El concepto de monitor ultrawide se ha vuelto muy popular en los últimos años, con la aparición de cada vez más opciones en el mercado. Sin embargo, todavía hay una gran polémica sobre si realmente merecen la pena, y en este artículo analizaremos los motivos en su favor y en su contra. ¡Vamos allá!
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Si hacemos una traducción directa del inglés, un monitor ultrawide es un «monitor ultra ancho», aunque la forma correcta de decirlo en español es un monitor ultrapanorámico.
Se trata de monitores cuya pantalla se alarga horizontalmente más de la cuenta, abandonando el formato 16:9 que es estándar en la inmensa mayoría de monitores y pantallas. Igual que hay formatos como el 16:10 que se extienden un pelín hacia arriba, los ultrapanorámicos se extienden hacia los lados de una forma bastante exagerada.
La idea de estos monitores es disfrutar de un mayor espacio en pantalla para trabajar con más aplicaciones o hacerlo con una visión más panorámica de las mismas. Vemos casos bastante claros como un software de edición de vídeo donde acomodar más línea de tiempo y más herramientas en pantalla, o un juego de conducción que sea más inmersivo. En cualquier caso, no debemos sacar conclusiones precipitadas sobre si merece la pena un monitor ultrawide, porque lo vamos a analizar ahora.
Expresamos el formato de un monitor (o mejor dicho, relación de aspecto) como X:Y, siendo esta una relación entre el ancho (X) y el alto (Y). Una pantalla panorámica normal y corriente es 16:9, lo que significa que por cada 16 unidades de ancho hay 9 unidades de alto.
Hay dos formatos de ultrawide que son los más comunes:
Es importante mencionarlo, porque en algunos casos pueden añadirle un efecto inmersivo muy interesante al monitor.
En el artículo nos centraremos en el formato 21:9, con una pequeña sección dedicada al 32:9.
Hay que tener en cuenta que el tamaño en pulgadas de una pantalla se determina mediante la diagonal, por lo que usar un formato distinto influye bastante. Así, una pantalla 16:9 de 24 pulgadas medirá (sin contar los marcos que dependen de cada monitor) 53cm de ancho y 30cm de alto, mientras que para llegar a una altura equivalente en 21:9 necesitaríamos 30.5 pulgadas, y tendríamos 71cm de ancho y 30cm de alto.
Esta es la ventaja más evidente, tener la posibilidad de acomodar más programas en pantalla por el mayor espacio. Con un ultrawide, tener tres o cuatro programas en la misma pantalla es algo completamente normal.
Normalmente, estamos acostumbrados a ver películas y series de la siguiente forma: o bien en formato cinematográfico con molestas bandas en la parte superior e inferior, o adaptado a pantallas panorámicas, donde perdemos información.
Con un monitor ultrawide, tendrás un formato equivalente al cinemático, por lo que verás al máximo de tamaño y calidad cualquier película buena tal y como fue concebida, mejorando mucho la experiencia de visionado.
Donde también podremos obtener un realismo muy superior es en ciertos tipos de juegos, que se ven beneficiados por el mayor campo de visión. El caso más claro son los juegos de conducción, que están muy limitados en monitores panorámicos normales. No solo tendrás una mayor inmersión en el juego, sino que te dará una ventaja competitiva.
Aquí habría que plantearse directamente la compra de un monitor ultrawide más inmersivo, es decir, en formato 32:9 y curvo. Frente a un 21:9, muchos elegirán tener 3 monitores.
El mayor espacio en pantalla simplifica la multitarea y reduce la necesidad de cambiar entre ventanas y reorganizarlas. Esto puede venirnos muy bien si tenemos que manejar mucha información al mismo tiempo, por ejemplo en profesiones relacionadas con la visualización de datos o la reproducción de contenido.
Un ultrawide nos requiere tener espacio suficiente para toda la anchura del monitor, pues debemos tenerlo recto y no doblarlo. Con dos o tres monitores panorámicos, podemos colocarlos de maneras muy distintas: juntos, con uno rotado, en vertical, o incluso podríamos comprar un soporte VESA y colocar uno encima del otro. Simplemente, es una opción más flexible.
Algunos flujos de trabajo no se van a beneficiar del mayor ancho en pantalla del ultrawide. Hay aplicaciones que no están preparadas para su uso en ultrawide, e incluso podríamos decir que para algunas personas más espacio en pantalla implica más distracción. Es algo que debes analizar por ti mismo.
Si vemos una película con formato cinemático en un monitor panorámico normal, tendremos las bandas verticales a las que estamos acostumbrados. Pero si vemos un contenido 16:9 o jugamos en 16:9 en un monitor ultrawide, veremos unas bandas laterales que pueden ser bastante molestas.
Siguiendo con el tema de las bandas, si queremos que no nos molesten lo recomendable es tener un monitor ultrawide OLED. Los monitores OLED tienen un contraste infinito, ya que los píxeles negros están apagados, por lo que estas bandas no estarán iluminadas. El problema es que su precio es elevadísimo, a lo que hay que sumarle que los monitores ultrawide son más caros y hay menos variedad de opciones de por sí.
La alternativa sería un panel VA, con contrastes de 3000:1 o 4000:1 respecto a los 1000:1 típicos de IPS, pero estos son peores para jugar y tienen malos ángulos de visión laterales.
La última desventaja tiene que ver con aquellos juegos en los que un ultrawide no es una buena opción. Hay tres casos muy claros:
Debes buscar información específica sobre tus juegos y si son idóneos para ultrawide.
La elección de un monitor ultrawide es una cuestión enteramente personal, y lo más importante es tener en cuenta las ventajas e inconvenientes que te hemos comentado. Ya hemos visto que tienen grandes beneficios para trabajar e incluso también para jugar, pero las características de los ultrawide también se pueden volver en nuestra contra.
Para trabajar, lo cierto es que mucha gente está contenta con monitores ultrawide, y, como te hemos comentado, hay casos donde puede venir especialmente bien, como para editar vídeo. Deberías comparar si merece más la pena un único ultrawide, o se puede alcanzar mejor productividad con dos o tres monitores independientes.
Para jugar, es muy fácil decidirse, pues simplemente tienes que asegurarte de que aquellos juegos que más te interesan se disfrutan más con un monitor ultrawide.
¿Y qué hay de los monitores 32:9? Este es también el momento de decidir hasta qué punto merecen la pena. A nosotros nos parecen perfectos en juegos donde se necesita mucha inmersión y que estén bien adaptados a estos ultrawide. ¿Te imaginas jugar con dos monitores a un simulador de conducción o de vuelo? Tendrías en el medio los marcos de la pantalla, arruinando tu experiencia. Un monitor 32:9 soluciona eso por completo.
En cuanto a un monitor 32:9 para trabajar, nuevamente la gran competencia viene de tener dos monitores a la vez, lo que nos da más flexibilidad a la hora de elegir y, sobre todo, requiere una menor inversión. Este es el punto clave: los monitores 32:9 se orientan al gaming, y normalmente por el precio de uno puedes comprar muchas pantallas normales.
Finalizamos este artículo con algunas recomendaciones rápidas de monitores ultrawide que te pueden venir muy bien. Son opciones para todos los presupuestos, por lo que échale un buen vistazo.
Última actualización el 2024-12-03
Comenzamos con un monitor impresionante, la mejor opción posible si buscas un ultrawide 32:9, especialmente para jugar. El Samsung Odyssey Neo G9 tiene un panel con Quantum Mini-LED que nos proporciona un contraste de 1.000.000:1, un brillo de 420 nits con HDR2000 (pico de 2000 nits), tiempo de respuesta minúsculo de 1ms GtG, resolución 5120×1440 y una tasa de refresco de 240Hz.
Además de estas características, tiene una curvatura 1000R perfecta para tener la inmersión necesaria, con lo que este monitor se carga de un plumazo muchas de las desventajas de los ultrawide que te hemos comentado.
Última actualización el 2024-12-03
Continuamos con una opción para jugar bastante más barata, más o menos equivalente en altura a un monitor de 27 pulgadas, se trata del AOC U34G3XM de 34 pulgadas, con resolución UWQHD (1440p) y un panel VA con tasa de refresco de 144Hz.
Última actualización el 2024-12-03
Como te decíamos, IPS es mejor para jugar, así que no descartes como alternativa al AOC este LG curvo IPS con las mismas características, pero sumándole unos altavoces estéreo de 7W, tasa de refresco de 160 Hz, y por supuesto también con altura ajustable.
Última actualización el 2024-12-03
Ponemos fin a nuestras recomendaciones con el Lenovo L29w-30, equivalente aproximadamente a un monitor de 24 pulgadas en su altura, que nos ofrece nuevamente una peana ajustable. En este caso la tasa de refresco es de 90 Hz, que se agradece mucho respecto a los 60 Hz habituales, con resolución 1080p y panel IPS.
¿Qué te parecen los monitores ultrapanorámicos? ¿Eres de los que elegiría un monitor ultrawide o te quedas con el formato 16:9? Te leemos en los comentarios.
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