Los empaquetados 3D llegaron para poder seguir aumentando el potencial de los actuales chips mediante el apilado de distintos sustratos y conectados verticalmente. Sin embargo, la tecnología tridimensional no es la última, también existe el 4D packaging, que va un paso más allá para integrar los futuros dispositivos semiconductores y que aquí te mostraremos con detalle.
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La industria de los semiconductores ha experimentado una evolución constante, buscando siempre aumentar el rendimiento, la densidad y la eficiencia de los chips. Este avance ha llevado a una transición gradual desde los tradicionales chips 2D hacia arquitecturas más complejas y tridimensionales. Esto ha sido necesario dada la mayor complejidad de las últimas GPUs y CPUs, además de los sistemas heterogéneos con diferentes componentes en un mismo empaquetado, así como los aceleradores de IA, etc.
Los chips 2D packaging, o circuitos integrados planos, han sido el estándar durante décadas, y lo siguen siendo para muchos chips simples que no necesitan de otro tipo de empaquetados. En estos chips, los transistores y otros componentes se integran en una única capa de silicio. Aunque han permitido grandes avances tecnológicos, las limitaciones físicas del silicio han restringido la miniaturización y el aumento de la densidad.
Los chiplets o MCM (Multi-Chip Modules), vinieron para solventar esas limitaciones de los 2D tradicionales (pero siguen siendo 2D), representan un paso intermedio hacia la integración 3D. En este enfoque, múltiples chips más pequeños (chiplets) se empaquetan en un sustrato común, lo que permite una mayor flexibilidad en el diseño y la integración de diferentes tipos de componentes. Así es como se consiguen mayores rendimientos, capacidades, y funciones sin necesidad de separar los chips en distintos empaquetados. Además, la interconexión es más rápida que si se separan en un PCB, aunque más lenta que en un chip monolítico.
Con la mejora de los 2D, llamada 2D+, podemos ver tecnologías como:
El empaquetado 2.5D va un paso más allá de los chiplets, interconectando múltiples dies (trozos de silicio) en un sustrato intermedio (interposer), generalmente de silicio o de material orgánico. Esta interconexión vertical permite una mayor densidad de integración y un ancho de banda más alto entre los dies.
Dentro de los 2.5D tenemos una estructura en la que todos los chips y dispositivos pasivos están por encima del plano XY, algunos en la capa intermedia o interposer mediante orificios pasantes para las interconexiones que se crean con TSV o Through Silicon Via, unos orificios grabados en los chips de silicio y con cobre para conectar las partes necesarias. Las estructuras de integración 2.5D se pueden crear mediante tecnologias:
El empaquetado 3D representa la máxima integración, apilando múltiples dies directamente uno encima del otro. Esto permite una comunicación más rápida y una mayor densidad de interconexión mediante conexiones verticales con tecnología TSV. Así es como se están mejorando las prestaciones de algunas CPUs, como las AMD Ryzen X3D con V-Cache apilada, así como mejorar la capacidad de la memoria flash NAND 3D, hasta otros productos como puede ser la memoria HBM. Sin embargo, aún siguen teniendo algunos desafíos que resolver, como la disipación de calor…
Dentro del 3D, existen distintas tecnologías de integración:
Actualmente también existe un nuevo término que se está viendo recientemente y que es 3.5D. En realidad no se trata de algo nuevo, sino que básicamente es la unión en un mismo empaquetado de chips 2.5D + 3D…
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Pero si pensabas que con la tecnología 3D se terminaba todo, lo cierto es que no. Existe una integración 4D en la que se combinan varias de las tecnologías anteriores, como la 3D, 2D y 2.5D interconectados en forma de cubo. Es decir, se trata de la disposición de distintos empaquetados unidos entre sí por interconexiones y con una interfaz común, ya sea BGA, PGA, LGA, etc.
Los empaquetados no están todos de forma paralela o apilados en la placa de sustrato base, sino que están instalados a modo de caras de un cubo, como se aprecia en la imagen. Para conseguir esto, se emplea un sustrato rígido y flexible. Sin embargo, este tipo de empaquetado puede ser apropiado para dispositivos sin un alto consumo, es decir, de baja potencia, ya que al estar todos concentrados mirando al centro del cubo, la temperatura podría ser muy elevada…
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