La vida útil de un SSD es una característica que nos puede interesar incluso más que su rendimiento. Hace unos años, los SSD solo se consideraban unidades para acelerar nuestro sistema operativo y programas, pero hoy ya los estamos utilizando de manera exclusiva en la mayoría de PCs nuevos. Por suerte, son bastante fiables, pero hay varias maneras distintas de medir su durabilidad que pueden ser de nuestro interés.
En este artículo, te enseñaremos a conocer esta información tanto si ya tienes un SSD como si vas a comprar uno y quieres saber si será duradero. ¡Vamos allá!
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Nuestro objetivo en el artículo será ver cuáles son las medidas que nos resultarán útiles para medir la vida útil de un SSD. Todas estas mediciones las podemos encontrar en las especificaciones técnicas de tu SSD, calcularlas, o revisarlas fácilmente con un programa. Es decir, que están enteramente a tu disposición para que puedas hacerte una idea del estado de durabilidad de tu SSD.
Ojo, porque si vas a comprar un SSD nuevo, también nos interesan mucho, y hablaremos de ello en el artículo.
La primera medida que vamos a comentar es el MTBF, del inglés Mean time between failures o Tiempo medio entre fallos. Muchas veces, se suele considerar como una medida correcta de la vida útil, cuando es más bien genérica.
A nivel técnico, el MTBF se calcula con una media del tiempo que transcurre entre dos fallos de un sistema, en este caso, el SSD. De manera general, estos pueden tener valores de MTBF de, por ejemplo, 2 millones de horas, lo que equivaldría a 230 años.
Evidentemente, no es una medida que se pueda calcular de manera realista, sino que se hace mediante fórmulas. Además, ese tiempo «ENTRE» fallos implica que los habrá, y la medida también incluye el tiempo de reparación.
Lo cierto es que en SSD domésticos es una medida que en la práctica no nos sirve para nada ni nos está diciendo nada concreto si no hacemos un análisis más exhaustivo propio de los SSD empresariales o «enterprise», por lo que debemos descartarla como medida válida de vida útil.
Pasamos ahora a una medida que nos suele resultar bastante más interesante a la hora de medir la vida útil «práctica» de un SSD, y son los TBW, siglas en inglés de Total Bytes Written o Terabytes Written.
Los TBW son una magnitud definida por el fabricante que explica cuál es el límite de escrituras con el que cuentan las memorias NAND del SSD. Y es que este es el gran inconveniente de las unidades de estado sólido: no podemos escribir en ellos de manera indefinida, ya que cada vez que se escribe un dato se produce un desgaste de las celdas de memoria.
Para nosotros, los TBW son la mejor medida de referencia de la vida útil de un SSD. Y es que en cuanto los sobrepasemos podemos esperarnos problemas graves de pérdida de datos, o incluso podemos experimentar cómo el SSD se convierte en un dispositivo de solo lectura, precisamente para proteger de estas pérdidas de información.
Como decimos, los TBW los define el propio fabricante, lo que da que pensar sobre su posible «picaresca». ¿Nos darán más TBW para que creamos que el SSD es mejor de lo que en realidad es? En nuestra opinión, los grandes fabricantes de SSD no recurren a este tipo de tácticas.
Ahora bien… ¿Cuántos TBW son muchos o pocos, y de qué depende?
Debemos tener en cuenta:
Te voy a dar una referencia de lo que se suele ver en SSD de 1TB modernos: 600 TBW. Es decir, 600 TB de vida útil. Con ello, puedes hacer cuentas:
Esto es lo que se ve en un SSD TLC moderno. En SSD más antiguos, o con memorias QLC, acostumbraremos a ver menos.
¿Y cómo ver los terabytes escritos de mi SSD? Te lo mostraremos enseguida en el artículo. Ahora sigamos viendo otras magnitudes.
Sigamos con otra magnitud que nos impone el fabricante, que es el período de garantía del SSD. Básicamente, este es el tiempo en el cual el fabricante nos cubrirá todos los fallos que pueda tener la unidad de estado sólido y lo reemplazará por nosotros.
Lo más normal es que encontremos SSD con hasta 5 años de garantía. Ante ello, debemos tener en cuenta dos cosas:
Entonces, 5 años de garantía no significa que la vida útil del SSD sean solo 5 años. Simplemente estamos diciendo que, durante ese período, deberíamos estar especialmente tranquilos.
Eso sí, ten en cuenta que la garantía se acaba si llegamos al límite de TBW del SSD. Así, un SSD con 5 años de garantía y 600 TBW de durabilidad, finalizará la garantía automáticamente si nos pasamos de 600 TBW antes de 5 años.
Para ayudarnos a entender esta relación entre TBW y garantía, tenemos una medida que también es muy importante y que se denomina DWPD. Proviene de las siglas en inglés Drive Writes per Day, es decir, escrituras de la unidad por día.
Esto se refiere a cuántas veces podemos llenar el SSD por día, durante el período de garantía. Por ejemplo, en un SSD de 1TB, 5 años de garantía, y 600 TBW, tendríamos un valor de aproximadamente 0.33 DWPD. Esto significa que, para que el SSD nos dure 5 años, podemos escribir hasta un tercio de la capacidad total del SSD por día. Es bastante, ¿no?
Esto podemos calcularlo a nuestro gusto fácilmente:
DWPD = (TBW * 1000)/(365 * periodoEnAños * capacidadEnGB)
Así, podremos establecer el período en años que queramos y calcular la vida útil que tendría nuestro SSD. Podemos también utilizar la variable que nos dé la gana y despejar, de manera que podríamos calcular cuántos TBW necesitamos en función del uso que estimamos dar al SSD, o cuántos años nos durará el SSD con un ritmo de escrituras concreto, etc.
Esto nos resulta especialmente útil para calcular la vida útil de un SSD que vamos a comprar, o conocer los TBW que nos hacen falta en base a nuestro uso estimado del SSD.
Seguimos hablando sobre el concepto de S.M.A.R.T, que son el acrónimo de Self-Monitoring, Analysis, and Reporting Technology (auto-monitorización, análisis e informes). Se trata de una tecnología que permite dar información concreta del estado de salud del SSD, que se puede interpretar para conocer su estado y su durabilidad.
Para conocer los datos de SMART, aprovechamos el software CrystalDiskInfo. Este nos permite testear nuestro SSD en lo relativo a ver su estado actual, mientras que CrystalDiskMark sirve para comprobar el rendimiento, que ya es otro tema.
Pues bien, ahí podemos ver dos cosas que nos interesan:
Lo cierto es que este software nos sirve para demostrar que la vida útil de los SSD es en general muy alta, siempre que hagamos un uso normal. Es en el mundo empresarial, de los datacenters y en ciertos casos extremos cuando los TBW son especialmente importantes.
Te recomendamos la lectura de los mejores SSD del mercado para hacer una compra con la vida útil en mente 😉
Esperamos que nuestro artículo sobre la vida útil de un SSD te haya gustado y te haya servido para aclarar algunas de las dudas más importantes. Déjanos un comentario con cualquier cuestión o sugerencia que tengas 😉
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