Veamos los principales errores al comprar un portátil que puedes cometer, en concreto en el momento de elegirlo y analizar sus características técnicas. Te daremos trucos bastante útiles para que aprendas elegir gracias a la identificación rápida de ciertas «red flags» en sus especificaciones, además de desmontar mitos. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
Como decimos, nos centramos en el paso previo a la compra, que es elegir entre todas las opciones disponibles en una o varias tiendas. Aquí empezamos sugiriéndote que compares muy bien las distintas ofertas de tiendas online como Amazon o PCComponentes, ya que a veces hay descuentos suculentos que no se encuentran en tiendas físicas.
El primer consejo tiene que ver con la manera de analizar las especificaciones más relacionadas con el rendimiento, como son el procesador (CPU) y la tarjeta gráfica (GPU).
Uno de los errores que más se comete es no analizar qué modelos específicos de CPU y GPU se montan, y quedarse únicamente con la marca o familia de producto. Por ejemplo, podemos elegir un portátil porque tiene un «Intel Core i9» y nos parece mejor que un «Intel Core i7».
No tiene por qué ser así. Hay que comparar el modelo específico de procesador. Por ejemplo, un Intel Core i7-14700HX es algo más potente que un i9-12900HX, y bastante más que un i9-11980HK.
Si no quieres comparar con mucho detalle, al menos fíjate en la generación del procesador. En procesadores del mismo año suele haber más consistencia entre familias.
En cuanto a las tarjetas gráficas, también es importante fijarse en el modelo exacto, y nuevamente nos sirve el consejo rápido de evitar generaciones anteriores. En el mercado de portátiles nos intentan «colar» con frecuencia productos con hardware más viejo, y ni siquiera lo hacen a un precio inferior.
Finalmente, intenta encontrar el equilibrio entre CPU y GPU que necesitas. Si vas a jugar o hacer tareas que dependan de la tarjeta gráfica, ten este componente muy en cuenta. Y si no, con los gráficos integrados tendrás más que de sobra. Incluso para gaming ligero.
La calidad de pantalla es un factor al que no prestamos demasiada atención normalmente, y esto es uno de los errores más graves al comprar un portátil, pues una baja calidad nos supondrá una experiencia sumamente peor.
Por una parte, está la resolución de pantalla, donde debemos exigir que sea al menos 1080p, una resolución que presenta una densidad de píxeles bastante buena y que nos permitirá tener bastante espacio en el escritorio. También podemos ir más allá con portátiles 2K, 3K o 4K.
Luego, nos interesará la tecnología de pantalla usada. Por suerte, este es un punto del que cada vez es menos necesario hablar, ya que el mercado antes estaba plagado de portátiles TN cuyo nivel de colores y experiencia de visualización dejan que desear.
Buscamos siempre pantallas IPS como mínimo, aunque ten en cuenta que los fabricantes suelen darle otras denominaciones como «UWVA». Además, ahora hay nuevas tecnologías y variantes como Mini LED u OLED que son bastante mejores a una pantalla IPS normal.
Dentro de las pantallas IPS, hay un rango de calidades muy variado. Eso nos lo chivan aspectos como el contraste, la cobertura de colores (gamut) o el nivel de brillo. Respecto a esto último, para uso en interiores no tendremos problemas, aunque para exteriores recomendaría 400 nits o más.
¡Error gravísimo! Mucha gente opta por descartar ciertas marcas de portátiles directamente por alguna mala experiencia pasada o por comentarios de Internet.
He de decir que hay casos entendibles: por ejemplo, quizás hayas tenido un gran problema con el servicio técnico de una marca, y es normal que te lleve a hacer una «lista negra». Lo que debes entender es que los problemas con la atención al cliente o la fiabilidad se pueden dar con cualquier marca, grande o pequeña.
En general, todos los fabricantes de portátiles hacen un buen trabajo, y a la vez podremos encontrar malas experiencias de cada uno. Y los rankings de fiabilidad no son todo lo rigurosos que deberían. Por tanto, céntrate en las características y en encontrar una buena oferta.
Este es un problema específico de los portátiles más baratos, por debajo de los 400€, y tiene que ver con el tipo de almacenamiento usado.
Ya ni mencionamos a los discos duros mecánicos (HDD) tradicionales, que deberían estar descartadísimos y que no se encuentran en ningún portátil actual. Hablamos de un tipo de memoria flash denominada eMMC y que a veces se confunde con un SSD normal y corriente.
Para ponerte en contexto, el almacenamiento eMMC es propio de smartphones de gama baja. Su incorporación en portátiles puede tener sentido con un Chromebook, porque su sistema operativo es extremadamente ligero, pero si pretendemos que lleve Windows seguramente nos ralentice bastante la experiencia de uso.
Y seguimos hablando del sistema operativo de Microsoft. La inmensa mayoría de usuarios queremos que nuestro portátil tenga Windows, las únicas excepciones son los usuarios de Apple y Chromebook y los «power users» que apuestan por Linux.
No obstante, en el mercado de portátiles no siempre encontramos Windows preinstalado. Algunos llegan con FreeDOS o con alguna distribución Linux ligera. ¿Significa eso que no debería elegirlo? Pues no, y hay 3 motivos a su favor:
Evidentemente, si queremos que nuestro ordenador sea 100% funcional desde el minuto uno, esto es un problema. Pero en la mayoría de casos no deberíamos prestar atención a este factor.
Si ya has comprado tu portátil, el mayor error que puedes hacer es no darle un correcto mantenimiento y cuidado. Vamos a dar unos consejos rápidos:
Te recomendamos la lectura de los mejores portátiles del mercado.
Podríamos dar una infinidad de consejos más, pero estos son los principales y los que más deberías tener en cuenta. ¿Cómo eliges tu portátil ideal? ¿Qué consejos extra se podrían dar? Te leemos en los comentarios 😉
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