A menudo, utilizamos los términos GPT-3, GPT-4 y ChatGPT de manera indistinta, como si todos estos conceptos fueran exactamente lo mismo. Pero, ¿te has preguntado en qué se diferencian? En esta guía te lo vamos a explicar con todo lujo de detalles. Primero, vamos a mostrarte qué es GPT-4 y ChatGPT y, luego, con un ejemplo, ayudarte a entender las divergencias entre ambos términos.
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Para conocer las diferencias entre GPT-4 y ChatGPT, lo mejor es que te expliquemos qué es cada uno. Lo vamos a hacer sin entrar en tecnicismos. Nuestra intención con esta guía es que sea entendible para todo tipo de personas, incluso para aquellas que no tienen tantos conocimientos sobre el tema.
GPT-4 es la nueva versión del modelo conversacional por inteligencia artificial de OpenAI. Básicamente, hablamos de una inteligencia artificial que permite a algunas aplicaciones generar diálogos con el usuario para que ofrezca asistencia en peticiones que le encomendamos. No obstante, es un motor capaz de desempeñar otras tareas, como procesar datos, programar y redactar texto desde cero.
Como sus anteriores versiones, por ejemplo, GPT-3, GPT-4 se basa en el procesamiento del lenguaje natural (NLP). Eso significa que una red neuronal profunda para generar textos coherentes y relevantes a partir de una entrada proporcionada por el usuario (prompt). Por ejemplo, podemos pedirle que nos escriba un resumen de un artículo, que nos cuente una historia, que nos haga una pregunta o que nos dé una opinión.
GPT-4 se diferencia de sus versiones anteriores por su tamaño y capacidad. Según informaba la propia OpenAI, GPT-3 tiene unos 175 mil millones de parámetros. Esto le permite aprender de una gran cantidad de datos y producir textos más precisos y variados. De GPT-4 no han trascendido tantos datos, pero algunos medios explican que su sucesor, GPT-4, podría incluir unos 100 billones de parámetros, lo que supone unas 600 veces más que GPT-3.
Para probar GPT-4 se necesita tener acceso a la plataforma de OpenAI. Por el momento, solo está disponible en ChatGPT Plus, una versión de pago del chatbot de la compañía. Sin embargo, ya hay algunas aplicaciones de terceros que lo están integrando.
ChatGPT es un chatbot de inteligencia artificial desarrollado en 2022 por OpenAI que se especializa en el diálogo. El chatbot es un gran modelo de lenguaje, ajustado con técnicas de aprendizaje tanto supervisadas como de refuerzo. La versión básica se basa en el modelo GPT-3.5, mientras que la variante de pago emplea GPT-4.
ChatGPT tiene un potencial enorme. Gracias a la introducción de peticiones por parte del usuario es posible efectuar cientos de tareas, como obtener información, resolver dudas, procesar datos, diseñar rutinas de ejercicio, aprender cosas nuevas o simplemente conversar.
El chatbot es capaz de responder a preguntas generales y técnicas, admitir sus errores y corregir al usuario cuando se equivoca. Además, puede adaptarse al contexto y al estilo del usuario, así como generar respuestas más largas y completas que otros modelos.
Para usar ChatGPT se necesita tener una cuenta de OpenAI y acceder a la plataforma con la URL https://chat.openai.com. Con una sencilla interfaz podrás interactuar con el chatbot escribiendo mensajes en un cuadro de texto.
ChatGPT es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial mejora la comunicación entre los humanos y las máquinas, ofreciendo una experiencia natural y personalizada. Sin embargo, en la actualidad todavía está muy limitado y te encontrarás a menudo con respuestas incorrectas o sin sentido, ser sensible a pequeños cambios en la entrada o ser excesivamente verboso. Por eso, se recomienda usar ChatGPT con precaución y sentido crítico.
Si has leído con atención las anteriores explicaciones, seguro que ya has sacado tus propias conclusiones. Ahora bien, permítenos que te expliquemos un poco mejor qué diferencias hay entre GPT-4 y ChatGPT. Así descubrirás por qué no es preciso utilizar ambos términos de un modo indistinto para hacer referencia a lo mismo.
Lo mejor para que el asunto quede bien claro es poner un ejemplo. Imagina por un momento que una marca de coches desarrolla un nuevo motor, más eficiente y ecológico que los de la competencia. Como es lógico, lo incorpora a sus vehículos de última generación.
No obstante, hay otras marcas que se interesan por ese motor y llegan a un acuerdo con el fabricante original para integrar la mecánica en sus modelos, pero bajo otra marca. Esto supone un beneficio para ambas partes, pues todas las marcas podrán decir que disponen de un motor más eficiente sin invertir en desarrollo, al tiempo que el fabricante gana más dinero licenciando su creación.
Huelga decir que las marcas que compran la mecánica al fabricante original la implementan como más les conviene. Por ejemplo, la pueden incluir en furgonetas, turismos, SUV o hasta, gracias a una adaptación, en motocicletas.
Hemos exagerado un poco la cuestión, pero lo cierto es que esto pasa con mucha frecuencia en el mundo automovilístico. Y, si establecemos un paralelismo con GPT-4 y ChatGPT, diríamos que el primero es el motor y el segundo el vehículo para disfrutar de él.
GPT-4 es el motor que mueve el chatbot ChatGPT. Sin embargo, ese motor se puede utilizar en muchas otras aplicaciones. Tras su presentación, Microsoft confirmó que el chatbot de Bing funciona con GPT-4. Y lo mismo esperamos del resto de aplicaciones que cuentan con una IA generativa.
ChatGPT es tan solo el vehículo oficial para acceder a la potencia del motor, el modelo GPT-4. No obstante, en la actualidad nos encontramos con un chatbot de OpenAI que va a dos velocidades. Los usuarios de pago ya pueden probar la potencia de GPT-4 mientras que los gratuitos se deben conformar con GPT-3.5.
Esto demuestra que GPT-4 y ChatGPT están relacionados, pero no es exactamente lo mismo. Se espera que, progresivamente, GPT-4 se expanda a más y más programas y servicios, siendo cada desarrollador el que adapte este motor a sus propósitos.
Y tú, ¿qué opinas de GPT-4 y ChatGPT? Déjanos tu opinión en los comentarios. ¡Te leemos!
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