Las tarjetas gráficas aceleradoras Blackwell tardan entre 3 y 4 veces más en probarse que los de la generación Hopper.
Nvidia Blackwell tarda hasta 4 veces más en probarse que Hopper
Al parecer, las aceleradoras Blackwell contarían con unos diseños más complejos en su circuitería, que parecen hacer que la etapa de validación requiera más tiempo que en generaciones anteriores.
Según el Financial Times, citando a Doug Lefever, el director ejecutivo de Advantest, la etapa de aprobación de las GPUs Blackwell tarda más de lo previsto con respecto a Hopper. Doug Lefever dice que puede tardar hasta cuatro veces más.
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La GPU Nvidia Blackwell B100/B200 consta de dos chiplets de cómputo que contienen 104 mil millones de transistores junto con ocho chiplets de memoria HBM3E interconectados. Estas GPUs utilizan el proceso de empaquetado CoWoS-L de TSMC. El aumento en la cantidad de transistores es bastante sustancial, pasando de 80 mil millones de transistores con seis pilas HBM3 hasta los 104 mil millones de transistores junto con ocho chiplets de memoria HBM3E.
El aumento en la cantidad de transistores significa chips más complejos, por lo que requieren de pruebas más exhaustivas para poder validarlas, con patrones de prueba y tiempos de prueba más prolongados.
Según comentan, para probar las aceleradoras Blackwell se debe probar los chiplets de cómputo y los chiplets de memoria por separado (aunque los fabricantes de DRAM prueban pilas HBM3) y luego probar la GPU varias veces a medida que estos chiplets se agregan a su intercalador RDL. No se detallan la cantidad de veces que se prueban estas GPUs, pero serían mayores a las que se hacen con las GPUs Hopper.
Las aceleradoras Blackwell están enfocadas en las tareas de inteligencia artificial y HPC, con una arquitectura que también se utilizará para las próximas GeForce RTX 50, modificadas para la ocasión. Os mantendremos informados.