sino también tener conocimientos específicos.
• Medir su rendimiento eléctrico, para ello hace falta un equipamiento que cuesta miles de euros.

Estas dos cualidades brillan por su ausencia en la mayoría de webs. Por ejemplo, nosotros hacemos lo primero, pero no tenemos lo segundo (aunque usamos los datos de Cybenetics, pero eso ya es otra historia).

Entonces, esto ha favorecido la aparición de determinadas marcas que venden fuentes de alimentación de especificaciones fraudulentas. Durante unos años, camparon a sus anchas vendiendo productos de pésima calidad, simplemente porque es muy difícil de comprobar. Pero ahora veréis los foros plagados de gente destacando su pésima calidad y sus engaños a los consumidores.

¿Cómo saber si una marca es fraudulenta? Por una parte, lo que acabamos de comentar: verás los foros plagados de críticas, ojo, críticas fundamentadas, con una justificación de la baja calidad. Simplemente las opiniones del estilo «a mí me ha fallado» (o al contrario, «a mí me va bien») no son válidas, porque en este mundo de la electrónica todo puede pasar (una fuente mala puede durar años y una fuente buena puede fallar rápido, a veces pasa).

Por otra parte, sospecha si se cumple alguno de estos puntos:

• La potencia es muy alta para el precio. Hay excepciones, pero normalmente esto lo hacen las marcas malas para engañar.
• No tiene certificado 80 Plus, sino un clon falso como «85 Plus» o «90 Plus», eso no existe.
• El fabricante no proporciona su propio período de garantía. Todas las fuentes buenas tienen 3, 5, 7, 10 o más años de garantía, del propio fabricante. Luego está la garantía de la tienda, que va por ley.

Dentro de las marcas reconocidas, ¿deberías tener prioridades?

Además que hay ciertas marcas fraudulentas, también hay marcas reconocidas que casi siempre (a veces no) producen fuentes de alimentación de calidad. Enumeremos algunas:

Pues bien, ante semejante cantidad de marcas… ¿Cuáles hay que priorizar? Aquí entra en juego el fenómeno de los «fanboys»: mucha gente prioriza una marca específica y van directamente a comprar una fuente de dicha marca, ignorando las demás.

A ver, como decimos, las marcas reconocidas también tienen fuentes malas (véase el caso de Gigabyte, aunque ya se solucionó). Y es cierto que algunas suelen acertar más que otras, esto nos indica dos cosas:

• No debemos fiarnos de la marca al 100%, hay que encontrar información que valide que ese modelo concreto es bueno.
• A la vez, si priorizamos una marca reconocida, a lo mejor nos perdemos una buena oferta en otra marca, lo cual sería absurdo.

Por tanto, evalúa de la forma más correcta posible tus prioridades a la hora de elegir una fuente de alimentación de ordenador.

Te recomendamos la lectura de las mejores fuentes de alimentación del mercado.

En nuestra guía de mejores fuentes no solo encontrarás una gran selección de modelos, sino también consejos mucho más detallados para elegir la tuya.

Esperamos que te hayan gustado estos 5 consejos para elegir tu fuente de alimentación para tu ordenador, y sobre todo que hayas aprendido algo nuevo sobre hardware. Nos hemos dejado bastantes detalles en el tintero, pero puedes ampliar la información con la guía de fuentes. También estaremos encantados de responder a tus comentarios y dudas.