Los procesadores Intel Core de octava generación, más conocidos como Coffee Lake, están teniendo escasez en el mercado debido a la limitada capacidad de producción de Intel con su nodo a 14 nm.
Intel quiere asegurar la disponibilidad de Whiskey Lake, Coffee Lake se ve perjudicado
Tom’s Hardware ha señalado que los procesadores i5-8400, i5-8600K e i7-8700K empiezan a escasear en el mercado, lo que provocará que las tiendas suban los precios hasta venderlos por encima del recomendado por Intel. El citado medio también señala que esta escasez no se debe a una fuerte demanda de estos chips, sino a que Intel está dividiendo su capacidad de producción para asegurar la disponibilidad de la novena generación.
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Una posible explicación para estas carencias podría ser que Intel asigne volúmenes del mismo nodo de 14 nm ++ para sus próximos procesadores Core de novena generación, que debutarán con tres modelos de forma inicial i5-9600K, i7-9700K e i9-9900K. Intel probablemente quiera lanzar los tres chips a precios competitivos, para lo cual necesita asegurarse volúmenes de producción lo suficientemente buenos para asegurar su disponibilidad en el momento del lanzamiento, y ganar la temporada de Navidad de 2018, reparando así su competitividad dañada por la segunda generación de Ryzen de AMD en los últimos dos trimestres.
Los nuevos procesadores Intel Core i5-9600K, i7-9700K e i9-9900K pertenecen a la familia Whiskey Lake, serán compatibles con las actuales placa base serie 300 y supondrán la llegada de los primeros procesadores de Intel de ocho núcleos físicos para la gama mainstream, algo que hace solo dos años era impensable. Todo ello ha sido propiciado por la fuerte competencia que está haciendo AMD con sus modelos Ryzen, basados en una arquitectura Zen que está siendo de lo más exitosa.
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