Durante la primera mitad de año hemos visto una gran escasez de componentes en el mercado que han inflado los precios. AMD también lo ha sufrido, no tanto en los procesadores Ryzen como si en las tarjetas gráficas Radeon. Según las primeras estimaciones, se espera que las cuentas de AMD muestren que en el segundo trimestre de 2021 la compañía haya alcanzado un margen beneficio bruto del 47%.
AMD podría haber conseguido en el segundo trimestre de 2021, un margen de beneficio del 47%
El pasado mes de abril AMD publico los datos del primer trimestre de 2021, con importantes aumentos en ingresos. Concretamente la compañía reporto unos ingresos de 3.445 millones de dólares, que es un incremento del 93% con respecto al primer trimestre de 2020, donde ingreso 1.786 millones de dólares. Si se compara con el cuarto trimestre de 2020, la compañía consigo aumentar sus ingresos un 6%, ya que en ese periodo ingreso 3.244 millones de dólares. Los ingresos netos fueron de 555 millones de dólares, un 243% más con respecto al mismo periodo del pasado año, donde se registraron unos ingresos de 162 millones de dólares.
Para el segundo trimestre de 2021, AMD espera unos ingresos de aproximadamente de 3.600 millones de dólares. Se espera también un aumento de los ingresos netos en torno a los 1.000 millones de dólares y un margen bruto de hasta el 47%.
Gracias a la arquitectura AMD Ryzen en procesadores y la arquitectura AMD RDNA en GPU, la compañía ha conseguido mejorar los ingresos y la rentabilidad. Hemos visto como la compañía en estos últimos años ha pasado de estar por debajo del 40% en el margen bruto a estar muy por encima del 40%. Es más, en el primer trimestre el margen bruto fue del 46%, para el segundo trimestre se espera el 47% y para finales de año se estima un margen bruto del 48%.
Mejorar el margen bruto significa inherentemente que la compañía tiene más capacidad de inversión en investigación e innovación. Lejos queda ya el momento crítico que paso la compañía hace algo más de cinco años que la obligo a apostarlo todo a un diseño. AMD puso prácticamente todos sus recursos en desarrollar los procesadores Ryzen en detrimento de las GPU Radeon. Hoy es imposible cuestionar esta decisión, pero en su momento fue jugárselo a todo o nada, por suerte, la cosa salió bien.
Meses difíciles debido a la pandemia y la elevada demanda
AMD cerro el 2020 con importantes problemas de stock en procesadores y tarjetas gráficas, pero también en SoC para las consolas de Sony y Microsoft. TSMC se encontraba en una situación complicada, ya que por más que quería, era incapaz de satisfacer las demandas de AMD. Esto obligo a AMD a tomar una decisión: que productos tenían prioridad y cuáles podían sacrificar. La decisión estaba clara, los chips para Microsoft y Sony eran una prioridad y decidió también apostar por su gama de procesadores.
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Pese a que el stock de consolas aún no es todo lo bueno que querrían Sony y Microsoft, vemos como más o menos es accesible adquirir una. También vemos que es fácil adquirir los procesadores Ryzen 5000 a un precio incluso menor al indicado por AMD en su lanzamiento. No sucede lo mismo con las APU Ryzen 5000, que llevan un gran retraso y encontrar en el mercado tarjetas gráficas AMD Radeon 6000 puede ser algo complejo. Es más, la gama baja de las Radeon 6000, que tenía que haber salido en el segundo trimestre, aún no está en el mercado.
Nuevamente AMD se ha visto obligada a sacrificar segmentos para potenciar otros. Este es el caso del mercado de SoC para ordenadores portátiles, que se ha priorizado frente al segmento de las APU de sobremesa. Un movimiento seguro que muy bien estudiado y planteado, compitiendo con Intel cara a cara, ofreciendo soluciones con una gran relación calidad/precio.
¿Qué opinas de los ingresos de AMD para el segundo trimestre de 2021?
