Pat Gelsinger dejó de ser el CEO de Intel durante esta semana, para sorpresa de muchos, pero su despido no será económico para la compañía.
Según los datos compartidos por Reuters, el paquete de jubilación de Pat Gelsinger tiene una cifra de 12 millones de dólares. Esta cifra fue mencionada en los documentos 8-K de Intel.
Los motivos de la retirada de Pat Gelsinger no se han comentado oficial, pero todos los medios indican que Pat fue obligado a dejar su puesto por malos resultados en casi todos los frentes en donde Intel tiene negocios. Esta situación obligó a Intel a nombrar dos CEOs interinos (David Zinsner y Michelle (MJ) Johnston Holthaus) hasta encontrar el reemplazante definitivo para Gelsinger.
El despido de Gelsinger no ha salido gratis a la compañía, que tiene que pagarle unos 12 millones de dólares. La cifra es alta para una jubilación, pero para la cantidad de enero que registra Intel, no va a hacer templar las arcas en la compañía en lo absoluto. Lo más difícil ahora es encontrar a un reemplazante que pueda estar a la altura y que reencause a la compañía en muchos frentes.
Actualmente, Intel se encuentra con problemas en el negocio de procesadores (Core, Xeon), de GPUs, de aceleradoras y hasta en el negocio de fabricación de chips. La reestructuración deberá ser total y posiblemente se tarden años en ver una recuperación de verdad ya que hay productos que ya están en marcha y que no podrán cambiar de un día para otro sin que eso genere cancelaciones y retrasos. La compañía necesita ser competitiva otra vez , por ejemplo, en el mercado de CPUs de sobremesa, donde AMD está dominando con sus procesadores Ryzen.
Pat Gelsinger asumió la compañía en el año 2021. Antes de su regreso a Intel, Gelsinger había trabajado en la compañía durante más de 30 años, incluyendo como su primer director de tecnología. El reemplazo a Bob Swan en su momento, cuando la compañía ya había perdido su liderazgo a nivel tecnológico frente a TSMC y AMD, una situación que Gelsinger no pudo solucionar en los tres años que estuvo a cargo. Todo se agravo con el éxito de Nvidia en el mercado de la IA, donde Intel tampoco logró ser competitiva.
Sin dudas, el siguiente CEO tendrá desafíos extremadamente difíciles para volver a colocar a Intel como una compañía líder a nivel tecnológico y competitivo. Os mantendremos informados.
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