Puede que los problemas de inestabilidad de los procesadores Intel Core ya sean parte del pasado, pero ha dejado secuelas con una inestimable cantidad de CPUs dañadas de forma irreversible.
Intel recibe demanda por los problemas de estabilidad de sus CPUs Raptor Lake
Los problemas en los voltajes de funcionamiento de los procesadores Intel Core, que era causado por una inestabilidad de cambio de Vmin, se solucionaron, pero muchos procesadores quedaron dañados por este error.
Resulta que esta semana, se presentó una demanda colectiva contra Intel en un tribunal federal. El demandante, Mark Vanvalkenburgh, está acusando a la compañía de vender deliberadamente procesadores Raptor Lake de 13.ª Gen y Raptor Lake Refresh de 14.ª Gen defectuosos.
Los abogados de Dovel & Luner esperan que otros clientes de Intel afectados por el problema se unan a una demanda que podría ser millonaria.
“Después de comprar el producto, el demandante se enteró de que el procesador era defectuoso, inestable y se bloqueaba a un ritmo elevado”, se lee en la demanda. “El procesador causaba problemas en su ordenador, incluidos apagones aleatorios de la pantalla y reinicios aleatorios del ordenador. Estos problemas no se resolvieron ni siquiera después de que intentara instalar un parche emitido por Intel para sus procesadores de 13.ª generación. Como resultado, no obtuvo lo que pagó. Si el demandante hubiera sabido la verdad sobre el producto, no lo habría comprado o habría pagado menos por él”.
Mark Vanvalkenburgh es un individuo de Orchard Park, Nueva York, que compró un procesador Intel Core i7-13700K en enero de 2023, uno de los tantos usuarios que estuvieron afectados por los problemas de inestabilidad.
Te recomendamos nuestra guía sobre los mejores procesadores del mercado
El problema fue solucionado y se extendió la garantía, pero ¿alcanza?
Intel pudo solucionar el problema de inestabilidad de cambio de Vmin a través de algunos parches que fueron publicados por los fabricantes de placas base. Sin embargo, la mala gestión en los voltajes, en muchos casos, dañaron los procesadores físicamente, por lo que aun después de instalar el parche estos CPUs siguen teniendo los mismos problemas de estabilidad.
Para los casos en donde los daños son irreversibles, Intel extendió la garantía de estos procesadores por dos años, con el que es posible pedir un reemplazo a día de hoy.
Veremos si esta demanda llega a buen puerto o no. Estos casos suelen durar mucho tiempo para una resolución, pero lo que sí está claro es que problemas como estos hacen mella en la confianza de los usuarios de PC.
Actualmente, Intel ha lanzado una nueva generación de procesadores en el mercado de PC de sobremesa con los Core Ultra 200 “Arrow Lake”, del que no se estaría reportando los problemas vistos en generaciones anteriores de CPU. Os mantendremos informados.