Los drones llegaron para quedarse y muchas empresas están buscando nuevas maneras de aprovechar esta tecnología. Un ejemplo es la emoción de las mariposas, creada por la compañía de Alemania Festo, que agrupa a un conjunto de pequeños drones que son capaces de navegar en el interior sin colisionar con el otro. Además de la sorprendente aparición de estos mini robots, que son muy similares a las mariposas, la tecnología puede ayudar en el desarrollo de vehículos inteligentes que no chocan, por ejemplo.
Para volar en armonía, las «mariposas» dependen de una tecnología llamada eMotionSphere, que utiliza un conjunto de diez cámaras para identificar la posición de los drones hasta 160 veces por segundo. Estos datos son transmitidos luego a un servidor central, que calcula las rutas de cada una de ellas individualmente para evitar que eclosionan.
Cada cámara está programada para centrarse en al menos dos aviones teledirigidos y, más allá de ellos, el servidor también puede contar con la información de dos LEDs infrarrojos instalados en cada aeronave, que sirven para identificar su orientación.
Por lo tanto, otra de las ventajas de este concepto es que el producto final es fácil y rápido de montar. Todos los componentes necesarios están contenidos en el giro de la aeronave. Las alas baten hasta dos veces por segundo y la velocidad máxima es de hasta 2,5 metros por segundo. El tiempo total de vuelo de cada robot es hasta 4 minutos y después de este período necesitan 15 minutos para recargar las baterías.
El proyecto es una prueba de concepto de eMotionSphere, y no hay planes para que pueda ser comercializado. El objetivo a largo plazo de Festo es demostrar que su sistema podría utilizarse para coordinar los drones más grandes y más especializados, que serían utilizados para tareas logísticas en las industrias. El proyecto también puede ser una inspiración para evitar accidentes de varios vehículos, tales como accidentes tan comunes, por ejemplo. Sería una revolución de la tecnología.
