¿Sabrías explicarme qué es el WiFi? Con más o menos tecnicismos, seguro que sí. Ahora bien, ¿qué me dices el LiFi? Es posible que sea la primera vez que escuchas este término. Quizá, por lo parecido que son ambos términos (solo cambia la primera letra, W por L), te imagines que se trata de algún tipo de conexión inalámbrica. Pues si esa es tu idea, estás en lo cierto. Pero, ¿qué más tienes saber sobre el LiFi?
En este artículo encontrarás toda la información que debes conocer sobre esta tecnología. Primero te vamos a explicar qué es y para qué sirve. Después, hablaremos sobre su funcionamiento y algunos aspectos técnicos que hacen que esta tecnología de transmisión de datos sea muy interesante. ¡Quédate con nosotros!
Índice de contenidos
El LiFi es una tecnología de transmisión de datos que utiliza la luz para establecer comunicaciones entre dispositivos. Se trata de un planteamiento muy diferente al del WiFi. En lugar de usar ondas de radio, se sirve de la intensidad de la luz para transmitir datos.
Como veremos más adelante, esta tecnología es capaz de transmitir información a una velocidad considerable. Lo logra al emplear los espectros de luz visible, ultravioleta e infrarroja como conductores.
Es importante remarcar que actualmente solo las lámparas LED sirven para la transmisión de datos en luz visible. ¿Y en qué casos se aprovecha más esta tecnología? Lo cierto es que se trata de una solución muy útil en lugares donde la interferencia electromagnética es un problema. Por ejemplo, el LiFi es una tecnología propicia para aviones, hospitales o instalaciones militares.
A continuación, te presentamos un listado con los hitos más importantes en la historia del LiFi:
El LiFi no exige un cambio de comportamiento en los usuarios finales. En ese sentido, su funcionamiento es muy parecido al del WiFi. Por lo tanto, en el caso de que se implemente en un espacio, no hay que seguir un procedimiento especial para obtener conexión.
Evidentemente, las diferencias entre el WiFi y el LiFi radican en el ámbito técnico. El LiFi utiliza la luz de los diodos emisores de luz (LED) para transmitir datos, de manera similar a como el WiFi aprovecha las ondas de radio. La transmisión de datos es posible gracias al encendido y apagado de la corriente de los LEDS a una velocidad muy alta. Huelga decir que este proceso es imperceptible para el ojo humano.
Otro punto destacable es que las tecnologías que permiten la itinerancia entre varias celdas LiFi, también conocidas como traspaso, pueden permitir una transición sin problemas entre emisores. Por el contrario, y a diferencia de WiFi, las ondas de luz no pueden traspasar las paredes. Así que hablamos de una tecnología inalámbrica de un alcance mucho más corto.
Este hecho tiene un impacto en la seguridad, ya que existe un menor potencial de piratería. A pesar no poder emitir señal a través de muros y puertas, la línea de visión directa no siempre es necesaria para que LiFi transmita una señal, puesto que, gracias a la luz reflejada en las paredes, se pueden alcanzar velocidades de hasta 70 Mbit/s.
Finalmente, el LiFi es potencialmente útil en áreas donde se precisa que no haya interferencias electromagnéticas, como mencionamos anteriormente.
Aunque se esperaba que el LiFi fuera un sustituto al WiFi y que tuviera un crecimiento considerable, la realidad es que esto no ha sido así. De hecho, en comparación con el WiFi, esta tecnología presenta algunas desventajas relevantes:
Y tú, ¿qué opinas de la tecnología LiFi? ¿Crees que puede competir en el futuro con el WiFi? Déjanos tu opinión en los comentarios. ¡Te leemos!
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