Para seguir siendo líder en el mercado de procesadores, Intel ha anunciado el inicio de la construcción de dos nuevas fábricas de procesadores. Estas dos plantas se empezarán a construir en breve y se instalarán en Arizona, Estados Unidos.
Intel inicia la construcción de dos fábricas de procesadores basados en nodos de última generación en Arizona
Antes de la pandemia Intel tuvo serios problemas para satisfacer la demanda de procesadores. La compañía tuvo que solicitar a TSMC la fabricación de algunos procesadores Pentium y Celeron. Dichos problemas venían dados, entre otros, por la conversión de varias plantas al nodo de 10nm, que se ha retrasado muchísimo.
Dentro de la estrategia IDM 2.0, la compañía quiere mejorar su capacidad de fabricación de procesadores. Intel es consciente que la demanda de procesadores a nivel mundial está aumentando. Además, la compañía quiere fabricar chips para terceros, por lo cual, es necesario tener capacidad de producción suficiente. Por esto mismo han iniciado la construcción de dos nuevas fábricas para la producción de chips de vanguardia.
Estas nuevas plantas de producción se sitúan en el campus de Ocotillo en Chandler, Arizona. Dichas nuevas fábricas respaldarán los requisitos de expansión de los productos de la compañía y así podrían satisfacer la demanda de chips de sus clientes de fundición.
Pat Gelsinger, Director Ejecutivo de Intel, se unirá a líderes gubernamentales y comunitarios el próximo 24 de septiembre, para la ceremonia de inauguración. Hablamos de un proyecto de 20.000 millones de dólares, que reforzará su posición de liderazgo de semiconductores en Estados Unidos.
Las nuevas fábricas de Intel estarían pensadas para los nodos futuros y es que estás plantas suelen tardar un par de años, al menos, en estar construidas y operativas. Por lo tanto, es previsible que se construyan para los futuros nodos de 7nm y 5nm.
Fuertes inversiones para evitar los problemas del pasado
Intel está trabajando para corregir los problemas del pasado y evitar problemas en el futuro. Uno de los grandes cambios ha sido dejar de lado la estructura de procesadores monolítica. Se pasará a un sistema de núcleos híbrido conectados por EMIB para simplificar el proceso de fabricación.
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Además de los procesadores, Intel está trabajando en el desarrollo de sus propias tarjetas gráficas. Esto supone un aumento en la cantidad de chips que son necesarios fabricar, así que se requiere un aumento en la capacidad de fabricación. La compañía es consciente de esto y está trabajando en evitar tener problemas de fabricación en un futuro.
Entre los planes de la compañía está la fabricación de chips para terceros, por lo que es necesario mejorar la capacidad de producción. De ahí que vayan a construir dos nuevas fábricas para nodos de vanguardia. Según las informaciones, uno de los clientes confirmados para los próximos nodos de Intel es Qualcomm, quien ya habría reservado cierta parte de la producción de chips. De ahí la necesidad de la construcción de las dos nuevas plantas de fabricación de chips.
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