No, no hemos perdido la cabeza: es posible reparar una tarjeta gráfica metiéndola al horno. Es una práctica que da sus resultados, así que te enseñamos cómo puedes hacerlo.
Dentro de todas las soluciones que podéis encontrar, meter vuestra tarjeta gráfica en el horno puede ser la mejor. Esto tiene una explicación, y es que parece que las GPUs se queman con el paso del tiempo, lo que nos empuja a comprar una nueva. Sin embargo, es posible que todavía tenga solución.
Índice de contenidos
Reparar la tarjeta gráfica usando un horno, ¿cómo se hace?
Después de utilizar nuestra tarjeta de vídeo durante 5-10 años, puede que se produzcan quemaduras, lo que causa daños en las soldaduras. Existe la posibilidad de que rompáis vuestra GPU con esta práctica, dejándola inutilizada para siempre.
Recordaros que esta solución sirve para aquellos casos en los que la tarjeta gráfica deja de funcionar porque «ha petado» o «se ha quemado». De lo contrario, existen más soluciones para reparar la tarjeta gráfica.
No obstante, os vamos a enseñar cómo se repara una tarjeta de vídeo mediante este procedimiento, el cual se denomina Reflow.
Gracias al aviso de Roberto de hardwaresfera, se nos olvidó comentar que tenéis que usar este método en un horno que no uséis para la comida ya que este proceso puede dejar metales y partículas que pueden ser tóxicas. No es un método que aconsejamos, evidentemente, pero si tenéis un horno que no usáis y queréis probar, es una manera de hacerlo.
Comprueba que esté en garantía
Todo este procedimiento carece de sentido, si nuestra tarjeta gráfica goza de garantía. En dicho caso, os instamos a que contactéis con el fabricante para tramitar la garantía y conseguir una reparación, o una explicación de lo que le pasa a la GPU.
Como detalle, aquellos/as que hayáis comprado un PC montado, puede que os llevéis la sorpresa de tener una garantía reducida. De esta manera, la garantía del sistema es la misma que la de los componentes que hay en su interior, lo que es una faena.
Igualmente, comprobad el estado de la garantía antes de hacer nada.
Desmontar la tarjeta gráfica
Lo primero que hay que hacer es desmontar nuestra tarjeta gráfica de la placa base. Solo necesitaréis un destornillador de estrella pequeño. Os damos dos consejos principales:
- Manejad con cuidado la pestaña de la ranura PCIe, no tenéis que hacer mucha fuerza para sacarla. Si la rompéis, puede ser una faena.
- Revisad las conexiones PCIe de la fuente y los tornillos de la celda PCIe de la caja PC. Más de uno/a ha pegado tirones intentando sacar la GPU cuando ésta se encontraba anclada.
Cuando la hayáis sacado de la caja, tenemos que quitarle todas las piezas para dejar únicamente la PCB.
Quitar las piezas de la GPU
Nuestro consejo es que busquéis una guía sobre el montaje/desmontaje de vuestro modelo, ya que tenemos que quitar varias piezas. De forma genérica, podemos recomendaros esto:
- La carcasa suele ir cogida por pestañas que se agarran al disipador. Aquí, tendréis que hacer un poco de fuerza/presión para sacarla.
- Hay que quitar todos los tornillos que veamos para poder quitar el disipador.
- Cuando lo hayamos quitado, nos quedará desmontar la pieza metálica que va hacia el exterior, la cual contiene los puertos.
- Con la GPU desnuda, cogeremos alcohol isopropílico y lo pondremos en un paño microfibra, por ejemplo. Lo pasaremos por el chip central para limpiar la pasta térmica, ¡no debe quedar nada!
Preparar el horno
Tenemos que precalentar el horno a 195 ºC, siendo ideal que éste se configure para dar calor por arriba y por abajo. Igualmente, una temperatura más baja puede ser suficiente, pero con 195 ºC nos aseguramos.
La idea es someter a la PCB de la tarjeta gráfica a altas temperaturas para que las soldaduras se derritan, lo que corregirá algún punto que se ha dañado.
Por último, es recomendable que limpiéis bien la ventana del horno para ir visualizando si las soldaduras se derriten. Si todo va bien, entre 5 a 10 minutos serán suficientes para ello.
Reparar la tarjeta gráfica metiéndola al horno
No meteremos la PCB de la GPU al horno directamente, sino que haremos uso de una bandeja y de papel de aluminio. Haced lo siguiente:
- Colocad una base de papel de aluminio en la bandeja.
- Haced 4 bolas de papel de aluminio (formando 4 pilares) poned la GPU encima de ellas. Ésta debe estar en una posición más alta que la bandeja.
- No mováis la tarjeta gráfica durante el proceso. Es recomendable abrir el horno unas 5-10 veces para ir ventilándolo.
- No utilicéis ventiladores para enfriar nada, solo tenéis que esperar entre 5 y 10 minutos.
Probar la tarjeta gráfica
Sacamos la tarjeta gráfica del horno y llega el momento de probarla. Podéis probarla con disipador o sin disipador, pero si lo hacéis de la última manera no podéis pasar de los 30 segundos con el PC encendido. Dicho esto, esperad un poco de tiempo desde que la sacáis del horno hasta que la probáis.
Por otro lado, tenéis la opción de montar el disipador y los ventiladores de nuevo para probarla. Lo malo sería que no funcionase, lo que os obligará a quitarlo todo para repetir el proceso.
Aquí, solo nos interesa saber si da imagen, no vamos a hacer más pruebas que esa.
Puesta a punto
Si habéis logrado solucionar el problema, nos alegramos mucho por vosotros. Sin embargo, hay que ponerla a punto, ¿cómo? De la siguiente manera:
- Aplicar pasta térmica nueva en el chip e instalar el disipador.
- Instalar los ventiladores correctamente. Para apretarlos correctamente, os recomendamos que sigáis este orden.
- Monitorizar temperaturas. Cuando tengáis todo instalado otra vez, conectarla a la placa base y monitorizar las temperaturas para ver que está bien refrigerada.
Esperamos que os haya sido de ayuda esta información. Si tenéis alguna duda, comentad abajo para que os ayudemos.
Echad un vistazo a cuánto dura una tarjeta gráfica.
Te recomendamos las mejores tarjetas gráficas del mercado
¿Habéis solucionado el problema con este tutorial? ¿Qué experiencias tenéis?