Cada vez son más los usuarios que quieren probar con Linux en sus equipos por sus ventajas. Algunos de ellos vuelven a sus sistemas operativos anteriores, ya sea Windows o macOS, y en la mayoría de los casos es porque cometen algunos fallos de principiante. Aquí te mostraremos una guía para que no pases por esos mismos errores y disfrutes al máximo de tu nueva distro…
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Fallo nº 1: No investigar y elegir la distribución adecuada
Uno de los errores más comunes al iniciarse en Linux es elegir una distribución (distro) sin considerar las necesidades personales y la compatibilidad del hardware (aunque rara vez podrás tener problemas, ya que la situación ha cambiado mucho desde los comienzos de Linux hasta nuestros días).
Los principiantes a menudo se sienten atraídos por distribuciones avanzadas como Arch Linux o Gentoo debido a su reputación, sin darse cuenta de que estas distros requieren conocimientos técnicos considerables. Para empezar, distribuciones amigables como Ubuntu, Linux Mint, o Fedora son mejores opciones.
Así que, recuerda, investiga sobre las distribuciones populares, prueba varias en una máquina virtual como VirtualBox y comprueba que es lo que buscas…
Fallo nº 2: Subestimar la importancia del terminal
Para muchos principiantes, el terminal puede parecer intimidante, especialmente si vienen de sistemas que se manejan mayoritariamente con interfaces gráficas (GUI). Sin embargo, el terminal es una de las herramientas más poderosas de Linux.
Bien es cierto que los distintos entornos de escritorio ya permiten hacer casi de todo, pero aún hay cosas que, incluso si se pueden hacer en modo gráfico, es mejor hacerlas en modo texto. Intentar evitar la terminal a toda costa puede limitar la experiencia de Linux, ya que muchas configuraciones y tareas avanzadas son más eficientes usando comandos.
Familiarízate con los comandos y no temas al shell…
Fallo nº 3: Mal uso de la cuenta root
La cuenta root (superusuario) otorga acceso total al sistema, incluyendo la capacidad de modificar o eliminar archivos críticos. Y, como se suele decir, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. No olvides que root no es como admin en Windows, sino que su poder es muy superior, es todopoderoso.
Los principiantes a menudo cometen errores al usar esta cuenta pasa por ejecutar todos los comandos y programas con permisos root, lo que puede llevar a un riesgo de seguridad serio. Por ello, usa la cuenta root solo cuando sea absolutamente necesario. Actua siempre como un usuario normal, y cuando necesites privilegios utiliza sudo.
Es más, encontrarás ya algunas distros que vienen con la cuenta root deshabilitada por defecto, para evitar este tipo de problemas de seguridad, entre otros. Y es que el poder de la cuenta root no solo puede generar problemas de seguridad, también podría cambiar permisos a ficheros clavo o borrarlos, e incluso borrar por completo un disco duro, si no sabes bien lo que estás haciendo…
Fallo nº 4: Tratar de usar Linux como si fuera otro sistema operativo
Uno de los mayores obstáculos al cambiar a Linux es la expectativa de que funcione como Windows o macOS. Esto lleva a frustraciones cuando las cosas no funcionan como se espera, y hace que los que quieren iniciarse en este mundo terminen por volver a su anterior sistema operativo. Sin embargo, si se hace de forma adecuada, no tendrás mayor problema en adaptarte y verás la magia y el potencial de Linux que no tienen otros sistemas.
Por ejemplo, no esperes que todo el software compatible con tu anterior sistema operativo esté disponible en Linux. No obstante, como sabrás, existen capas de compatibilidad como Wine y Proton para poder ejecutar software y videojuegos respectivamente que son nativos para Windows en Linux. También existen otros emuladores que puedes ir descubriendo…
Así que, debes ser más flexible y no caer en la falta de mentalidad de adaptación. Incluso si no pudieras o no quisieras usar esas capas de compatibilidad o emuladores, siempre existe software alternativo para Linux, como puede ser LibreOffice para Microsoft Office, GIMP para Photoshop, etc.
Y recuerda, al principio es normal que te sientas tentado a volver a tu anterior sistema operativo, pero es cuestión de practicar y acostumbrarte. Una vez te acostumbras, te resultará todo mucho más fácil. Seguro que en tus primeros días con tu otro sistema operativo también tuviste que pasar por una curva de aprendizaje, y también te costó, pero finalmente te acostumbraste.
Fallo nº 5: Pensar que Linux es invulnerable
Una de las ideas que tienen muchos usuarios cuando aterrizan en Linux es pensar que es un sistema operativo 100% seguro e invulnerable, y eso no es así. Ningún sistema es 100% seguro e invulnerable. Es cierto que, por defecto, Linux puede ser bastante más seguro que otros sistemas como Windows, pero también debes tener ciertas precauciones.
No es estrictamente necesario instalar un antivirus o antimalware como en Windows, pero siempre deberías instalar software desde fuentes de confianza, como las tiendas de apps, los sitios oficiales, o desde los repositorios de la distro.
Fallo nº 6: No entender la estructura de archivos de Linux
En comparación con Windows, Linux tiene una estructura de archivos distinta, lo que puede confundir a los principiantes. No habrá unidad C:, ni D:, ni E:, ni cosas por el estilo, sino que Linux tiene un directorio raíz (/) del que dependen el resto, incluso si están en diferentes discos duros. Es decir, es un sistema jerarquizado.
Es muy importante familiarizarte con este árbol para comprender dónde está todo. Por ejemplo, mientras que /root es el directorio personal del superusuario, /home es el directorio personal del resto de usuarios, y /home/nombre (siento «nombre» el usuario al que corresponda), es el directorio personal del usuario en cuestión. Ahí estarán tus archivos personales, tu escritorio, tu directorio de descargas, etc.
Por otro lado tenemos /etc, que es donde se encuentran centralizadas la mayoría de archivos de configuraciones del sistema y de otros programas. O también es importante /dev, donde se encuentran los dispositivos, como puede ser una impresora, un disco duro, un pendrive, etc.
Fallo nº 7: No aprovechar la comunidad y los recursos disponibles
Linux, y otros proyectos de software de código abierto, tienen una comunidad activa y vasta documentación, pero muchos principiantes no los utilizan por desconocimiento. Sin embargo, vas a encontrar multitud de foros, listas de correo, o sitios como Reddit, Stack Overflow, etc., así como las Wikis o documentación de los proyectos para resolver todos los problemas.
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