En esta guía te voy a explicar algunos trucos que te permitirán optimizar tu PC para que sea más rápido. Empezaré hablándote de todo lo que tiene que ver con la parte de software y de los cambios que puedes hacer en el sistema operativo para que sea más ágil. También te hablaré de algunas cuestiones relacionadas con el hardware y de posibles actualizaciones que harán que tu ordenador multiplique su rendimiento. ¡No te lo pierdas!
Índice de contenidos
Lo primero que te recomiendo hacer de cada a optimizar tu PC para que sea más rápido es desactivar aplicaciones de inicio. Son aquellas que se ejecutan durante el arranque de Windows y que, además, se mantienen activas en segundo plano.
Para hacerlo, simplemente ve a Configuración > Aplicaciones > Inicio. Luego, desactiva todas aquellas que no necesites.
Por otro lado, es muy conveniente que desinstales tantas aplicaciones como sea posible. Esto te permitirá liberar espacio en el disco y reducir la cantidad de procesos en segundo plano.
Puedes hacerlo yendo a Configuración > Aplicaciones > Aplicaciones y características.
Otra posibilidad es que Windows 11 se haya quedado desactualizado. Cierto es que Microsoft a menudo introduce errores en las actualizaciones, pero también es verdad que muchas de ellas mejoran el rendimiento.
No está de más que vayas a Configuración > Windows Update y pongas al día el equipo.
Además, es muy conveniente que hagas una limpieza exhaustiva en el disco. Ten en cuenta que, si la unidad se satura, Windows apenas tendrá espacio para funcionar.
Mi consejo es que vayas a la sección Este equipo, hagas clic derecho sobre la unidad C, pinches en Propiedades y, en la ventana emergente, vayas a General > Liberar espacio. En la herramienta de liberación de espacio, selecciona en Limpiar archivos del sistema. Luego, marca todos los elementos del listado y presiona en Aceptar para empezar con la limpieza.
Finalmente, también te aconsejo restablecer Windows 11. Formatear tu PC es muy conveniente para liberar espacio, eliminar aplicaciones innecesarias y deshacerse de posibles virus.
Lo único que debes hacer es abrir Configuración > Sistema > Recuperación y pincha en Restablecer el equipo. Asegúrate de tener una copia de seguridad de tus datos y elige la opción Quitar todo. También puedes marcar la opción Limpiar la unidad. Cuando hayas configurado Windows, comprueba si el sistema se mueve con mayor soltura que antes.
Sin dejar el software, todavía hay una opción adicional para mejorar el rendimiento de tu ordenador. Si quieres optimizar tu PC para que sea más rápido y las soluciones que te propongo en Windows 11 no te han dado resultados, lo mejor es que cambies a un sistema operativo ligero. ¿Y cuáles son los mejores?
ChromeOS Flex es una de las apuestas de Google para revivir antiguos ordenadores. Se trata de un sistema basado en Linux que utiliza el navegador Chrome como centro de operaciones. Requiere muy poca memoria RAM para funcionar y te permite mantener actualizado el equipo para asegurar la seguridad de tus datos. La pega es que para casi todo requiere conexión a Internet, pero si esto no es un problema para ti, esta es una gran opción. Aquí te dejo una guía que explica cómo instalar ChromeOS Flex.
Otra opción es optar por alguna de las distribuciones Linux ligeras. Una muy equilibrada, pues incluye todos los programas que puedas necesitar, es Linux Mint. Consume muy pocos recursos y te va a permitir sacarle más jugo a tu equipo sin tener que ampliar sus recursos.
Finalmente, la última opción que tienes de cara a optimizar tu PC para que sea más rápido es actualizar su hardware. Antes de que empieces a soñar con memorias RAM y discos en estado sólido, tienes que comprobar hasta qué punto se puede ampliar tu equipo. Si tienes un miniPC o una torre, las opciones son varias.
Mi consejo en estos casos es que inviertas en esto:
En una torre también es factible cambiar el procesador. Ahora bien, es un procedimiento bastante más complejo. Si tu ordenador no tiene más de 10 años y viene con una CPU de gama media, lo ideal es que priorices la actualización de otros componentes, como los que he mencionado más arriba.
Si lo que tienes es un portátil, las opciones suelen ser más limitadas. Muchos fabricantes permiten cambiar la unidad de almacenamiento, pero lo ponen un poco más difícil con la RAM. La placa base y el procesador casi nunca merece la pena cambiarlos. En el caso de los portátiles, cuando ni siquiera instalando un sistema operativo ligero logres optimizar tu PC para que sea más rápido y ya tenga unos cuantos años a sus espaldas, quizá lo mejor sea actualizar a un modelo más nuevo.
Y tú, ¿cómo has logrado optimizar tu PC para que sea más rápido? Déjame tu opinión más abajo. ¡Nos leemos!
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