Pocas cosas pueden ser tan alarmantes como cuando el disco duro no gira. Este componente esencial del sistema contiene multitud de datos, muchos de ellos importantes, y que no quieres perder, por eso en estos casos es cuando comienzan los sudores fríos y cuando te acuerdas de no haber hecho una copia de seguridad previamente. Sin embargo, no siempre que pasa esto es un problema sin solución, puede ser por diversos motivos. Aquí te mostramos cuáles son las posibles causas y las soluciones.
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Cuando tu disco duro no gira, uno de los principales síntomas es que el sistema no arranca, siempre y cuando el disco duro con problemas sea donde se encuentra el disco duro instalado. En estos casos, durante el P.O.S.T. del BIOS/UEFI, aparecerá un mensaje que te indicará que no se encuentra éste. También es posible que al entrar en el menú de configuración Boot de este firmware, tampoco aparezca como reconocido.
En caso de que el disco duro no sea donde se encuentre el sistema operativo, sino que sea una unidad secundaria para datos, el sistema arrancará, pero una vez haya arrancado, no se podrá acceder a la unidad correspondiente a dicho disco duro.
Aunque parezca estúpido mencionarlo, recuerda que los SSD no giran. Por tanto, si se trata de una unidad SSD SATA, esto es algo totalmente normal, no esperes ruidos de giro. Lo digo porque he visto usuarios sin conocimientos informáticos preocupado por cosas así e incluso peores… ¡Y ojo! Algunas unidades HDD de bajo consumo, también podrían estar diseñadas para detener el giro cuando están en modo IDLE.
Hasta ahora he estado comentando sobre los discos duros internos, pero algo parecido ocurre si se trata de una unidad de disco duro externo, que al conectarlo al equipo no se reconocerá y no podrás acceder a los datos. Por supuesto, otro de los indicativos de que esto está sucediendo es la falta de ruido, cuando no escuchas cómo se revolucionan los platos y la unidad parece muerta.
En estos casos, lo primero es no perder la calma, ya que eso puede llevarnos a cometer errores que podrían generar problemas mayores. Hay que decir que siempre que ocurre esto, no significa que el disco duro esté dañado, o que no tenga solución. En los siguientes apartados te mostraré cuáles son las posibles causas y cómo solucionarlas, si es que tienen arreglo…
Las posibles causas de que un disco duro ha dejado de girar pueden ser muy variadas, y no siempre son realmente graves. Por ejemplo, las principales causas son:
Ahora que ya conoces los síntomas y las posibles causas que puedan estar generando que el disco duro no gira, vamos a pasar a ver las posibles soluciones en cada uno de los casos expuestos anteriormente:
Recomendación previa: uno de los problemas que pueden estar sucediendo para que el disco duro no funcione adecuadamente, o que falle próximamente, es que ocurra algún error en el firmware que controla la unidad. Por ello, intenta actualizar el firmware, ya que las actualizaciones pueden solucionar problemas de toda índole. Generalmente, este proceso implica descargar la última versión del firmware del sitio web del fabricante del disco duro. Es importante que jamás lo hagas desde un sitio de un tercero, puesto que podría estar infectado con malware. Una vez descargado, se ejecuta el archivo de actualización, que normalmente viene en forma de un programa de instalación fácil de usar.
Una de las cosas que pueden estar fallando para que el disco duro no gire es la alimentación del mismo. Por ello, asegúrate de que el molex que hay conectado a tu unidad HDD está bien insertado. Y, si lo está, retíralo y mide con un polímetro los voltajes, para ver si está llegando alimentación o cambia de molex. Es probable que la fuente de alimentación no esté suministrando energía y por ello ocurre este problema.
Si un pico de tensión, o cualquier otro problema, ha dañado la placa de circuito impreso del HDD, es decir, la PCB (Printed Circuit Board), entonces estará impidiendo que la unidad funcione adecuadamente, e incluso que los platos dejen de girar. Muchos usuarios optan por comprar una PCB idéntica a la de su modelo en el mercado de segunda mano, etc., y así poder sustituir una por otra.
En otras ocasiones no se trata de un problema de la placa al completo, sino de alguno de sus componentes. Por ejemplo, los diodos son las piezas que más comúnmente fallan en la PCB. Cuando un diodo se cortocircuita, puede causar que el disco duro deje de funcionar, o que se produzca un cierto olor a quemado. Sin embargo, para comprobar que esto es el problema, se necesitan una serie de herramientas avanzadas, como sondas para probar el diodo, sistemas de soldadura precisos, etc. Por tanto, en estos casos, lo ideal es enviar la unidad a un profesional para que lo haga de forma apropiada.
Antes también recomendé actualizar siempre el firmware en las unidades de disco duro que aún estén bien para prevenir problemas futuros. Pues bien, es posible que el disco duro haya dejado de funcionar precisamente a este código, ya que algunas PCBs tienen un chip con este tipo de código incrustado. Si se ha dañado eléctricamente, no habrá manera de actualizarlo, significará tener que cambiar el chip o PCB a nivel físico.
Un problema con la cabeza del disco puede causar serios problemas, como el clickeo, o ese sonido metálico tan característico, o que el disco duro que no gire. Si la cabeza del disco está atascado en el plato, el disco duro no girará. Para solucionarlo, es importante hacerlo en una sala limpia, por lo que esto no es tarea para un usuario en casa, sino que deben hacerlo expertos, ya que si se abre la carcasa del disco duro y entra suciedad, puede significar la pérdida total.
Para hacerlo, los expertos suelen seguir los siguientes pasos:
Nunca trates de dar golpes al disco duro para tratar de liberar el cabezal, ya que estos golpes podrían hacer que éste golpee el plato y quede inservible.
Si el motor que genera el giro de los platos no funciona o está bloqueado, entonces puede ser otra de las causas de que el disco duro no gira. En estos casos, podría ser necesario sustituir este motor y, al igual que sucede en el caso anterior, habría que abrir la tapa, por lo que hay que hacerlo en una sala blanca o sala limpia, con las herramientas adecuadas.
En otras ocasiones puede que el motor no sea el problema, sino que sean los propios platos. Realizar un intercambio de platos requiere igualmente de herramientas profesionales y un entorno adecuado. Mientras que en los casos anteriores no se pierden los datos, en este caso sí que se pueden perder, ya que los nuevos platos estarán vacíos. No obstante, muchas empresas tienen servicios de recuperación de datos para estos casos, aunque esto también engrosará la factura…
Si no tiene solución siguiendo los anteriores pasos, deberías pensar en enviar el disco duro a un servicio técnico que trate de repararlo mediante métodos más avanzados, o pensar en comprar una nueva unidad.
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