Todos los que hayan tenido Internet desde hace 10 años o más sabrán de buena mano la increíble evolución que han sufrido las conexiones especialmente en velocidad. Pero para el mundo gamer, los Mbps no lo son todo, incluso el ping y la latencia importa en los juegos mucho más, sobre todo en disparos en primera persona.
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Por eso vamos a contaros qué es esto de la latencia y el ping de la conexión y cómo aprender a mirar los milisegundos que tenemos con el servidor al que estamos conectados para jugar. Os dejamos también algunos consejos para intentar mejorar esta latencia y así tener una experiencia lo más competitiva posible.
Qué es el ping y la latencia de tu conexión
El parámetro que normalmente medimos en una conexión a Internet es el ancho de banda, el cual se mide en Mbps (Megabits por segundo). Este nos marca la capacidad de cargar o descargar datos de Internet por unidad de tiempo, así que mientras mayor sea, pues más volumen de datos seremos capaces de obtener.
¿Para qué queremos saber esto? Pues imagina que, en lugar de descargar datos, lo que queremos es ver un streaming o una serie en directo y para colmo en alta definición. Obviamente el ancho de banda marcará en gran medida la calidad a la que podrás ver ese contenido, pero puede ocurrir que experimentes cortes, saltos del vídeo o retraso en la imagen. Todo esto se debe a la latencia de la conexión.
La latencia se mide en milisegundos (1 ms = 0,001 s) y es el tiempo que transcurre entre que nuestro PC pide la información al servidor, este la envía y nosotros la recibimos. En definitiva, el tiempo que tardamos en recibir la información que hemos solicitado. Mientras mayor sea nuestra latencia más tiempo tardará en llegar la señal de vídeo a nosotros, si es muy elevada, el retraso será tan grande que experimentaremos cortes y saltos en el vídeo.
En conexiones malas la latencia suele ser inestable, y en consecuencia los retrasos se van sumando poco a poco a la señal hasta que el servidor decida reconectar con nosotros para actualizar el buffer de datos en tiempo real. Para verificar el efecto de la latencia, probemos a refrescar la retransmisión tras un largo período viéndola sin cortes, quizás ahora se haya producido un pequeño salto temporal y el transmisor vaya unos segundos adelantado a nosotros. Comprobaremos así, que realmente lo que vemos no es completamente en vivo, sino que llega unos milisegundos tarde.
Para medir la latencia tenemos el ping, un comando disponible en los sistemas operativos que nos arroja un resultado en ms de nuestra latencia. Para ello este comando se conecta al servidor que nosotros especifiquemos mediante su URL o dirección IP y mide el tiempo de ida y vuelta de la petición efectuada. El ping también lo miden otras funciones online como los típicos test de velocidad, aunque en este caso no tendremos control para elegir el servidor contra que el hacemos ping.
Cómo notamos una latencia en juegos
El ping y la latencia tienen especial importancia en los videojuegos online. Aquí no solamente nos sentamos cómodamente en nuestra silla para ver un vídeo, sino que además tenemos que interactuar con él. Entenderéis por tanto que con una latencia alta se convertirá en todo un problema responder ante nuestros enemigos de forma efectiva, sobre todo en juegos en primera persona.
Los seres humanos por lo general ya notamos cierto retardo en latencias superiores a los 50 ms, que ciertamente es muy baja. Por lo que, si nuestra conexión tiene 90 o 100 ms se hace prácticamente imposible jugar de forma fluida, respondiendo con mucho retraso a eventos del juego. Lo óptimo siempre sería jugar en una intranet, y es por ello que los eventos y competiciones e-sports se realizan en recintos presencialmente con gruesas LAN. De lo contrario, los usuarios que tuvieran una mejor latencia tendrían una enorme ventaja frente a otros.
Notaremos claramente que la latencia de nuestra conexión es elevada cuando los competidores a nuestro alrededor desaparecen mágicamente y vuelven a aparecen en una ubicación distinta a la que estaban. Esto se produce por el retardo con la que llega a señal a nosotros, o bien el retardo que tiene nuestro competidor, ya que no solo puede ser culpa nuestra, sino también de ellos. Esto es verdaderamente molesto en juegos de conducción y FPS ya que la velocidad de reacción es crítica en ellos.
Otro escenario en donde claramente se deja notar un mal ping es en las videollamadas o chats online, en donde la imagen se congelará cada cierto tiempo, así como el audio. Experimentaremos saltos de imagen y nos perderemos palabras o frases que nuestro interlocutor nos diga.
Cómo medir la latencia de nuestra conexión
La forma genérica de medir el ping y la latencia de nuestra conexión es utilizando el comando que tenemos implementado en el propio sistema. Lo normal en este caso es que estemos bajo el sistema Windows, así que realizaremos el proceso para este sistema operativo.
No tiene complicación alguna, y para ello debemos utilizar, bien Símbolo del sistema (CMD) o el terminal PowerShell. Así que lo primero que debemos hacer es entrar en el menú inicio y escribir “CMD”.
Nos aparecerá como resultado de la búsqueda el terminal de comandos, que debemos iniciar de forma normal sin necesidad de permisos de administrador. Otra forma de acceder a ella será con la combinación “Windows + R” y escribimos CMD.
Una vez dentro, el comando que debemos ejecutar será de la siguiente forma:
ping <ip o url del servidor>
Si por ejemplo ejecutamos un ping a profesionalreview.com sería de la siguiente forma:
ping profesionalreview.com
El comando por defecto realizará cuatro pruebas y calculará la media de nuestra conexión a ese punto de prueba. La información que vemos será la siguiente:
- Dirección IP: si colocamos una URL, el comando automáticamente nos arrojará la dirección IP externa de dicho servidor.
- Bytes: el volumen de datos enviados en la petición
- TTL: tiempo de vida de los paquetes enviados al destino. Si sobrepasa el TTL sin una respuesta, se considerará como perdido el paquete.
Todavía podremos hacer algunas cosas más con este comando, así que lo mejor será informarnos accediendo a su ayuda:
ping /?
Por ejemplo, podríamos hacer un ping de forma ininterrumpida para evaluar mejor la estabilidad de nuestra conexión hasta que nosotros decidamos con:
ping -t profesionalreview.com
Veis que con más samples realizados la media del ping varía, al encontrar algunos valores más elevados o variables.
Medir latencia en los juegos
Claro que aquí estamos para medir el ping y la latencia de nuestra conexión con respecto al juego que estemos utilizando, y para ello tenemos otro método bastante útil mediante el Monitor de recursos.
De esta forma no solamente sabremos la latencia, del servidor en cuestión, sino también de todas las conexiones que se hayan establecido para el juego, la dirección IP y los protocolos que se están utilizando. Todo ello de forma gráfica, así que no tiene pérdida, además necesitaríamos una forma de conocer la IP del servidor contra el que nos hemos conectado para efectuar un posible ping.
El procedimiento comienza accediendo al monitor de recursos, y la forma más sencilla de hacerlo es utilizando nuevamente el menú inicio y el buscador de Windows. No debemos confundir esta herramienta con el Administrador de tareas y su monitor de rendimiento, ya que son dos cosas distintas, aunque ciertamente enlazadas.
Así que nos iremos al inicio y colocaremos el nombre: monitor de recursos. Inmediatamente nos aparecerá el resultado de búsqueda en el inicio y accederemos a la función.
Para aquellos que no dispongan de Windows 10, encontrarán el monitor de recursos en inicio > herramientas administrativas > monitor de recursos. Otra forma opcional de acceder al monitor de recursos es entrando en el Administrador de tareas con “Ctrl + Mayus + Esc”. Nos vamos hasta la pestaña de rendimiento y abajo del todo nos aparece el enlace que buscamos.
Pues bien, en cualquiera de los casos ya estamos en disposición de medir la latencia en un juego habiendo abierto la herramienta. Nos debemos dirigir hasta el apartado de red, en donde se monitorizan todas las conexiones y actividad relacionadas con nuestra tarjeta de red.
No debemos olvidar que el juego debe estar abierto para que las conexiones establecidas se reflejen aquí. Normalmente los juegos online disponen de varios servidores repartidos por el mundo o en una región, y este se conectará al que ofrezca mejor latencia respecto a los demás. A excepción, claro, de que queramos jugar en una determinada zona y el juego nos permita conectarnos a uno de terminado. Por descontado, se supone que el mejor servidor será el que esté más cerca de nosotros o en nuestro continente.
Dicho esto, debemos buscar en la lista de procesos con actividad de red el relativo al juego. En nuestro caso será el correspondiente a Doom, así que pulsamos sobre él activando la pestaña.
A continuación, desplegaremos las dos pestañas inmediatamente inferiores a la primera, a saber, actividad de red y conexiones TCP.
En este primer apartado encontraremos filtradas según el proceso seleccionado todas las conexiones que el juego ha establecido en la red. Se nos mostrará la dirección IP o URL del servidor en cuestión y el tráfico de la red en tiempo real.
Pero el apartado que realmente nos interesa es el siguiente, en el cual vemos todas las conexiones TCP efectuadas por el juego. Con el mismo ID asignado que en el caso anterior, tendremos ahora datos sobre nuestra dirección IP local, la IP remota a la que estamos conectados, los puertos local y remoto de uso y como no, la latencia.
Este valor de latencia se actualiza cada muy poco tiempo para darnos un valor en tiempo real prácticamente, lo ideal es que esté entre los 0 (imposible) y los 45 milisegundos. Un valor de entre 50 y 70 ms será suficiente para tener una experiencia aceptable, aunque no es un buen valor para juegos de carreras o acción en primera persona. Si estamos por encima de los 90 ms podemos considerar muy alta nuestra latencia, y empezarán los problemas con saltos, imagen congelada y perdidas de voz en chats.
Cómo mejorar la latencia juegos de la conexión
La latencia es una medida complicada de mejorar por métodos sencillos como por ejemplo ocurre en la optimización de un PC. Esto se debe a que intervienen factores como nuestra localización geográfica, el tipo de conexión que tenemos y la infraestructura de la red. Poco podemos hacer ante estos hechos sino contratar otro proveedor que mejore nuestra situación.
Tengamos en cuenta que el ping y la latencia importa en los juegos mucho más que el ancho de banda. Con unos 10 a 40 Mbps de conexión no tendremos demasiados problemas para jugar siempre que la latencia sea buena. Esto se debe a que la actividad de red en un juego se basa en cargar y descargar instrucciones y parámetros de movimiento de los personajes, y no tanto recursos gráficos al nosotros tener el juego y su motor gráfico instalado en nuestro propio equipo. Claro que mientras más jugadores haya en la partida, más ancho de banda se requerirá.
En caso de que estemos jugando sobre plataformas de juegos como GeForce Now o Google Stadia, sí que necesitamos tanto una buena latencia como elevado ancho de banda. Esto se debe a que toda la imagen que da el juego debe ser descargada desde el servidor, que en definitiva es el que tiene el juego ejecutándose. Diríamos que es como un escritorio remoto pero solo para jugar.
Aquí van algunos consejos para tratar de mejorar el ping y la latencia de vuestra conexión:
- No utilices la Wi-Fi para jugar: a pesar de que actualmente tenemos muy buenas conexiones Wi-Fi, la conexión cableada Ethernet siempre ofrece una mejor latencia tanto si estamos cerca como lejos del router. Si tenemos Wi-Fi 6 y poca congestión en nuestra zona, sí que podríamos usarla sin problemas.
- Cierra aplicaciones en segundo plano de tu equipo que utilicen la red: todo lo prescindible debe ser eliminado, esta es la máxima de todo PC optimizado para juegos y en red es lo mismo. Si tenemos por ejemplo un navegador abierto, un programa P2P o algún chat de redes sociales, estarán consumiendo ancho de banda y dividiendo la capacidad de tu red.
- Tener el equipo actualizado y libre de virus: gran cantidad de virus provocan un mal funcionamiento de la red consumiendo todos sus recursos, así que debemos realizar análisis periódicos para eliminar posibles amenazas.
- No usar VPN para jugar: a menos que estas sean de pago y tengan un servidor cerca de nuestra zona geográfica. Las redes VPN aportan seguridad y anonimato, pero la encriptación de los datos y el hecho de conectarnos contra un servidor remoto aumentan el camino que deben recorrer los datos del juego, subiendo muchísimo la latencia.
- Usar un router gaming: el apodo gaming también existe para los router, lo que normalmente es sinónimo de que tienen funciones para optimizar nuestra red con un QoS adaptativo para juegos o selección de servidores para juegos compatible como el Game Radar de Asus. Al menos, asegurarnos de tener un router de buena calidad, aunque no sea gaming ya que el que tienen los proveedores casi no sirve para nada.
- Si es posible tener fibra, mucho mejor: es fácil decirlo, pero muchos lugares del mundo no tienen fibra, y es el mejor medio de transmisión por tener las mejores latencias de cualquier medio.
- Reiniciar PC y router: en caso de que la conexión vaya especialmente mal, podríamos intentar reiniciar el router para ver si limpia su buffer de conexiones y mejora la latencia. Lo mismo podríamos hacer con el PC. Otra buena práctica sería reiniciar el juego por si tenía algún bug.
- Es bueno tener PC y router actualizados: gradualmente los routers actualizan su firmware para corregir ciertos errores que pueden estar relacionados con el rendimiento. Además, las actualizaciones de tu equipo y los drivers de la tarjeta gráfica también serán parte fundamental del rendimiento final, así que mejor actualízalos.
- En anchos de banda muy justos, reduce la calidad gráfica a la que juegas: esto también es una norma no escrita para obtener la máxima ventaja competitiva si tu conexión es de mala calidad. Al menos con una baja resolución la información enviada y recibida será inferior, y si además el hardware de tu equipo va un poco justo, disminuirás la latencia que se genera en tu propio sistema.
- Si nos puedes mejorar tu latencia, prueba con otro suministrador de Internet: este es el último recurso, y antes deberíamos de haber comprobado que ninguno de nuestros juegos va bien con nuestra conexión. Si tenemos más opciones, merece la pena pedir información a otros ISP y ver si mejoran lo que tenemos a un precio similar.
La brecha que genere la latencia en nuestra conexión resulta del todo insalvable, lo mejor será conformarnos con jugar en modo campaña y disfrutar de la experiencia de una buena historia. Poco más se puede hacer, y en consola tendremos aún más poco margen de mejora al ser un sistema con pocas opciones de personalización.
Conclusiones sobre la latencia en juegos
Tener una latencia por debajo de los 40 ms significará gozar de una buena experiencia de juego online, aunque a nivel e-sport una menor latencia nos podría dar una ventaja.
A esto siempre debemos sumarle el contar con un equipo que mueva bien el juego, con buena tarjeta gráfica y un monitor de 120 Hz o superior para juegos de disparos en primera persona. La latencia que genera nuestro propio equipo también debe ser tenida en cuenta y andamos ya justos con la conexión, aunque esta suele añadir poco más de 10 o 20 ms en el peor de los casos.
Os dejamos con algunos tutoriales interesantes sobre optimización de PC para juegos:
Esperamos que te haya servido para conocer un poco mejor cómo influye el ping y la latencia en los juegos. Si necesitas más ayuda, déjanos un comentario para tratar de ayudarte.