Durante muchos años las configuraciones RAID 0 fueron bastante populares y muy extendidas dentro del mundo gaming. Con la evolución de las tecnologías de almacenamiento este tipo de configuraciones han ido perdiendo protagonismo. Aquí te explicaremos en qué cosiste una RAID 0 y por qué ya apenas tiene sentido en portátiles.
Que es una RAID 0
El RAID 0 es un tipo de agrupación de discos duros como si fueran una única unidad y donde la información se almacena de manera alterna en cada una de las unidades de almacenamiento. Lo que permite este tipo de configuración es aumentar exponencialmente las velocidades de lectura y escritura. Normalmente es la suma e las velocidades de las unidades menos un 10-15%.
Problemas de la configuración RAID 0
La configuración RAID 0 presenta dos problemas importantes a tener en cuenta:
- Capacidad: Es imprescindible que todos los discos duros tengan la misma capacidad. De no ser así, todos los discos duros pasarán a tener la capacidad de la unidad más pequeña. Si tenemos un disco duro de 1TB y otro de 500GB, la capacidad total de la RAID 0 sera de 1TB, no de 1.5TB
- Corrupción de los datos: Las configuraciones RAID 0 carecen de redundancia, o lo que es lo mismo, la información no es igual en ambas unidades. La información se escribe de manera alterna entre las dos unidades, así que si una de las dos se daña, toda la información se perderá irremediablemente.
Usos de una configuración RAID 0
Actualmente este tipo de configuraciones han ido perdiendo presencia en favor de configuraciones RAID 10, 01, 100 y otras configuraciones donde hay paridad de datos. Pero las configuraciones RAID 0 tuvieron gran popularidad hace años, cuando únicamente teníamos en el mercado discos duros mecánicos.
Sobre todo con la llegada de los HDD SATA y su acomode de precio, antes de la llegada de los SSD, los usuarios optaban por instalar varias unidades en RAID 0 para su sistema. Esto lo que permitía era mejorar mucho las velocidades de lectura y de escritura, sobre todo para el gaming.
Los HDD tenían y tienen el problema que son muy lentos debido a que tienen partes móviles, mientras que los SSD son mucho más rápidos al carecer de partes móviles. Un HDD puede ser entre 4 a 6 veces más lento que un SSD, de ahí que hace como una década fuera tan importante la configuración RAID 0.
Tipos de SSD
Actualmente podemos encontrar dos grandes tipos de unidades SSD, como son los de formato SATA de 2.5″ y los de formato M.2 NVMe (no vamos a entrar en SSD PCIe y similares). La ventaja de los SSD frente a los discos duros es que al carecer de partes móviles, permiten utilizar la mayoría velocidad del bus de comunicación.
Podemos encontrar estas tres variedades de unidades
- SSD SATA suele ofrecer unas velocidades de lectura de 500-550MB/s y unas velocidades de escritura de 450-500MB/s
- SATA M.2 NVMe PCIe 3.0 suelen ofrecer velocidades de lectura y escritura entre 3000-3500MB/s
- SSD M.2 NVMe PCIe 4.0 pueden ofrecer velocidades de lectura y escritura entre 5000-7000MB/s
Comparado con los HDD, que ofrecen entre 80-150MB/s de lectura y escritura, vemos que la diferencia es enorme.
Cuidado con los conectores de los SSD M.2
Muchos usuarios no se suelen fijar, pero no todos los SSD M.2 del mercado son NVMe, también hay unidades SATA con este formato. Las unidades M.2 SATA se identifican en el nombre y en el diseño del conector. Se puede ver fácilmente, ya que los M.2 SATA tienen dos espacios en el conector y los M.2 NVMe tienen solo un espacio.
Los M.2 SATA tienen más o menos las mismas velocidades que los SSD SATA, aunque se monten en el socket M.2.
Problemas que nos podemos encontrar con una RAID 0 de M.2 NVMe PCIe en portátiles
Hemos visto un poco a grandes rasgos los problemas que pueden presentar las configuraciones RAID 0, pero hay otros problemas. Las unidades M.2 NVMe PCIe presentan un problema bastante importante que se puede acrecentar en equipos portátiles y más en configuraciones RAID 0.
Los M.2 NVMe PCIe tienen un problema denominado Thermal Throttling. Explicado de manera sencilla es que el rendimiento de la unidad M.2 NVMe PCIe cae drásticamente cuando se da una temperatura muy elevada. Dicho mecanismo es intrínseco en todos los componentes basados en semiconductores para protegerlos de daños.
El Thermal Thorttling es un problema importante en los ordenadores de sobremesa, donde hay más espacio y hay más circulación de aire. Dentro de un portátil y encima en una configuración RAID 0 de dos unidades M.2 NVMe PCIe el problema se podría volver las grave. El espacio es más reducido, hay otros componentes que generan calor y la circulación de aire puede ser pobre. Factores que podrían provocar que la temperatura de estas dos unidades suba y su rendimiento termine bajando.
Vale la pena una RAID 0 en notebooks
La cantidad de portátiles con dos espacios para unidades SATA o bien unidades M.2 NVMe son bastante escasos en el mercado. Se empiezan a ver portátiles gaming con dos espacios para unidades M.2 NVMe, pero crear una configuración RAID 0 para gaming no tiene mucho sentido. En cuanto a unidades SATA, podría llegar a tener un cierto interés al poder «duplicar» las velocidades de lectura y escritura.
Primeramente no vale la pena una configuración RAID 0 de M.2 NVMe porque realmente no llegaremos a notar la diferencia de rendimiento. Tampoco es una opción interesante a nivel de temperaturas, ya que podríamos tener bastantes problemas de Thremal Throttling. Debemos también tener en cuenta el riesgo que supone usar una configuración RAID 0, ya que no existe redundancia de datos y si una unidad se corrompe, se perderán todos los datos.
Te recomendamos esta comparativa de rendimiento de RAID 0 bajo diferentes tipos de SSD M.2
Todos estos factores nos llevan a concluir que usar una configuración RAID 0 no es muy interesante en equipos portátiles, si hablamos de gaming. Para portátiles profesionales, destinados a la edición de fotografía y vídeo, puede tener un cierto sentido, ya que se manejan archivos pesados.