La batalla de la inteligencia artificial generativa tiene varios contendientes. Sin embargo, Google vs. OpenAI sería el enfrentamiento más lógico. La primera ha lanzado Google Bard, una plataforma que pretende plantar cara a ChatGPT. Además, se espera que sus capacidades a la hora de crear textos se integren en el buscador.
Sí, somos conscientes de que Microsoft ya está dando pasos con Bing en el campo de las búsquedas. No obstante, a pesar de sus avances, consideramos que el impacto potencial de Google Bard en miles de millones de usuarios y la popularidad que ha alcanzado ChatGPT y OpenAI son condicionantes que sitúan a ambas compañías en el centro de todo este embrollo.
Por eso, en este artículo enfrentamos a Google vs. OpenAI, es decir, a Bard vs. ChatGPT.
Índice de contenidos
Antes de comenzar a comparar ambos chatbots, es pertinente que hagamos algunas aclaraciones. Lee atentamente los siguientes puntos para tener claro qué tipo de enfrentamiento entre Google vs. OpenAI vas a ver aquí:
Veamos cuáles son las diferencias entre la propuesta de Google con Bard y la de OpenAI con ChatGPT. Y lo hacemos repasando cinco aspectos que consideramos fundamentales.
La velocidad de respuesta de un chatbot es determinante. Si el tiempo que tarda en generar el texto correspondiente es alto, es posible que haya mejores formas de obtener información.
Para comprobar quién es más veloz, hemos lanzado esta petición:
¿Quién ha sido el más rápido? Sin entrar a analizar si el contenido del texto es correcto o pura fantasía, Google Bard se ha mostrado increíblemente veloz. De hecho, ha tardado unos 6 segundos en completar la operación. ChatGPT, por su parte, se ha demorado más del doble y ha necesitado unos 17 segundos para completar el texto.
En este campo, el punto es para Bard, que en la mayoría de las tareas es mucho más rápido. Además, prescinde del efecto visual de la máquina de escribir. Eso significa que el resultado aparece al instante, sin necesidad de que el usuario deba esperar a que se complete la respuesta.
La veracidad de las respuestas es el talón de aquiles en las IA generativas. De hecho, en muchas ocasiones, priman dar una respuesta por encima de que esta sea verdad. No está de más recordar que ChatGPT y Google Bard tienen como objetivo generar contenido, no validar datos. Por eso, siempre recomendamos tener el control de la información y que sea tú quien aporta los datos de entrada.
Es difícil determinar cuál de los dos se apega más a la verdad, porque los resultados varían en función de la consulta y del idioma empleado.
A pesar de ello, hemos hecho una prueba con una petición claramente envenenada:
En la ciudad de Girona no existe el tranvía. Google Bard cree que sí, y nos da unas indicaciones erróneas, diciendo que cojamos este transporte en la parada de Salt, que no existe. Luego, nos recomienda que visitemos la web de la compañía de autobuses. Es obvio que confunde un transporte con otro.
Por el contrario, ChatGPT acierta en esta ocasión y nos dice que no tiene constancia, al menos hasta 2021, de que este servicio esté operativo.
En general, ambos sistemas son propensos a alucinar y a inventarse cosas. Dependiendo de la petición solicitada, tanto Bard como ChatGPT darán credibilidad a más de una mentira o, directamente, generarán un bulo.
Google Bard cuenta con algunas funcionalidades interesantes que no existen en ChatGPT. Su integración con otros servicios de la compañía es realmente interesante. Algo que nos ha gustado es que puedes buscar más información sobre la respuesta proporcionada (botón Google IT) o exportar el texto a Google Docs o Gmail.
Otra cuestión que debes tener en cuenta es que Bard es capaz de hacer consultas en Internet, conociendo datos recientes. Por ejemplo, ChatGPT no sabe que Elon Musk compró Twitter, mientras que Bard sí.
Además de esto, las funciones de ambos modelos son muy similares. Tanto Bard como ChatGPT hacen cosas como estas:
Por el momento, Google Bard solo está disponible en inglés. ChatGPT es el claro ganador en este campo, admitiendo una ingente cantidad de lenguajes.
Otro punto en el que ChatGPT gana es que está disponible en todos los países de la Unión Europea, incluido España. Lamentablemente, Google Bard únicamente es accesible mediante VPN en estos territorios.
Finalmente, echamos un vistazo a la interfaz de usuario. En este sentido, nos encontramos con dos servicios muy similares.
Ambos cuentan con un botón para iniciar una nueva conversación, ofrecen historial de conversaciones, tienen modo oscuro y un cajón de texto donde escribir los prompts. Básicamente, sus interfaces son calcadas e integran todo lo que puedes esperar de un chatbot.
¿Ya has podido probar Google Bard? Déjanos tu opinión en los comentarios y participa en nuestra comunidad. ¡Te leemos!
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