Si planeas comprar un nuevo PC, ampliar el tuyo actual o montar un PC gaming, debes conocer qué fuente de alimentación para cada tarjeta gráfica es la más recomendable.
Formato ATX, potencia, certificación de eficiencia, cableado modular, ruido, conector 12VHPWR son algunas de las características a conocer. Te mostramos los modelos recomendados de be quiet!, uno de los mejores fabricantes.
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A la hora de comprar un PC o actualizar un nuevo componente, es habitual olvidarnos de la fuente de alimentación, el componente que solemos pasar por alto a la hora de hacer un presupuesto.
Nada más lejos de la realidad, es un elemento muy importante, pues de él depende en gran medida la estabilidad del equipo, funcionamiento fiable de componentes, ruido y por supuesto capacidad de ampliación de hardware.
Yo mismo he cometido el error de pasar por alto la calidad de una fuente a la hora de recomendar o buscar componentes para el PC de algún amigo, antes de conocer más el mundo de la informática. Al final siempre lo pagamos caro; ¡una fuente de 20€ no sirve para nada! Hacedme caso.
Con una mala alimentación los componentes sufren, por picos de voltaje, suministro inestable, menor potencia de la que necesitan, cables delgados y que se calientan o muy pocos conectores. El resultado: la fuente se quemará o morirá a no mucho tardar.
Las fuentes de alimentación actualmente se basan en el estándar ATX (Advanced Technology eXtended), el cual lleva vigente desde 1995.
Además de referirnos a ATX como el formato de la fuente, placa base o incluso chasis, este estándar también define:
En cuanto a formato, encontramos el tamaño típico ATX, entre 140 y 200 mm, en la serie be quiet! Dark Power y Straight Power y Pure Power, SFX (Small Form Factor), entre 120 y 80 mm, y TFX, más alargados y estrechas tipo servidor rack, con series especificas en la marca alemana.
Además, de esto, nosotros nos fijamos siempre en ciertas características, especialmente cuando elegimos una fuente de alimentación para cada tarjeta gráfica, al ser un componente muy exigente.
80 Plus es una de las características más conocidas a la hora de buscar una buena fuente, y también de las más identificables para el usuario, porque siempre se marca bien grande en la caja o especificaciones.
Esta certificación marca básicamente la eficiencia que tiene una fuente de alimentación, es decir, la relación entre la potencia que entra a la fuente y la que realmente suministra. Eficiencia = P_salida / P_entrada.
Los componentes internos de la fuente, transformadores, condensadores, etc., consumen energía para sí mismos y en forma de calor. Entonces, mientras más cercana a 1 esa relación, mejores componentes tendrá, menos energía fantasma consumirá y también, más cara será.
La eficiencia normalmente se muestra como la media en función a la carga a la que está sometida la fuente: 10-20-50-100%. En la imagen se representan los niveles de certificación actuales. be quiet! tiene fuentes que alcanzan la certificación Titanium con la serie Dark Power.
Hay otra alternativa a 80 Plus llamada Cybenetics, la cual solemos plasmar en los análisis de PSU cuando están disponibles. Esta cuenta con certificaciones tanto de eficiencia como sonoridad.
Se trata de otro procedimiento mucho más exhaustivo en el cual se testea una fuente a prácticamente todos los niveles, rendimiento eléctrico, cableado, fabricante, componentes, ventilador, etc., en informes sumamente completos.
Recomendamos siempre elegir una fuente de certificación Gold o superior.
El cableado es otro de los temas más críticos a la hora de ver qué fuente de alimentación para cada tarjeta gráfica es la mejor opción.
Las fuentes pueden ser:
be quiet! tiene fuentes de los 3 tipos, e incluso en formatos SFX y TFX para adaptarse a cualquier tipo de chasis.
Lo ideal de cara a una mayor versatilidad sería comprar una fuente modular, de esta forma optimizaríamos el espacio dentro del chasis al retirar los cables que no necesitemos. Actualmente, la mayoría tienen los condensadores integrados en el propio panel en lugar de en los cables, por tanto, los conductores son más flexibles.
Para elegir la mejor fuente para nuestra tarjeta gráfica, un elemento fundamental será asegurarnos tener igual o mayor conectividad de conectores PCIe (6+2 pines) de los que ésta necesite, entrando en juego el nuevo conector 12VHPWR para las Nvidia RTX 40.
Hasta el momento, todas las tarjetas AMD, y la gama media de Nvidia, utilizan conectores PCIe, los tradicionales, por tanto, nuestra fuente debe tener como mínimo 2 PCIe, lo ideal serán 3 o más.
Si compramos una gráfica Nvidia de gama media o alta RTX 4000, entonces lo indicado es comparar una fuente con conector 12VHPWR, el cual debe estar certificado por ATX 3.0 y soportar como mínimo 450W de potencia, o mucho mejor 600W.
De ambas formas nos aseguramos tener soporte actual y futuro para todo tipo de tarjetas gráficas, gama media y alta, incluso las que están por venir.
Las fuentes be quiet! nunca nos han dado problemas de calentamiento en estos conductores en nuestras pruebas, al equipar calibres 16AWG o mejor. En un principio fue un tema de actualidad ver que algunos conectores de otras fuentes se quemaban. Nunca nos ha pasado.
Honestamente, ir sobrados de potencia es un seguro de vida a la hora de aprovechar nuestra fuente de alimentación para ampliaciones futuras del equipo.
No decimos que para un PC barato con APU debamos comprar una fuente de 1300W, pero tener una capacidad holgada de entre 200 y 300W más de lo que pide el PC, es adecuado.
Lo que nunca podemos hacer es comprar un modelo de entrada para ahorrarnos unos euros, porque no tendremos capacidad de respuesta ante ampliaciones, contará con menos cables, éstos de un calibre inferior, además, se calentará y hará más ruido al estar más cerca del límite de potencia.
Tenéis una calculadora de fuentes de alimentación de be quiet! que funciona bastante bien.
Teniendo en cuenta lo anteriormente comentado, si planeamos instalar una tarjeta gráfica dedicada, probablemente vuestro equipo también lleve una CPU relativamente potente, por tanto, lo ideal es optar directamente por una fuente que reúna estas características;
En una tabla veremos con más claridad qué potencia de fuente de alimentación para cada tarjeta gráfica necesito en función de la CPU elegida:
Tarjetas Nvidia
Tarjetas AMD
Ahora sí, las potencias recomendadas quedan más claras. Nos hemos basado en el TGP de la tarjeta gráfica y potencia que desarrolla la CPU como máximo.
Os habréis dado cuenta de que en todos los casos de i7/R7 e i9/R9 elegimos la misma potencia de PSU. Esto se debe a que con el thermal boost de estas CPU, los consumos suelen ser similares.
No hemos metido los Threadripper por ser procesadores que realmente tienen poco uso para usuarios normales, pero si fuese el caso, recomendamos una fuente de 850W para GPU de gama media/baja, 1000W para la gama media/alta y 1300W para la gama alta.
Por último, os dejamos nuestra lista de fuentes de alimentación be quiet! recomendadas. Hemos elegido modelos 100% modulares de la serie Stright Power por ser las más silenciosas, y Dark Power para setups más potentes.
Estas fuentes de alimentación están pensadas para ofrecer el mínimo ruido posible, siendo todas ellas 100% modulares y en formato ATX.
Se basan en una arquitectura de puente completo + LLC, fabricadas por FSP con una eficiencia de 80 Plus Platinum (94% de eficiencia) y condensadores 100% japoneses, aunque actualmente aún no han sido probadas por Cybenetics para dar su propio veredicto.
Se trata de modelos equipados con un ventilador Silent Wings de 135 mm basado en FDB, generando menos de 30 dB a máxima carga. Difícilmente lo veremos por encima del 50% de su régimen, especialmente si compramos un modelo de potencia holgada como los recomendados en la tabla.
Está disponible en versiones de 750W, 850W, 1000W, 1200W y hasta 1500W, verdaderas bestias con un conector 12VHPWR ATX 3.0 que soporta 600W de carga y 4x PCIe 6+2 pines para GPU tradicionales, todos ellos en conductores individuales.
En las versiones de 1200W y 1500W tenemos 12VHPWR de hasta 800 y 1000W para tarjetas topes de gama y próximas Nvidia RTX 5000.
La familia Dark Power se divide en las series Dark Power normal y Pro, aunque la diferencia entre ambos radica en la configuración de potencias. Los modelos de 750W, 850W y 1000W son Dark Power 13 y los de 1300W y 1600W son Pro 13.
Dicho esto, también hemos tenido la oportunidad de probar la versión Pro de 1300W, la cual permaneció con el ventilador prácticamente parado con nuestro banco de pruebas 12900K + RTX 4080 bajo estrés máximo.
Esto demuestra el buen funcionamiento de estas PSU, las cuales se basan en la plataforma HEC con topología de puente completo + LLC, con condensadores 100% japoneses, certificación 80 Plus Titanium en todas ellas (95,8% de eficiencia), Cybenetics Platinum, y garantía de 10 años.
En su panel 100% modular vemos de 4 a 6 conectores PCIe 6+2 pines con cables individuales, y de 1 a 2 cables 12VHPWR que soportan 600W o hasta 1000W de carga, certificados ATX 3.0.
El ventilador Silent Wings de 135 mm apenas entrega 19 dBA de ruido a máxima potencia, por lo que es una plataforma increíblemente silenciosa.
También tenéis la versión Dark Power PRO que incluye 1300W. Podéis ver nuestro análisis.
Si buscamos una fuente más pequeña para una tarjeta gráfica de gama media o baja de 550 o 650W, la serie Pure Power 12 es la elección recomendada.
También se han actualizado con doble conector PCIe 6+2 pines, conector 12VHPWR ATX 3.0 que soporta 450W, certificación 80 Plus Gold, con una nota de platino en eficiencia según Cybenetics.
Los modelos SFX se dividen versiones SFX normal de 300 y 450W, y SFX L (120 mm) para variantes de 500W y 600W.
Las dos últimas son 100% modulares y cuentan con 4 conectores PCIe 6+2 pines, aunque no traen 12VHPWR. Para un Mini PC gaming están muy bien.
Esperamos que con esta pequeña guía os hayamos ayudado a tener más claro qué fuente elegir en función de vuestro PC y tarjeta gráfica que penséis comprar.
La tabla de potencias sin duda es muy reveladora, y, si bien ponemos cifras que van bastante holgadas en cada variante, defendemos que es una elección correcta de cara a próximas ampliaciones y vida útil.
En este caso nos hemos centrado en modelos de PSU be quiet!, y realmente nos parecen fuentes sumamente recomendables, tras haberlas probado de primera mano, sobre todo para montajes de gama alta.
Su precio ciertamente es algo elevado, pero han mejorado mucho a nivel de calidad en componentes, plataforma, sonoridad e incluso diseño. Ofrecen 10 años de garantía en casi todos sus modelos y equipan las ultimas tecnologías como 12VHPWR, ventiladores silenciosos, etc.
Merece la pena dar relevancia en nuestro presupuesto para una buena fuente de alimentación. Lo agradeceréis tras unos cuantos años, cuando os olvidéis por completo de problemas de alimentación y fuentes ruidosas.
En esta guía de mejoras fuentes de alimentación tendréis más opciones a valorar recomendadas por nuestro experto.
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