Intel mostró en una presentación para el mercado de Asia-Pacífico su visión de lo que es el rendimiento en CPUs en el mundo real. Las diapositivas dedicadas a las CPUs de escritorio no supusieron preciasmente una comparación razonable con su rival AMD, al intentar demostrar su superioridad en relación calidad-precio comparando procesadores muy distintos. Vamos a ver con más detalle lo que han hecho.
Intel intenta demostrar que su relación calidad-precio es superior a la de AMD mediante comparativas desbalanceadas
Pues bien, la gran controversia se sitúa en la elección de CPUs que hace Intel para tratar de demostrar que sus procesadores de 10ª generación tienen más relación calidad-precio para gaming que las CPUs Ryzen 3000XT de AMD.
Básicamente, lo que hacen es tomar el AMD Ryzen 9 3900XT y compararlo con un Intel Core i7-10700K. Esto no tiene ningún sentido debido a que esas CPUs se mueven en segmentos totalmente distintos, teniendo en cuenta que el 3900XT tiene 12 núcleos y 24 hilos y el 10700K cuenta con 8 núcleos y 16 hilos.
La elección del 3900XT permite a Intel decir que tienen una mejor relación calidad-precio, pues el 10700K es muchísimo más barato que el 3900XT (115$ de diferencia), olvidando de manera interesada el hecho de que esta última CPU tiene semejante diferencia de precio debido a los 4 núcleos adicionales que incluye, que naturalmente no serán aprovechados por la mayoría de juegos.
Si hubiesen querido hacer una comparación más justa, podrían haber optado por hacer la comparación con el Ryzen 7 3800XT, que vale algo más que el 10700K. Esta seguiría siendo ligeramente parcial puesto que supondría olvidar la existencia del 3700X, casi 100 euros más barato que el 3800XT y muy similar en rendimiento. Pero en todo caso tendría mucho sentido hacerla y no cabría ninguna queja pues la serie de procesadores XT no es más que una respuesta de AMD a la 10ª generación de Intel.
Una comparativa como la que proponemos seguramente serviría para mostrar resultados similares a los que arroja la tendenciosa comparativa entre el 3900XT y el 10700K, es decir, mostraría que Intel puede llegar con sus CPUs a niveles superiores de FPS en juegos, pero como la diferencia en precio no sería tan grande ya no podrían alardear tanto de su relación calidad-precio.
Si realmente quisieran hacer una comparativa con el 3900XT, la elección más razonable sería seguramente el i9-10900K, de 10 núcleos y 20 hilos, pero es bastante más caro por lo que en su afirmación «Better price, Better performance» solo quedaría lo segundo.
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[irp]Es normal que las compañías intenten poner las cosas de su favor cuando hacen una comparativa con productos de la competencia, y lo hacen todas (tanto Intel, como NVIDIA, como AMD). Sin embargo, cuando se llega a comparaciones tan injustas, se consigue un efecto contrario al deseado.
Y es que estas diapositivas llevan a pensar que Intel no cuenta con una manera justa de decir que sus CPUs cuentan con mejor relación calidad-precio, y que AMD gana en este aspecto.
Mi opinión personal es que esto es así, y es el motivo principal de las altas cuotas de mercado de AMD en tiendas: mientras Intel ofrece el mejor rendimiento posible para juegos, AMD tiene opciones que destacan por su mayor relación calidad-precio que permiten a los usuarios invertir en otros componentes como mejores GPUs. Este es básicamente el análisis que hago a la situación que a día de hoy se da entre los procesadores Ryzen 3000 y los Intel de 10ª generación. ¿Estáis de acuerdo con esta reflexión? ¿Creéis que la comparación hecha por Intel ha sido razonable? Os invitamos a opinar en los comentarios.