Intel se encuentra investigando sobre los problemas de estabilidad de los procesadores Core. Mientras tanto, están dando una serie de recomendaciones para aquellos usuarios que aún continúan con esta problemática en sus ordenadores.
Intel ya publicó un comunicado en donde abordan los problemas de estabilidad de los procesadores Intel Core de 13.a y 14.a generación, culpando a los fabricantes de placas base por saltarse algunos ajustes que ayudan a prevenir, precisamente, estos fallos por altas temperaturas y voltajes por encima de los nominales.
Para ayudar a los usuarios que tengan problemas de estabilidad con sus procesadores Intel Core, la compañía publica una serie de ajustes recomendados que se deben hacer en el BIOS de la placa base.
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Los ajustes recomendados por Intel van en una dirección, la optimización de los voltajes suministrados al procesador y la activación de los estados C.
Algunos de estos ajustes son deshabilitados por los fabricantes de placas base en la gama alta para sacar el máximo rendimiento de procesadores como los Core i9. Esta es un arma de doble filo que no les ha salido bien a los fabricantes de placas base, que se han visto obligados, en algunos casos (ASUS y Gigabyte), a añadir un nuevo perfil con estos ajustes recomendados de Intel.
Lo único malo de estos ajustes es el impacto que tienen en el rendimiento, pero la ganancia en estabilidad es vital para un funcionamiento adecuado del ordenador.
Intel prometió que durante el mes de mayo anunciaría específicamente las causas de los problemas de estabilidad. Os mantendremos informados.
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