Navegar de forma segura por la red es una de las principales preocupaciones de los usuarios de Internet que tienen cierto conocimiento de cómo funciona este mundo. Por ello existe una gran cantidad de compañías especializadas en darnos servicios VPN, normalmente de pago, para generar conexiones cifradas para el acceso a Internet acceso de todo tipo de usuarios.
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También existen soluciones gratuitas como Opera VPN, este creador es el único que ofrece un navegador con servicio VPN integrado de fábrica. Si bien es cierto que otros navegadores como Chrome, Firefox o el propio Opera soportan extensiones VPN externas, el implementarlo ya de serie brinda una ventaja obvia al ser gratuito y accesible para todos y en todas las plataformas en donde opere este navegador web.
Por eso hemos querido hacer un pequeño artículo analizando el servicio ofrecido, si es realmente una VPN o un Proxy, qué podemos hacer con él y cómo afectará al ancho de banda.
Que es una VPN
Antes de empezar conviene definir de forma rápida y escueta qué es una VPN y qué podemos hacer con ella sobe el papel, así podremos evaluar más objetivamente Opera VPN para saber clasificarla correctamente.
VPN significa Virtual Private Network o en español, Red Privada Virtual. Podemos definirla como una extensión segura de una red de área local o LAN a los dominios de una red WAN, como es en este caso Internet o también la red Tor. Con una VPN podemos interconectar distintos nodos como servidores y ordenadores sobre una red privada de tipo LAN pero que estén separados geográficamente.
Se realiza mediante túneles de comunicación (tunneling) que transportan los datos encriptados mediante protocolos como Open VPN, L2TP, IKEv2, entre otros. Un servidor nos entrega una dirección IP privada distinta a la que nos da nuestro router para que virtualmente parezca que estemos conectado a Internet desde el país en donde se encuentra el servidor. Éste puede ser nuestro propio router si es compatible con el servicio, o servidores de compañías que suministran la función.
Con una VPN podríamos obtener beneficios como:
- Navegar con encriptación extra en la conexión desde cualquier lugar incluso en redes WiFi públicas
- Acceder a contenido geobloqueado en nuestro país y consumir contenido disponible en abierto en otros países
- Descargar torrent y en general P2P de una forma más segura
Pensemos que en muchos países como China existen verdaderas trabas para acceder a ciertos sitios como Facebook, Twitter, Google Play o incluso Whatsapp. Con una VPN podremos evitar este bloqueo.
Opera VPN: la VPN integrada en el navegador
Pues esto es lo que a priori nos permitirá hacer Opera VPN, siendo un servicio integrado en el propio navegador de la compañía, que funcionará como si de una extensión se tratase. Además, es completamente gratuito al igual que el navegador en sí, por lo que podremos probarlo y experimentar su funcionamiento sin pagar un solo euro.
Claro que al estar integrado solamente en este navegador tendremos ciertas limitaciones. La primera y más obvia es la de poder utilizar servicio de VPN solamente con este navegador, ya que solamente es compatible con las conexiones que el navegador lleve a cabo, y no las de otras aplicaciones.
Debemos entender que en un PC hay multitud de aplicaciones que acceden a Internet, por ejemplo, el propio sistema operativo para actualizarse, aplicaciones de torrent, juegos y otros navegadores. Para que todos ellos sin excepción puedan conectarse a través de una VPN necesitaríamos una aplicación instalada sobre el sistema o la propia configuración de Windows.
Entonces ¿para qué podremos utilizar Open VPN? Pues para los dos primeros puntos citados anteriormente, o sea, navegar con encriptación (ya veremos si es así) y acceder a contenido geobloqueado. Los dos principales para la mayoría de usuarios.
Instalación de Opera VPN
Empecemos ya con la parte práctica, como no instalando el navegador Opera. Para ello accederemos al sitio web oficial y lo descargaremos de forma gratuita. Nosotros utilizaremos la versión de Windows 10.
Ajustaremos las opciones deseamos en el instalador y sin más procederemos a la instalación. Desde el minuto cero de uso, la pantalla principal ya nos estará dando la bienvenida, y como adivinareis una de las opciones a instalar y configurar será la VPN.
Podemos pulsar sobre el icono de VPN para obtener más información acerca del servicio o directamente instalarlo como haremos nosotros. Desde aquí no vamos a poder activar el VPN, solamente nos aporta información sobre el servicio.
Pero antes de nada conviene añadir la excepción del navegador Opera al cortafuegos de Windows, así que activamos las casillas de redes públicas y privadas y aceptamos. Esto necesitaremos hacer para que el navegador acceda a Internet.
Para ello pulsaremos sobre los tres puntos ubicados en la esquina inferior izquierda para acceder al menú de configuración. Sí, justamente al contrario que el resto de navegadores, para liar al personal. Desde el menú que se despliega podremos acceder al apartado de “Configuración”.
Luego, tan solo tendremos que desplazarnos por las opciones hasta encontrar el apartado de “VPN” situado en la sección de “Avanzado” más debajo de “Privacidad y seguridad”. Solamente debemos pulsar el interruptor para activar o desactivar el servicio. Inmediatamente en la parte izquierda de la barra de direcciones del navegador aparecerá el icono de “VPN” activo indicando que navegamos por una VPN.
En el siguiente apartado veremos qué posibilidades de conexión tenemos y otras opciones de esta función.
Opciones y configuración de Opera VPN
Ya hemos activado el servicio de VPN, ahora es turno de ver las opciones que nos da y las diferencias con los servicios de pago que bridan compañías especializadas.
Para acceder a las opciones de Opera VPN pulsamos sobre el icono de “VPN” comentado y desplegaremos toda la información disponible, la cual será bien poca. Desde aquí ya podemos activar o desactivar la conexión VPN sin necesidad de entrar de nuevo en las opciones de configuración.
Justo abajo tenemos un indicador que va sumando todo el volumen de datos que vamos consumiendo con la VPN activada. En este caso el servicio es gratuito y además tenemos datos totalmente ilimitados, por lo que podremos utilizarla 24/7 y sin límite alguno. Esta será una ventaja respecto a los servicio VPN gratuitos genéricos, ya que todos suelen estar limitados de alguna forma.
La última opción es la más interesante y de hecho la única que tenemos disponible. Desde luego que en este sentido no se han complicado la vida demasiado. Será la de seleccionar el modo o forma de conexión que deseemos, la ubicación virtual.
Cuando nos conectamos a una VPN, el servidor que hay al otro lado es el que nos da la dirección IP, la cual además aparece en la esquina inferior derecha del cuadro. En este caso tendremos la opción de conectarnos en una ubicación óptima, la cual será elegida por el propio navegador para obtener el mejor ancho de banda y mejor rendimiento. O podremos elegir nosotros la ubicación del servidor, pudiendo ser de Europa, América o Asia. En ningún caso se ofrece la ubicación concreta del servidor, siendo una desventaja del servicio respecto a otro VPN.
Entonces entendemos que, si estamos en España y queremos ver contenido geobloqueado y disponible en américa, pues nos conectaremos a América. Si estamos en china, lo más normal será conectarnos a Europa o América. Esto es fácil de entender, pero nos gustaría poder elegir nosotros mismos el servidor como se hace en las VPN generales.
De hecho, es relativamente fácil saber dónde está situado el servidor al que nos hemos conectado. Para ello solo tenemos que abrir uno de los muchos sitios que nos localizan “cuál es mi IP pública”. Incluso si nos metemos en otras compañías de VPN como GyberGhost o NordVPN, nos informarán de nuestra IP, localización y nos dirán que estamos expuestos. Claro, obviamente quieren que contratemos su servicio, nunca nos dirán que estamos seguros.
Curiosamente solo funciona bien con el servidor de EE.UU, ya que no concreta la localización en Europa, y en Asia directamente nos dice que estamos conectados en Europa. Con esto dejamos claro que los servicios de identificación de IP suelen fallar bastante cuando navegamos sobre proxy o VPN, así que no son 100% fiables.
Si optamos por Opera Android, iOS, Mac o Linux, las opciones y configuración serán exactamente las mismas.
VPN vs Proxy ¿Qué es realmente Opera VPN?
En este punto es importante saber diferenciar el servicio que da una VPN del que da un proxy, ya que son dos conceptos distintos.
Un proxy es un servidor que se coloca entre nuestro ordenador y el destino al que vamos a acceder. En un proxy la conexión y el cifrado no cambia, ni añade protección extra. Solamente enmascara la dirección IP y varia la localización para poder acceder a contenido bloqueado por nuestro operador. Las conexiones en un proxy suelen ser lentas, y no sirven para streaming ni para jugar.
De hecho, Opera VPN no se puede clasificar ni como un servicio VPN como tal ni como un proxy, o así lo dice directamente el creador. Se trata de una VPN integrada solamente en su navegador, que se conectará a los servidores proxy seguros de la red de Opera. Para ello utiliza SSL y TLSv1.3, si bien es cierto que son protocolos en los que se basa por ejemplo OpenVPN, no tenemos al presencia de este o similar en ningún lado.
Esto implica que la conexión no irá con la misma encriptación que la que ofrecería un servicio real de VPN. A su vez, la posibilidad de navegar virtualmente desde otro lugar geográfica nos da la posibilidad de desbloquear contenido web extranjero.
Con esto podemos resumir que es un proxy SSL, ya que los protocolos sobre los que opera Opera VPN no son distintos a una navegación segura desde cualquier navegador con la posibilidad de ubicarnos virtualmente en otro lugar. Pero no es una VPN como tal porque no proporciona un túnel con el cifrado propio de una red privada virtual, de hecho no habrá túnel como tal, y esto es importante tenerlo en cuenta.
Cómo afecta al rendimiento la VPN
Tras haber catalogado Opera VPN como un híbrido entre proxy y VPN, es turno de ver cómo afectará este servicio activo en nuestro ancho de banda y latencia de la conexión. Esto determinará si realmente merece la pena su uso, o por el contrario es mejor tirar de servicios VPN reales gratuitos con limitación o VPN de pago.
Como solo tenemos 4 opciones de conexión, vamos a realizar 4 test de velocidad y latencia y comprarlos con la capacidad real de la conexión.
Podemos ver que la conexión en la que se ha probado cuenta con 41 Mbps de bajada y entre 6 y 7 Mbps de subida. La conexión que mejor va de las cuatro es la del servidor europeo como es lógico, de hecho parece que la subida está dando unos resultados bastante buenos. Por el contrario las conexiones que peor van los las más alejadas, especialmente la de Asia con solo 11 Mbps en descarga, aunque América tiene una subida ridículamente mala.
En cuanto a la latencia, sin duda la mejor es la de nuestra conexión normal, mientras que solo con el servidor de Europa sube más de un 85%. Esto hace que consumir contenido en vivo de otros países sea prácticamente imposible con estas latencias, especialmente en contenido HD. Se puede intentar, pero no alberguéis muchas esperanzas.
Por supuesto todos estos datos, especialmente los de bajada y subida, empeorarán más sustancialmente mientras más ancho de banda tengamos en nuestro contrato.
Conclusiones ¿Merece la pena?
Ahora llega el momento de ver si Opera VPN merece o no la pena con todo lo que hemos visto. Y para empezar, el hecho de ser un Proxy SSL le resta muchos enteros al servicio, ya que nuestra conexión no irá tan bien cifrada como los túneles reales de VPN. Más bien es como un proxy, sin mucho mas que añadir.
Las opciones de configuración son más bien escasas, solamente podemos conectarnos a tres ubicaciones y ni sabemos donde está el servidor. A esto le sumamos un aumento de latencia que en el mejor de los casos será el 86% superior a nuestra conexión nativa. Estaríamos en problemas viendo contenido en vivo, pero si añadimos descensos notables de ancho de banda lo tendríamos muy crudo.
En cambio servicios VPN gratuitos como Windscribe proporcionarán muchas más opciones, posibilidad de elegir el servidor y de añadir más funciones. En ellos tendremos normalmente un ancho de banda limitado, cierto es, pero para uso eventual en streaming o navegación continua iremos más que sobrados. Y sobre decir que la encriptación será la propia de una VPN, con enmascarado de IP y anonimato.
Así que bajo nuestra opinión no merece la pena utilizar Opera VPN salvo que queráis un servicio de Proxy para navegar cómodamente por el extranjero sin complicarnos la vida. Si pensáis usarla más continuamente, para trabajar, ver contenido o demás, lo mejor será un VPN gratuito con opción de pago.
Os dejamos ahora con más tutoriales acerca de servicios VPN interesantes:
¿Qué te parece a ti Opera VPN, lo usarás? ¿Conoces algún otro servicio similar gratuito o de pago que merezca la pena?