Aparentemente las pantallas táctiles en los ordenadores portátiles no han tenido todo el éxito que se esperaba de ellas. Con la llegada de Windows 8 se pensaba que serían ampliamente aceptadas fusionando la experiencia de uso de los portátiles con las tabletas.
A día de hoy ante la poca popularidad de los notebooks con pantallas táctiles muchos fabricantes han decidido dejar de utilizarlas en sus dispositivos y las van a montar únicamente sobre tabletas, equipos convertibles 2 en 1 y algunos Ultrabooks/Ultrathins. Un cambio motivado muy probablemente por el alto coste de dichas pantallas táctiles, con su supresión debería de ser más fácil lanzar al mercado equipos más económicos. Queda por ver si la futura llegada de Windows 10 vuelve a dar una segunda oportunidad a los notebook con pantalla táctil.