La Corsair SF1000L es una fuente de alimentación bastante ambiciosa, pues en un compacto formato SFX-L nos proporciona nada menos que 1000W de potencia con ATX 3.0, lo que significa que está diseñada para soportar picos de consumo de hasta 2000W. Además, incluye el último conector 12VHPWR para las tarjetas gráficas RTX 40 que tanta falta hace.
Entonces, la fuente que vamos a analizar nos está prometiendo mucho en cuanto a características y calidad, lo que se complementa con 7 años de garantía y certificado Cybenetics Platinum. Nuestra tarea es revisar de forma muy exhaustiva si lo que ofrecen se cumple, y cómo se posiciona respecto a otras opciones del mercado. ¡Vamos a verlo!
Antes de comenzar, nos gustaría agradecer la confianza a Corsair por enviarnos esta fuente para su análisis.
La Corsair SF1000L se presenta en un embalaje que sigue las líneas clásicas de la marca, y que desde luego nos sorprende ya de entrada por su pequeño tamaño.
Vemos que se nos indica una certificación 80 Plus Gold, pero lo que realmente nos interesa es el Cybenetics Platinum. A estas alturas, debería ser el certificado de referencia para todas las marcas, para dejar atrás un certificado demasiado simple y obsoleto.
La caja nos indica más especificaciones en su parte trasera, con detalles de eficiencia y ruido del ventilador que nosotros vamos a verificar y contrastar. Aquí por fin vemos las insignias de Cybenetics, aunque Corsair se ha equivocado e indica un certificado Lambda Standard+. En realidad la SF1000L tiene el Standard «a secas», una señal algo preocupante sobre el ruido de la fuente. Nosotros te indicaremos si hay que preocuparse o no.
Al abrir la caja nos encontramos la fuente muy bien protegida por esa misma espuma que usan la mayoría de fuentes de calidad, y que evita daños durante el transporte. Vemos que Corsair no ha optado por incluir un estuche de cables, quizás por el tamaño de la caja, y simplemente vienen envueltos en plástico.
Se nos incluye, además de los cables modulares de la fuente: un cable de alimentación, bridas para ayudar a gestionar los cables, tornillos y un adaptador de SFX-L a ATX para que montemos la fuente en una caja normal si lo necesitamos, aunque necesitaríamos extensiones de cable porque su longitud se adapta a las necesidades de los PC pequeños (SFF).
Aunque no lo hemos incluido en la foto, nuestra unidad trae 2 cables de alimentación, fruto de una equivocación en la fábrica. Estos fallos son en realidad una buena señal, porque nos confirma que Corsair no envía «golden samples» sino muestras de productos como los que podemos encontrar en cualquier tienda, donde fallos así son más habituales de lo que parece.
Sacamos la fuente de su envoltorio protector y nos encontramos con un aparato realmente pequeño… Una fuente ATX normal tiene de dimensiones 150x86x140 (revisa los formatos de fuente de alimentación), mientras que esta SFX-L tiene 125 x 63.5 x 130 mm. Es pasar de un volumen de 1.8 litros a uno de apenas 1 litro.
Hay que tener en cuenta que SFX-L no es lo mismo que SFX. Una fuente SFX-L tiene de profundidad 130mm frente a los 100mm de SFX. Estos 3cm extra pueden ser un problema para organizar cables en algunas cajas muy pequeñas. Pero es que no queda otra si quieres que la fuente sea de 1000W y no tenga que venir con tapones para los oídos en la caja.
Precisamente, Corsair deja claro en una pegatina que la Corsair SF1000L cuenta con un modo Zero RPM por el cual «a cargas bajas a moderadas» el ventilador se mantendrá parado para un funcionamiento 100% silencioso. La traducción al español de esa pegatina sigue tan mal como siempre, así que ni caso.
En cuanto a su diseño externo, Corsair nunca decepciona manteniendo unas líneas que la diferencian de otras marcas, pero sin pasarse de extravagante. Una fuente con personalidad en su aspecto pero que no desentone mucho en cualquier PC está genial. Pero recuerda que lo importante está en el interior 😉
Por supuesto, estamos ante una fuente 100% modular. En la foto no lo parece, pero los conectores que estás viendo ahí son pequeñísimos. Si lo piensas, ¿cómo es que caben 14 conectores modulares en una fuente enana, y todavía sobra espacio? Ahora lo verás.
Todos los cables de esta Corsair SF1000L son planos, siguiendo las últimas tendencias. Incluso el ATX Y el 12VHPWR lo son.
Aquí nos interesa la cantidad total de cables incluida, que está bien para una fuente de 1000W de formato pequeño: 1 ATX, 2 CPU 8pin, 5 PCIe 6+2pin y 1 12VHPWR de 12+2pin, 8 SATA y 4 Molex. Se asemeja a una fuente ATX normal.
En cuanto a la gestión y distribución de los cables, hay varias cosillas que comentar.
Corsair incorpora en la SF1000L su estándar de cables modulares Type 5 de última generación. Se caracteriza por llevar los pequeños conectores micro-fit en la parte modular. De esta forma, las conexiones que van a la PSU son tan pequeñas y densas en potencia como el propio conector 12VHPWR.
Solo hay que comparar cómo son 8 pines PCIe al lado de 8 pines Type 5, ¡la diferencia de tamaño es abismal!
Para asegurar la compatibilidad, los 600W de potencia máxima y evitar problemas, el 12VHPWR usa 2 conectores modulares Type 5 normales en vez de ser «doble 12VHPWR» a ambos lados. Una decisión inteligente ante los problemas de este conector. De verdad, así nos evitamos problemas.
Si montamos un 12VHPWR, nos quedan todavía 4 zócalos PCIe/CPU en la fuente, lo que nos sirve perfectamente para 2 conectores de CPU y 2 PCIe, o incluso 3 PCIe si usamos el cables doble. Vamos, que la gestión del cableado da para mucho y sin duda podemos exprimir «a saco» esta pequeña fuente de 1000W.
Llega el momento que más nos gusta, el de abrir la fuente de alimentación y comprobar a fondo sus entrañas. Esto es algo que hacemos para ti, porque tú no deberías hacerlo bajo ningún concepto. Las modernas fuentes actuales no son reemplazables, hay riesgos de electrocución incluso con la fuente apagada, y sobre todo anulas la garantía si la abres.
La Corsair SF1000L está fabricada por Great Wall, compañía que ya se encargó de fabricar todas las SF anteriores. Por su gran experiencia en este segmento, la marca californiana ha confiado en ellos para esta PSU, resultando en un moderno diseño interno con LLC y DC-DC que consigue una sorprendente densidad de potencia.
Great Wall ya consiguió llegar a los 750W en SFX con la SF750 Platinum, coronándola como la mejor fuente SFX del mercado en su día. Ahora quieren repetir, con una adaptación del diseño interno que ya conocíamos. Aprovechan el mayor espacio para componentes más grandes que soporten los 1000W de potencia continua 24/7 y los 2000W de potencia pico ATX 3.0.
Por supuesto, llega con un filtrado completo que incluye un relé y termistor NTC (aunque este último anda escondido) y un MOV que estabiliza la tensión, además de todo lo necesario para evitar emisiones electromagnéticas a nuestra red eléctrica.
La Corsair SF1000L está equipada con un 100% de condensadores electrolíticos japoneses. Esto se ve en el lado primario, donde tenemos 2 condensadores principales Rubycon con capacidades de 510uF y 330uF, llegando a los 840uF al combinarlos.
Al ser de la serie MXK, duran más de lo habitual. Tienen un rating de 3000h a 105ºC, lo que si lo traducimos a una temperatura ambiente de por ejemplo 55ºC, aplicando la fórmula nos daría unas 105.000h de uso 24/7 a máxima carga, unos 12 años.
Lo normal en fuentes de alta gama es un rating de 2000h, que con la misma fórmula nos daría 75.000h u 8 años 24/7 a full, que sigue siendo una barbaridad. Si fuese un condensador de 85ºC, en estas condiciones de ejemplo duraría solo 17.000h o 2 años, de ahí la importancia de elegir unos muy buenos condensadores en una fuente como esta, que probablemente esté bastante más caliente por dentro de lo normal simplemente por su tamaño.
Además de algún condensador secundario electrolítico japonés más, la inmensa mayoría de condensadores son sólidos, de los cuales incluso casi todos son japoneses. Todos los condensadores sólidos son de una durabilidad extrema, incluso los taiwaneses duran mucho más que cualquier electrolítico japonés.
De hecho, es destacable que Great Wall ha conseguido eliminar casi todos los condensadores electrolíticos del lado secundario, algo que es una dificultad técnica más que de costes. Casi todos son FPCAP (Nichicon) con un rating de 5000h a 105ºC. Aquí habría que aplicar la fórmula de cálculo de vida de los condensadores sólidos, no electrolíticos, y seguro que daría valores exagerados de 20 años, 30 años o más.
Estos «condensadores para toda la vida» se extienden también por toda la placa modular, donde podemos ver un montón más de FPCAP. En las pruebas de rendimiento de Cybenetics vemos que, gracias a ellos, el filtrado de la energía de salida es excelente.
Los MOSFETS del raíl de 12V los firma Diodes Inc, una compañía norteamericana fundada en 1959, donde aquí lo que más nos importa es que están refrigerados de manera inteligente: se usa la propia carcasa de la fuente como disipador, algo perfecto porque seguramente la carcasa quede montada hacia arriba o el lateral, y el ventilador apagado.
En general, la calidad de soldadura es excelente. GreatWall nos tiene acostumbrados a ello.
El ventilador usado en esta SF1000L es un Corsair NR1215, cuyo fabricante desconocemos, pero que tiene rodamientos de fluido dinámico (FDB) de máxima durabilidad y un perfil «slim» necesario para acomodar los componentes en una carcasa tan pequeña.
Está gobernado por un microcontrolador digital (MCU) de la marca MicroChip, igual que en casi todas las fuentes de Corsair, por lo que podemos estar bastante tranquilos con el diseño del modo semi-pasivo en cuanto a que asegure la durabilidad del ventilador.
Siempre que analizamos una fuente con certificado de Cybenetics, incluimos en nuestra review todos sus datos de rendimiento. De esta forma, podemos presentaros una información que solo se consigue con equipamiento valorado en decenas de miles de euros, si no cientos. En el informe oficial de la SF1000L tienes todos los detalles, pero aquí te los dejaremos explicados y en gráficos cómodos.
Como siempre, agradecemos a Cybenetics que hagan esta información pública y que permitan su uso por parte de terceros. No tenemos ningún tipo de afiliación con ellos, pero valoramos mucho el trabajo que hacen por fomentar la calidad de las fuentes de alimentación.
Esta Corsair SF1000L alcanza los niveles de eficiencia Platinum tanto en 115V (red eléctrica de EEUU) como 230V (red eléctrica de Europa y parte de LATAM). En cuanto a la sonoridad, se queda con un escueto certificado Standard, el más bajo que tienen, aunque hay fuentes que ni siquiera llegan a los mínimos para obtenerlo.
La regulación de voltajes es intachable en todos los raíles, donde simplemente se va por encima del 2% en el raíl de 5VSB, que es el más irrelevante, y todavía está lejos del límite del 5%. En el raíl principal de 12V la desviación no supera el 0.55% en ningún momento, excelente.
Lo mismo vemos con el rizado. Gracias a la legión de condensadores sólidos que vimos en el análisis interno tenemos un rizado por debajo de los 20mV en todos los raíles, incluso al 110% de carga (¡1100W!). Es un rendimiento intachable por parte de esta Corsair SF1000L.
En cuanto a la eficiencia, la alta potencia penaliza las cargas más bajas, con solo un 70% al hacer las pruebas de 20W (2% de carga). Pero los demás valores son excelentes, acercándose a lo que sería un 80 Plus Platinum en 230V, pero lo importante aquí es el certificado que surge de los miles de escenarios de prueba que aplica Cybenetics para determinar la eficiencia.
La fuente aguanta 20.5ms encendida si desconectamos la alimentación estando a máxima potencia. Está por encima de lo que pide Intel para asegurar un apagado seguro, y si usamos un SAI no deberíamos sufrir ningún apagado.
Además, Cybenetics certifica oficialmente esta fuente compatible con Power Excursion de ATX 3.0. Es decir, certifican que en picos de 100us la fuente aguanta 2x su potencia total (2000W) y 3X la potencia del conector 12VHPWR solo en la GPU (600W*3=1800W). Estamos ante una fuente que aguanta cualquier tarjeta gráfica de gama alta. ¡Estupendo!
Pasamos a uno de los puntos más importantes, la sonoridad, donde queremos entender por qué esta fuente solo tiene un certificado STANDARD y si deberíamos preocuparnos.
En condiciones muy duras, a una temperatura ambiente de 40-45 grados, la fuente ni siquiera usa el modo semi-pasivo, funcionando a unas revoluciones algo altas de 770rpm desde el inicio, y alcanzando la barbaridad de 2386 rpm al 100% de carga, donde supera los 50dBa.
Esto es algo bastante normal en una fuente capaz de entregar 1000W de potencia en un tamaño tan pequeño, además de realizarse en unas condiciones especialmente irreales y duras.
A una temperatura ambiente más normal, pero todavía algo alta (30-32ºC), el modo semi-pasivo aguanta hasta los 300W de carga en el raíl de 12V siempre y cuando la carga en los raíles menores sea reducida (menos de 80W), que va a ser la situación más habitual. Esto nos confirma que la fuente es silenciosa en condiciones normales.
Sin embargo, si nos vamos más allá de la mitad de potencia, la Corsair SF1000L empieza a ser bastante ruidosa, en el rango de los 35-40dBA. Nos parece el peaje a pagar por una PSU de estas características.
La Corsair SF1000L es justo lo que se nos promete: una fuente de muy pequeño tamaño con formato SFX-L y una potencia continua de 1000W garantizados, que además funciona bajo el estándar ATX 3.0 que impone férreos requisitos para aguantar picos de potencia muy exagerados.
Esto se combina con una excelente gestión del cableado, una calidad interna que nos parece casi perfecta, certificado de eficiencia Cybenetics Platinum, un conector 12VHPWR de 600W y 7 años de garantía. Se trata de una combinación de características que hacen a la SF1000L perfecta para cualquier proyecto de PC pequeño con GPU de altísima gama, sea la que sea.
Con la Corsair SF1000L, el límite de lo que puedes montar en tu PC pequeño lo pondrá la caja, la refrigeración, el tamaño de la tarjeta gráfica… Pero la fuente jamás será un limitante.
La única limitación que vamos a tener que asumir es que, al ser SFX-L y no SFX «a secas», tienes que comprobar bien que quepa en tu caja si vas a montar un PC small form factor (SFF), que es para lo que se destina esta fuente.
Te recomendamos la lectura de las mejores fuentes de alimentación del mercado.
El precio de la Corsair SF1000L es de 220 euros aproximadamente. Es bastante menos que su «prima cercana» la ASUS ROG Loki SFX-L 1000W, que comparte fabricante (Great Wall) a un coste de casi 300 euros, pero a cambio de hacer mucho menos ruido y ganarse un certificado de sonoridad A+.
Aun así, nos parece que Corsair trae al mercado una opción totalmente recomendable, porque al fin y al cabo lo que nos interesa es la sonoridad en condiciones normales, ya que a altas cargas todo el equipo será bastante ruidoso.
Finalizamos esta review con una gran satisfacción con la Corsair SF1000L. Estamos ante una fuente que nos promete mucho y cumple en absolutamente todo, y donde solamente se queda un pelín por detrás en cuanto a sonoridad. Corsair dice que es una fuente silenciosa, y esto es cierto en condiciones normales y a cargas bajas y medias, pero en cuanto se le exige mucho la SF1000L hace bastante ruido. Como decimos, nos parece bastante normal dada su potencia y tamaño.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
1000W DE POTENCIA REAL EN UN PEQUEÑO FORMATO SFX-L | BAJO ESTRÉS ES RUIDOSA |
CERTIFICADO CYBENETICS PLATINUM Y ATX 3.0 VERIFICADO | QUE SEA SFX-L PUEDE DIFICULTAR EL MONTAJE EN ALGUNAS CAJAS SFF |
CABLEADO GENEROSO CON CONECTOR 12VHPWR | |
RENDIMIENTO ELÉCTRICO INTACHABLE | |
CALIDAD INTERNA EXTREMA | |
7 AÑOS DE GARANTÍA |
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