Realme nos ha mandado sus dos nuevos smartphone con los que pretende conquistar la gama media en 2023, hemos analizado ya la versión Pro+ y ahora nos toca el Realme 11 Pro. Este terminal nos ofrece muchas características similares a su hermano mayor, pero a un precio más ajustado.
Como cosas comunes tenemos el hardware, con CPU Dimensity 7050, batería de 5.000 mAh, pero 67W de carga rápida, pantalla de 6,7”, sonido estéreo, apartados de seguridad y por supuesto Android 13 funcionando igual de rápido. Incluso su diseño se mantiene igual a la versión superior con original trasera imitación a piel sintética. Lo que cambia es la cámara principal que es de 100 MP y pasa a tener 128 GB de almacenamiento. Habrá que ver si esto compensa su precio o no, pero el móvil tiene muy buena pinta ¡comencemos!
Agradecemos a Realme su confianza en nosotros por enviarnos este terminal para su análisis.
Comenzamos con el Unboxing de este Realme 11 Pro que a efectos prácticos será igual que el de la versión superior, consistiendo en una caja en llamativo color negro y amarillo con aperturas por deslizamiento. El contenido viene perfectamente colocado en moldes de cajitas de cartón para una mejor seguridad.
El contenido será el siguiente:
Incluso el diseño del Realme 11 Pro es igual al de la versión superior, si bien en este caso nos ha llegado el modelo, digamos, conservador, al tener una trasera lisa en color negro de policarbonato. Sin embargo podremos acceder a dos versiones en Beige y Verde que adoptan el diseño imitación a piel sintética firmado por Matteo Menotto, uno de los diseñadores textiles de Gucci. Y os aseguramos que es rompedor, proporcionando un tacto y agarre excelentes en el terminal, solo tenéis que ver la review del Realme 11 Pro+ para verificarlo.
Esta zona trasera como decimos es de plástico, y esta versión color negro tiene un acabado liso normal, aunque es imitación al aluminio con micro rugosidad para mejorar el agarre. La curvatura de los bordes laterales se funde con el marco lateral y la propia curva de la pantalla, mientras que los ajustados 8,2 mm de grosor nos darán un excelente agarre a una mano.
El panel de cámaras consiste en un amplio círculo con aproximadamente 2 mm de saliente respecto al plano principal, con borde de aluminio y panel de cristal. En él se reparten las dos cámaras en este caso, ubicada en el centro está la principal y a los lados la Macro y el flash LED. La zona de la izquierda es una mera imitación a cámara, pero realmente no hay nada. Dado que nos trae una funda de silicona, la colocaremos para proteger mucho mejor esta zona.
Damos la vuelta al terminal para ver una zona de pantalla donde destacan los bordes curvos laterales, algo que sorprende por su precio y gama, repitiendo el diseño del Pro+. Esto hace que tengamos un gran aprovechamiento de superficie del 90%, bordes 4D Dual Edge y además selfie central con agujero en pantalla muy pequeño. Obviamente tenemos protección anti rayones, pero no se detalla la versión de Gorilla Glass.
Los marcos del Realme 11 Pro tienen un acabado pulido en todas las versiones, aunque aquí pasan más desapercibidos al ser sencillamente negros. Se sienten sólidos y en teoría son de aluminio, aunque no se detalla este dato. Podemos comprobar que no hay elementos de separación, siendo por tanto un marco completo o unibody, debido a que aquí no habrá efecto jaula de Faraday por tener la trasera de plástico.
En la zona superior tenemos una pequeña abertura para el altavoz superior y a su lado uno de los dos micrófonos, mientras que la ranura sobre la pantalla para llamadas es tan pequeña que casi no se aprecia. En el borde inferior tenemos la rejilla para el segundo altavoz, puerto USB-C en la parte central, el segundo micrófono y al lado la bandeja Dual SIM. El lateral izquierdo queda totalmente libre, mientras que en el derecho tenemos el botón de encendido y los de volumen.
En este apartado tenemos características muy similares entre los terminales Realme 11 Pro y Pro+, de hecho la pantalla es exactamente la misma sobre el papel. Hablamos de un panel AMOLED de 6,7 pulgadas con bordes Dual Edge, entregando una resolución FHD+ de 1080 x 2412p, dándonos una densidad de 394ppp. Ofrece una tasa de refresco de 120 Hz y 360 Hz de respuesta táctil, brillo típico de 500 nits y 950 bits de pico, suficiente para uso en exteriores, profundidad de 10 bits y soporte para HDR10+.
Se siente una pantalla de muy buena calidad, pero en comparativa directa con la del Pro+ parece que la calibración es ligeramente distinta, pues tiene los blancos un poco menos neutros. Vemos que sus ángulos de visión son buenos, y tenemos sistema de refresco dinámico para optimizar el uso de batería, bajando los Hz cuando no sean requeridos. Como modos fijos tenemos 60 y 120 Hz. También contamos con un modo potenciador de color para aumentar la viveza de los colores en reproducción de vídeo.
Los altavoces integrados también son los mismos en ambos terminales, equipando un sistema estéreo con altavoces en la parte superior e inferior que proporciona un efecto envolvente al ser compatibles con Dolby Atmos. El volumen curiosamente es más elevado que la versión más cara, y se mantiene sin distorsión a máxima capacidad y excelente equilibrio de frecuencias, así que son plenamente disfrutables.
Junto a ellos tenemos doble micrófono con cancelación de ruido, uno arriba y otro abajo que nos tenemos que cuidar de no tapar con los dedos cuando estemos grabando. Quizás se podría haber colocado un tercer micrófono junto a la cámara, pero bueno, de esta forma se graba en estéreo puro. El sistema de vibración sí que baja de nivel considerablemente, y este se siente con menor resolución y menos directo que el del modelo superior. Digamos que es una vibración de gama media/baja.
En el apartado técnico, que nos hayamos dado cuenta, solamente tenemos una diferencia de este Realme 11 Pro respecto a la versión superior, se trata del almacenamiento, siendo de 128 GB en lugar de 256 GB para la versión que llegará a Europa. Mantiene una interfaz de tipo UFS 3.1 como terminales de gama alta, y hemos visto otra versión de 256 GB disponible en versión global en Aliexpress. En cualquier caso no habrá modelos de 512 y 1 TB como sí tenemos en el Pro+.
Para el hardware principal se ha equipado un SoC MediaTek Dimensity 7050 basado en un proceso de fabricación de 6 nm provisto de 8 núcleos a un máximo de 2,6 GHz y arquitectura ARM de 64 bits. Le acompaña una GPU Mali-G68 MC4. Este SoC es solvente para uso normal del sistema y juegos básicos, pero cuando lo exigimos sí que se notarán las limitaciones en 3D y aplicaciones pesadas.
El apartado de RAM se mantiene invariante con una sola versión de 8 GB de tipo LPDDR4X. Bastante adecuados para su precio, aunque no alcanzan el rendimiento de los chips DDR5 que se podrían equipar con procesadores un poco superiores.
En el apartado de conectividad tenemos más de lo mismo; modem 5G para la doble ranura NanoSIM, Wi-Fi 6 Dual band + Bluetooth 5.3 LE y NFC. El sistema de geolocalización será compatible con satélites GPS, GLONASS, BeiDou, Galileo y QZSS, por lo que podremos utilizar el terminal en cualquier parte del mundo.
Realme 11 Pro viene con Android 13 de fábrica y la capa de personalización Realme UI 4.0. tanto en esta como la versión superior hemos recibido una actualización de corrección de errores, y tras ella hemos sentido que la carga de aplicaciones y transiciones durante la navegación en el sistema operativo han mejorado. Llegó antes en este mismo terminal, así que pudimos comprobar directamente el comportamiento de ambos terminales.
Dicho esto, la capa se siente muy bien organizada, con diseño limpio, iconos redondos y panel de notificaciones con perfecto funcionamiento. El lado negativo de Realme es la cantidad ingente de bloatware que mete, pues tenemos más de 10 juegos preinstalados, que obviamente quitaremos, además de otras aplicaciones de tiendas como Amazon o Miravia. Dicho esto, no es una capa demasiado intrusiva, funciona de forma fluida y no hemos notado tirones ni bloqueos. Realme incluye algunas funciones extras como la barra lateral inteligente, ventanas flexibles, inicio rápido, modo audio dual, modo sueño y medición de frecuencia cardíaca desde el sensor de huella.
Los apartados de seguridad de este terminal consisten en sensor de huella bajo la pantalla y reconocimiento facial. Respecto al lector de huellas, sentimos que no es tan rápido como el del modelo Pro+, no tiene sentido al tener igual hardware, quizás sea solo una sensación por el sistema de vibración más básico, pero el caso es que no lo sentimos tan veloz. Por parte del reconocimiento facial, funciona muy bien, pese a bajar la resolución a 16 MP, este sensor de Samsung se adapta bien a las circunstancias luz-sombra y oscuridad para reconocernos adecuadamente.
Por último tenemos una batería de 5.000 mAh en este Realme 11 Pro, proporcionando una carga rápida de 67W cuyo cargador ya viene incluido en el paquete. Aunque esto debería ser normal, a día de hoy lo consideramos como una importante ventaja, y en algo más de media hora pasaremos del 0% al 100% de carga. La autonomía es básicamente la misma que la versión Pro+, un día sin problemas con uso exigente (fotos, vídeos y juegos), y más de 2 días y unas 13 horas de pantalla en uso normal/medio.
Será en este apartado donde tengamos las mayores diferencias del Realme 11 Pro con la versión Pro+.
Empecemos por los sensores traseros:
Acerca del comportamiento de este sensor podemos decir que la diferencia principal está en el tratamiento de los colores y el HDR, siendo un poquito inferior al Pro+ con sus 200 MP, mostrando imágenes un poco menos contrastadas y con colores más pálidos. En cuanto a la calidad y nitidez, pues es prácticamente igual para capturas normales, con buena adaptación para situaciones de luz y sombra o sol en el frente.
El zoom x2 lo tiene completamente dominado, pero más allá de x3 las fotos comienzan a distorsionarse en bordes, apareciendo pixelado y movimiento. En realidad no debería de pasar tan pronto en un sensor de 100 MP, es decir, un x3 o x4 aún es viable en otros sensores como el Samsung, pero a este le cuesta un poco más. El desempeño del modo retrato del sensor trasero es casi mejor que el del 11 Pro+, y además podremos variar el focal para tener un efecto bokeh más o menos acentuado.
Si bien es cierto que tenemos sensor macro, nos ha gustado más el rendimiento del sensor principal con el modo Calle, que nos permite hacer capturas a corta distancia, dándonos una nitidez excelente siempre que las condiciones de luz sean buenas. El comportamiento en modo noche es realmente similar en ambos smartphone, siendo este caso un poquito inferior en el balance de blancos y calidad del enfoque. Utilizando el flash también salen fotos un poco más blanquecinas.
Pasamos a ver las capturas de vídeo, donde también el rendimiento es similar, notándose una imagen obviamente de calidad en las capturas en 4K, pero con una estabilización mejorable, notándose demasiado el bajo framerate en ocasiones. De hecho en FHD60 dicha estabilización es incluso un poquito mejor. Lo que sí tenemos claro es que el terminal no da el nivel para creadores de contenido, pero sí para vídeos ocasionales nivel aficionado.
El selfie también se ha descafeinado un poco al montar un Samsung S5K3P9 de 16 MP en lugar del Sony IMX615 de 30 MP de la versión más cara. El comportamiento no obstante, es muy similar, cierto es que no tenemos tanto detalle o nitidez cuando pellizcamos las fotos, pero su adaptabilidad a las condiciones de luz es bastante similar. En el apartado de color nos ha pasado algo similar al sensor principal, lo notamos con un tono más pálido y menor contraste.
Probando el Realme 11 Pro y Pro+ al mismo tiempo, nos resulta complicado quedarnos con uno de ellos, pues ambos tienen muy buenas herramientas por su precio, y en muchos aspectos son similares. De hecho esta es una de las ventajas principales del modelo barato, pues por ejemplo, a nivel de rendimiento del sistema y apartados multimedia, es exactamente igual al tener misma pantalla, sonido, sistema operativo, hardware y conectividad.
En el apartado fotográfico nos decantamos por la versión Pro+, ya que el gran angular, pese a no ser excelente, suma, y el comportamiento del sensor es un poco mejor en todos los apartados que el de 100MP de este modelo. No obstante, si vamos a disparar fotos sin complicaciones, el teléfono se comporta bastante bien incluso en modo noche, el selfi también es bastante similar en ambos casos, pero de nuevo gana el del modelo Pro+. Si nuestro enfoque es grabación de vídeo, ninguno de ellos es un portento pese a tener estabilizador OIS.
Mejores smartphone de gama media
El apartado de diseño es uno de los más potentes para su gama, no tanto esta versión negra, pero sí aquellos con acabado trasero efecto piel sintética, proporcionando originalidad y muy buena experiencia de agarre. El sistema de vibración es un poquito más básico en este móvil, y Android 13 sigue teniendo mucho bloatware, pero a nivel de fluidez va muy bien. La autonomía es excelente con 5.000 mAh, pero el mejor detalle es incluir el cargador de 67W junto al móvil.
Este Realme 11 Pro se presenta por un precio oficial de 399€, que se rebaja a 350€ desde el 20 al 30 de junio de 2023. Ojo al dato, porque siendo similares en muchos aspectos, este móvil cuesta 120€ menos que la versión Pro+. Pese a tener peores cámaras, el resto del terminal es casi igual y por ello es el modelo que recomendaríamos por calidad/precio para la gama media. Este terminal está compitiendo con los Redmi Note 12 Pro 5G y POCO x5 Pro, con la ventaja de ser un modelo recién salido y con diseño rompedor.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
DISEÑO ORIGINAL Y ROMPEDOR PARA SU GAMA | SISTEMA CON MUCHO BLOATWARE |
BATERÍA DE 5.000 MAH CON CARGADOR DE 67W INCLUIDO | NO TIENE GRAN ANGULAR |
PANTALLA AMOLED CURVA DE 120 HZ | UN MEJOR AJUSTE DE CÁMARAS MEJORARÍA EL RANGO DINÁMICO |
SOC ADECUADO PARA SU PRECIO | SISTEMA DE VIBRACIÓN INFERIOR AL 11 PRO+ |
ANDROID 13 BIEN OPTIMIZADO | |
BUEN APARTADO SONORO | |
PAQUETE DE CONECTIVIDAD COMPLETO | |
RELACIÓN CALIDAD/PRECIO |
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