El Apple Watch se ha convertido en uno de los dispositivos más completos y funcionales dentro del ecosistema de Apple. Sin embargo, como cualquier gadget, con el paso del tiempo puede mostrar signos de desgaste o quedarse atrás frente a las nuevas actualizaciones y funciones que ofrecen los modelos más recientes. Aunque sigue siendo útil para muchas tareas del día a día, hay momentos en los que su rendimiento deja entrever que ya no está a la altura de lo que se necesita en estos precisos momentos
Las innovaciones en los últimos modelos de Apple Watch han elevado considerablemente el estándar en cuanto a rendimiento, autonomía y funciones orientadas a la salud. Si tu dispositivo no puede aprovechar algunas de las nuevas características de watchOS o si ciertas aplicaciones comienzan a funcionar de manera más lenta, es posible que estés perdiéndote buena parte de la experiencia que Apple busca ofrecer.
Si olvidamos por un momento la parte técnica, el Apple Watch también es un accesorio que refleja tu estilo personal. Un modelo desactualizado puede no ofrecer el mismo atractivo visual o las opciones de personalización disponibles en las versiones más recientes.
Tanto en diseño como en funcionalidad, actualizar tu smartwatch puede marcar la diferencia en cómo interactúas con tu dispositivo en el día a día. Si has comenzado a notar ciertas limitaciones, quizás sea hora de considerar un cambio que te permita disfrutar de una experiencia más fluida y completa.
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La batería ya no dura lo mismo
Los relojes de Apple no son un alarde en cuanto a la duración de su batería, pero al menos el que tienes debería de durar un día entero. Si no llega a ese mínimo de duración, entonces es cuando no le vas a sacar todo el partido, ya que son dispositivos que deben estar en la muñeca todo el día para realizar todos los seguimientos de los que son capaces y medir todas las métricas que después podremos observar en nuestro iPhone.
Puedes hacerte una idea del estado de la carga de la batería de tu Apple Watch, puesto que existe una manera de saber cuál es su calidad en estos momentos. Para ello debes pulsar en la corona digital del reloj, entrar en Ajustes, bajar hasta Batería y dentro pulsar en Estado de la batería. Si la cantidad que te pone está por debajo del 80%, entonces puede ser buen momento para plantearte un cambio, ya que esa es la razón por la que dura menos su autonomía.
En este caso, si tu economía no te permite comprarte otro, siempre vas a poder cambiarle la batería por una nueva.
El Apple Watch se está quedando sin espacio de almacenamiento
Los relojes como las series 3 o 4 tienen unos almacenamientos de 8 o 16 GB. Si has llegado a usar todos esos gigas y no te entra nada más en el reloj, no solo sufrirás problemas por no poder instalar nada, sino que incluso el rendimiento se verá comprometido.
Para llegar a esas cantidades debes ser un usuario que carga muchos archivos multimedia o has descargado un buen número de aplicaciones compatibles con el reloj, por lo que pareces el candidato perfecto para olvidarte de tu actual smartwatch y optar a otro mucho más actual, puesto que los relojes más nuevos de la marca americana alcanzan unos generosos 64 GB.
El Apple Watch ya no recibe actualizaciones
Cada año, los Apple Watch reciben importantes actualizaciones no solo para mejorar el sistema operativo watchOS, sino también para potenciar todo lo que se pueda la seguridad de los usuarios. Si tu reloj es bastante antiguo, a lo mejor ya te has quedado sin estos añadidos, por lo que te estás perdiendo nuevas funciones y novedades en privacidad y control contra posibles ataques.
Por ejemplo, watchOS 11 tiene un buen número de novedades, pero únicamente es compatible con los Apple Watch Series 6 o posteriores, lo que significa que si tienes un reloj más antiguo ya no estás disfrutando de lo último que ofrece la marca.
Esto es otra señal inequívoca de que es el momento de cambiar a una versión más actual del Apple Watch para así conseguir disfrutar de las últimas novedades que la marca con sede en Cupertino incorpora a sus relojes inteligentes.
Los sensores nuevos
Durante todos los años que lleva el Apple Watch en el mercado, la marca ha ido mejorando en todas las facetas, no solo en el software, sino también en la pantalla, en la carga, en el rendimiento, en las correas o en los sensores.
Un ejemplo de estos avances en lo que a sensores se refiere es la función de detección de accidentes que incorporan los Apple Watch Series 8 o posteriores. Este añadido puede detectar automáticamente si has sufrido un accidente de tráfico grave y llamar de manera totalmente autónoma a los servicios de emergencia si no respondes que estás bien.
Por ejemplo, si tu reloj es un Apple Watch 3, definitivamente deberías actualizarlo porque te estás perdiendo cosas tan básicas hoy en día como el sensor cardiaco eléctrico, el cual puede indicarte si tu corazón late de manera irregular, pudiendo utilizarlo también para hacer un ECG si lo estimas oportuno.
Conclusión
En definitiva, el Apple Watch es una herramienta que, con el tiempo, puede perder parte de su rendimiento y quedarse corto frente a las demandas de las nuevas versiones en cuanto a software y hardware. Si bien sigue siendo útil para muchas funciones básicas, su capacidad para ofrecer una experiencia completa puede verse limitada comparándolo con el gran avance que está teniendo la tecnología.
Renovar tu Apple Watch no solo significa mejorar en términos de rendimiento y funcionalidades, sino también aprovechar las innovaciones en salud, personalización y conectividad que los nuevos modelos ofrecen. Un smartwatch actualizado no solo se adapta mejor a tu ritmo de vida, sino que también te ayuda a sacarle el máximo provecho al ecosistema Apple, una de las bases para que tantas personas opten por los productos de la marca americana.
Al final, tu Apple Watch es más que un reloj: es un asistente personal que merece estar a la altura de tus necesidades diarias.