Tenemos ante nosotros una de las mejores cámaras web del mercado, la Razer Kiyo Pro Ultra que viene para ofrecer una calidad similar a una cámara DLSR. Para ello utiliza un sensor Sony Starvis 2 de 8,3 MP y focal F/1.7 plagado de opciones de control desde Synapse 3 para darle upgrade profesional a tu setup de creador de contenido. Ofrece resolución 4K 30 FPS o 1080p 60 FPS con gran ángulo de captura, junto a dos micrófonos omnidireccionales que también funcionan muy bien en llamadas y chats. Veremos aquí su review escrita y pruebas directamente sobre el terreno.
Agradecemos a Razer su confianza en nosotros al enviarnos esta webcam para su análisis.
Siendo fiel a su estilo Razer nos ofrece esta Kiyo Pro Ultra en una caja tipo estuche de cartón rígido con una excelente protección inferior donde se ha colocado la cámara junto a sus accesorios.
El contenido será el siguiente:
La base de diseño de esta Razer Kiyo Pro Ultra es la misma que el modelo Kiyo X y Kiyo Pro, pero se nota el aumenta de tamaño para albergar el sensor 4K y su correspondiente hardware. Su fabricación utiliza aluminio y plástico, con un peso relativamente elevado que no es problema para colocarlo sobre la pantalla de un portátil o monitor.
Partimos de la base del dispositivo, la cual consiste en un mecanismo articulado tipo pinza construido en plástico y goma, el cual podremos apoyar en la mesa o sujetarlo sobre el borde de la pantalla de nuestro monitor o portatil. Para ello cuenta con un pequeño borde frontal y rango de apertura de 180º con bisagra dura para admitir cualquier posición estable.
Una segunda articulación une este pie con la propia cámara, compuesta por una bisagra con 90º de recorrido y un tornillo de rosca universal. Esto significa que la webcam será compatible con trípodes genéricos y no solo con la base que incluye, dándonos más versatilidad para colocarla en setups profesionales.
Subimos la zona de cámara partiendo de un diseño cilíndrico con 75 mm de diámetro y 60 mm de profundidad, fabricado partir de carcasa de aluminio de gran calidad. En la zona trasera tenemos una rejilla de ventilación, mientras que la sección frontal incorpora un sistema de obturador manual para cerrar y proteger el sensor. Nos ha encantado este detalle, y aún podría haber sido mejor si el sistema fuese automático, ¿quizás para la próxima generación?
En la zona frontal vemos el sensor ubicado en el centro, bastante metido hacia dentro, y una tapa de cristal para asegurar su perfecta protección. Alrededor tenemos la cubierta de plástico con el logotipo de la marca e inscripciones sobre las características técnicas del sensor, focal, tamaño, diámetro y resolución. A cada lado tenemos los micrófonos omnidireccionales y justo encima en LED indicando cuándo la cámara está conectada.
Dejamos atrás el análisis externo para centrarnos en el sensor que da vida a esta Razer Kiyo Pro Ultra, que dice ser el más grande que se ha colocado en una webcam. Razón no le falta, porque este Sony Starvis 2 es capaz de ofrecer una resolución máxima 4K 30 FPS y vídeo sin comprimir a 4K 24 FPS con encoders YUY2 y NV12. Además también funcionará a resoluciones 1440p 30 FPS, 1080p 60 FPS y 720 60 FPS, adaptándose a las necesidades de uso, ya sea para streaming, vídeo o simples llamadas de trabajo.
El sensor es capaz de capturar 3,9 veces más luz que cualquier otra webcam gracias a su tamaño 8,5 mm o 1/1,2”, tamaño de pixel de 2,9 μm y apertura focal F/1.7 al nivel de un sensor de smartphone por ejemplo. Es capaz de ofrecer buena calidad de imagen con poca luz, contando con enfoque automático, zoom digital, rastreo facial mediante IA con enfoque estable y buen efecto bokeh como si se tratase de una cámara réflex. Admite campo de visión de hasta 82º y HDR para reforzar los colores.
Para ello dispone de conectividad por cable USB Type-C 3.0 extraíble, suministrando un cable mallado de buena calidad, aunque un poco rígido. También se podría haber incluido adaptador para entrada USB-C en el otro extremo, de esta forma podríamos utilizarla directamente en equipos Max-Q que no tengan la primera opción. El fabricante asegura compatibilidad con Windows y las aplicaciones OBS y Xsplit, aunque es lógico pensar que también soporta Streamlabs y otras aplicaciones de captura. El problema es que Synapse solo está disponible para Windows, no para Apple.
Por parte del sistema de captura de sonido también tenemos características aceptables para sus dos micrófonos situados a cada lado del sensor. Estos ofrecen rango de captura omnidireccional en rango lejano, con sensibilidad de -26 dB y calidad de 16 bit a 48 kHz. Son parámetros inferiores a los de un micrófono de base o incluso de headset de gama media, pero harán un buen trabajo en videollamadas y uso básico, no pidáis más. Un sistema de supresión de ruido hubiese mejorado la limpieza en entornos ruidosos, por ejemplo con la torre de ordenador al lado o ventiladores.
Para abrir todas las posibilidades de control que nos dará esta Razer Kiyo Pro Ultra debemos instalar el software Synapse 3, procedimiento que se activará automáticamente cuando conectemos la webcam al equipo.
A grandes rasgos las opciones están divididas en tres secciones y una vista previa en tiempo real, siendo la primera de ellas Cámara. Aquí tenemos la opción de zoom digital, la cual estará activa para resoluciones inferiores a 4K si desactivamos la opción de compensación de la distorsión del objetivo. La opción no funciona del todo bien en determinadas resoluciones generando artefactos cuando intentamos aumentar el zoom, mientras que otras veces el ajuste se queda guardado incluso cambiando de resolución.
El resto de opciones sí que nos han funcionado correctamente, entre las que tenemos enfoque automático o manual, el cual será más o menos rápido dependiendo de la cantidad de luz que haya en la escena, la resolución y la calidad de imagen de imagen seleccionada. Contamos con modo de seguimiento estándar o centrado en la cara, el cual mantendrá el enfoque en el rostro incluso si nos movemos. La opción de exposición permite ajustar, obviamente los niveles de luz, automática o manualmente respecto a la cara, zona central o toda la escena.
En la sección de Procesado podemos seleccionar la resolución de trabajo, calidad de la codificación, modo HDR, así como opciones rápidas para compensación de la distorsión (la desactivaremos para usar el zoom), compensación si tenemos baja luminosidad y opciones de reducción de ruido.
Finalmente en el apartado de imagen tenemos algunos filtros para retocar el color de la escena tanto en temperatura de color general como en detalle, brillo y saturación. Soporta modo espejo, marca de agua, aunque parece que no podemos personalizar la información de ella y anti-parpadeo por si utilizamos iluminación de 50 o 60 Hz.
Salvo el detalle del zoom, la aplicación nos ha funcionado bastante bien salvo algún que otro bloqueo temporal mientras se aplican los ajustes. Dicha configuración podremos almacenarla en la cámara o el software para utilizarla a través de perfiles. Al menos en el escenario de pruebas durante la review escrita hemos notado un enfoque automático algo más lento de lo que esperábamos, quizás por tener poca luz de fondo.
En cuestión de resolución y calidad de imagen, la cámara es impresionante, mostrando una imagen completamente clara y sin ruido, manteniendo muy estable la exposición y generando un efecto bokeh agradable. Cuando conseguimos aplicar bien el zoom vemos que la calidad de imagen sigue siendo impecable, alcanzado un amplio rango de enfoque. Los ajustes nos permiten hacer prácticamente cualquier cosa con ella, salvo colocar efectos, de los cual ya se encargará el programa que utilicemos para retransmitir.
Si nos centramos solo en el mercado de webcam, esta Razer es la más potente sobre el papel y en la práctica, mostrando una calidad de imagen apabullante digna de setups de creadores de contenido de alto nivel. De hecho es un modelo que aprovecharíamos más para grabar vídeos o gameplay que para streaming en Twitch al estar limitados a 1080p.
El sensor de Sony ofrece una gran adaptabilidad a la luz y escenarios, contando con una gran cantidad de opciones de control desde el software de la marca, aunque aún deben refinarse opciones como el zoom digital y ampliar compatibilidad con Apple. Ofrece un buen efecto bokeh, enfoque continuo con seguimiento facial e imagen 4k 24 FPS sin comprimir, ideal para edición. Solamente nos ha parecido un poco lento el enfoque cuando las condiciones de luz no son idóneas. Los micrófonos serán válidos para llamadas, pero no dan la talla en just chatting y grabación.
Echa un ojo a nuestra guía de las mejores webcam del mercado
En cuanto al diseño, pocas pegas se le pueden poner, construcción de excelente calidad, base articulada para colocarla sobre pantallas, soporte roscado para trípodes universales e incluso un obturador manual para guardar nuestra privacidad cuando sea necesario. Recordemos que debemos tener una conexión USB 3.0 al menos para que la imagen vaya totalmente fluida.
El precio oficial de esta Razer Kiyo Pro Ultra será de nada menos que 350€, cifra que realmente no se queda lejos de una cámara DSLR como la Canon EOS 2000D. La cuestión es que para twitch no aprovecharemos su resolución 4K, pero es mucho más barata que una Sony Alpha 6600, la cual está más enfocada a grabación con calidad de estudio. ¿Dónde nos deja esto? Pues en un lugar intermedio, no grabaríamos videoreviews con ella, pero para streaming y gameplay grabado la verdad es que va de fábula.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
CALIDAD DE IMAGEN NIVEL DSLR CON HDR | HAY QUE PULIR ALGUNAS OPCIONES DE SYNAPSE 3 |
DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN PREMIUM CON OBTURADOR MANUAL | ENFOQUE ALGO LENTO CON BAJA LUZ |
BASE ERGONÓMICA, COMPATIBLE CON TRÍPODES UNIVERSALES | MICRÓFONOS DE CALIDAD BÁSICA PARA LLAMADAS |
GESTIÓN POR SOFTWARE MUY COMPLETA | PRECIO |
EFECTO BOKEH REALISTA |
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