Es momento de sentarnos coger el mando y disfrutar de este proyector ViewSonic M1 Pro, el cual está diseñado para ofrecernos la máxima portabilidad con base 3 en 1 y batería de 12.000 mAh. Es una evolución del modelo normal el cual mejora la resolución a 1280x720p alcanzado 150 pulgadas a 3,5 m. Su diseño compacto no es problema para ofrecernos una amplia conectividad con Bluetooth, Wi-Fi 5, USB-C y HDMI, así como dos altavoces Harman Kardon que suenan de maravilla.
Agradecemos a ViewSonic su confianza en nosotros por cedernos este proyector para su análisis.
Comenzamos el análisis llevando a cabo el Unboxing del ViewSonic M1 Pro, el cual nos llega en un estuche de cartón rígido alargado donde tenemos el producto principal a su vez dentro de un estuche, junto a los distintos cables de conexión.
El contenido del paquete será el siguiente:
El ViewSonic M1 Pro mantiene la misma base de diseño que el modelo ViewSonic M1, pero sus esquinas y bordes se hacen más redondeados y mejora sustancialmente el apartado estético con el acabado en tela de la zona superior. Está construido principalmente de plástico rígido, manteniendo color gris claro y un ajustado peso inferior a 1 kg.
El elemento más relevante de su diseño es sin duda la base 3 en 1, la cual consiste en un pie en formato palanca que sirve para cubrir la zona frontal y lente del proyector, es un switch para encender y apagar el dispositivo, y por supuesto un pie de apoyo con libre orientación de 360º. Parece tener la suficiente rigidez como para soportar el peso del dispositivo sin que se pueda torcer con el peso tras mucho tiempo en pie. Plegado es sumamente compacto, tanto que cabe que cualquier bolso de tamaño medio, aunque ya tenemos un estuche para su almacenaje.
La zona superior mejora estéticamente con un recubrimiento de tela suave que deja ver los 3 controles manuales para el volumen y play/pause, así como los LEDs de estado ubicados debajo de la tela. En la parte trasera tenemos serigrafiado el fabricante del sistema de sonido, esta vez bien centrado y visible.
Además de poder colocarse sobre cualquier base de escritorio, en la base del dispositivo tenemos el adaptador roscado para soporte de trípodes universales.
Los altavoces están ubicados a los lados del ViewSonic M1 Pro, aunque es en el lado derecho donde tenemos la rueda para el enfoque manual y el panel de puertos discretamente escondido bajo una tapa de plástico con cierre magnético.
Continuamos con la zona de puertos del ViewSonic M1 Pro donde tenemos lo siguiente:
En los 3 puertos de vídeo soportan resolución de entrada de 1920x1080p, aunque la salida será a 1280x720p. Los dos puertos USB soportan entrada de vídeo, aunque uno de ellos suministra carga de 10W (5V/2A) a periféricos y el otro es una entrada de 45W para la alimentación del proyector.
Respecto a la conectividad inalámbrica tenemos Bluetooth en su versión 4.2 compatible con dispositivos Android y iOS, así como Wi-Fi de 5 GHz para conectar dispositivos como pantalla inalámbrica siempre que pertenezcan a la misma red.
Además del diseño y conectividad, el ViewSonic M1 Pro mejora sustancialmente las prestaciones respecto a su predecesor. Su lámpara LED eleva la resolución nativa hasta 1280x720p y profundidad de 1.70 miles de millones de colores, mejorando la nitidez cuando utilizamos diagonales de gran tamaño. La vida útil de la lámpara se estima en 30.000 h, lo típico.
Tratándose de un proyector pequeño esta resolución es más que suficiente, soportando un máximo de 150 pulgadas en formato 16:9 a una distancia de 3,52 m. Sin embargo a esta distancia la nitidez empieza a resentirse, así que lo ideal será quedarnos a unas 100-120” si tenemos al menos 2 m de profundidad en la habitación. Ofrece un contraste de 12000:1 y brillo máximo de 600 ANSI, datos más que aceptables si tenemos poca luz en la habitación, aunque lo ideal seguirá siendo estar completamente a oscuras.
Resulta muy útil tener ajuste keystone automático vertical de ±40º y ajuste automático de esquinas, de esta forma no necesitaremos tener el proyector completamente horizontal. Soporta zoom digital de 0.8x a 1.0x, modos horizontal e invertido para posiciones en escritorios y techo. Cuenta con una frecuencia de refresco de 23 a 120 Hz, e input lag de 68 ms, así que podremos jugar de forma fluida con él, aunque el lag se dejará notar en juegos competitivos.
Aunque soporta altavoz Bluetooth, cuenta con un contundente sistema de audio compuesto por dos altavoces Harman/Kardon de 3W, los cuales funcionan muy bien tanto en calidad de sonido como potencia máxima. Tiene un buen equilibrio de frecuencias, al mismo tiempo que proporciona muy buenos graves pese al pequeño espacio del proyector, suficientes para cubrir una habitación grande o ver contenido en el exterior.
La configuración del ViewSonic M1 Pro se lleva a cabo a través del mando a distancia, cuyo emparejamiento con el dispositivo lo llevaremos a cabo presionando simultáneamente la rueda de opciones y botón atrás. Seleccionamos idioma, lo conectamos a una red Wi-Fi cercana y configuramos la posición. Nos pedirá que actualicemos el firmware, pero parece que el proceso no surte efecto durante el proceso de configuración, así que lo llevamos a cabo tras estos pasos manualmente.
Estamos situados en el menú principal, que por cierto, no está en español pese a seleccionar nuestro idioma, desde el cual accedemos al almacenamiento interno, tienda de aplicaciones, conectividad y modo espejo de pantalla. La rejilla de aplicaciones nos permite cierto grado de personalización al poder añadir accesos rápidos. Respecto al almacenamiento de 16 GB integrado, ya viene preconfigurado con un árbol de directorios.
La tienda cuenta con la mayoría de aplicaciones importantes para las plataformas de pago y gratuitas como Twitch, YouTube e incluso KODI o VLC, así que no está nada mal. Dispone de función Bluetooth para emparejamiento con smartphone y compartir la pantalla, altavoces portables o auriculares.
En settings tenemos la configuración principal del proyector como son los parámetros Wi-Fi en detalle, configuración trapezoidal manual o automática, zoom, fecha y hora, fuente de vídeo predeterminada al encender, gestión de energía y configuración de audio con distintos perfiles. La configuración de imagen la llevamos a cabo cuando conectemos la fuente de vídeo, contando con 4 modos de color los cuales poder personalizar desde el modo avanzado, temperatura de color, gamma, etc.
Sin duda su principal punto fuerte es la visualización de vídeo de cualquier plataforma con una diagonal en torno a las 120 pulgadas con la habitación lo más oscura posible. El modo Cine es la configuración de imagen más cómoda para nosotros, ya que muestra una temperatura de color equilibrada, buen contraste y colores de excelente calidad. Sentimos unos colores naturales y de buena saturación incluso con el brillo a la mitad. Con el brillo máximo se pierde cierto nivel de contraste, pero hemos quedado muy satisfechos con la calidad de blancos sin apenas efecto verdoso.
Su nitidez nos ha sorprendido positivamente incluso con diagonales muy grandes, y el ajuste de enfoque manual nos permite dejar la imagen perfecta para poder utilizar el ordenador a través del proyector. El rendimiento en juegos no será destacable en este proyector debido a la baja resolución, por un lado tenemos un refresco de 120 Hz con el cual experimentar excelente fluidez, aunque sentimos un pequeño lag sobre todo en juegos de shooter como Doom.
La calidad de sonido es muy buena, realmente sentimos que estamos ante un equipo potente e incluso más grande lo que realmente es por profundidad de graves, volumen máximo y claridad. A un 85-90% iremos sobrados para experimentar inmersión en una habitación de unos 20 m2. Los perfiles de sonido sinceramente no dan mucha diferencia, de hecho nos gusta el que viene por defecto, y salvo que tengamos un altavoz bluetooth muy potente, merece la pena utilizar los integrados.
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La experiencia de uso con el sistema operativo de ViewSonic es sencilla y rápida, con opciones bien explicadas y accesibles, aunque la variedad de aplicaciones en la tienda no es tan amplia como en Google Play. Contar con HDMI, USB-C, Wi-Fi y Bluetooth dará gran versatilidad como fuente de entrada de vídeo o pantalla inalámbrica, aunque el USB-A debería ser al menos 3.2 Gen1 para un mejor ancho de banda si reproducimos desde disco duro portable.
A nivel de diseño no hemos tenido queja alguna, ya que su base es estable y la bisagra mantiene firme la orientación del proyector aunque movamos el escritorio. Parece que el pie no cede tras varias horas en la posición normal, y el ajuste trapezoidal automático es bastante bueno. Vemos que no hay aura alrededor de la proyección ni esquinas deformadas. El mando a distancia bluetooth funciona mucho mejor que el IR típico al poder movernos con mayor libertad.
El precio de este ViewSonic M1 Pro será actualmente de 599€, una cifra que se queda muy cerca del modelo ViewSonic M2 de 660€ el cual supera a éste en brillo y resolución, pero sin batería. El rival de este modelo será el BenQ GV30, el cual es más barato, pero también más voluminoso y con menos brillo, así que nos quedaríamos con la opción de ViewSonic, que además es opción recomendada por calidad/precio.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| DISEÑO COMPACTO Y VERSÁTIL | ECHAMOS EN FALTA CONEXIONES 3.0 |
| BUEN COMPORTAMIENTO DE COLOR E IMAGEN EN 100-120” | AUTONOMÍA LIMITADA, PERO SIMILAR A SUS RIVALES |
| SONIDO POTENTE Y CLARO | EL ENFOQUE ES MANUAL |
| CONECTIVIDAD MUY AMPLIA | |
| SISTEMA OPERATIVO SENCILLO DE MANEJAR |
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Última actualización el 2024-11-21
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