Las placas base siempre han tenido rangos de precio desde algunas baratas por debajo de los 100€ hasta otras más caras por encima de los 1000€ en algunos casos, especialmente las placas base multi-socket para sistemas MP. Sin embargo, en la actualidad, incluso las placas base para equipos convencionales han visto sus precios disparados. ¿Por qué ahora se ven placas base de 1000 euros para PCs?
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Uno de los motivos por los cuales las placas base de 1000 euros son una realidad es porque se trata de PCBs muy avanzadas, cada vez más complejas y con más capas para albergar todas las conexiones de alto rendimiento necesarias. Además, también se trata de productos de «lujo», es decir, de gama alta.
Por ejemplo, las placas base que llegan a estos costes suelen ser las que montan chipsets de gama alta como los Intel Z790 y las AMD X670E. Estas placas están destinadas a las configuraciones para entusiastas o gamers, y esto se paga…
A todo esto hay que agregar que la escasez de algunos componentes, como los chips PWM que integran estas placas base, algunas restricciones y el panorama actual tampoco está ayudando a que los precios bajen.
Ante estos precios de las placas base de 1000 euros frente a las placas base que apenas cuestan 70€, muchos usuarios se estarán preguntando cuál es la diferencia. ¿Realmente existe tanta diferencia para esta brecha de precio? Pues bien, lo cierto es que cuando te venden una placa base barata, al igual que cuando te venden una placa base cara, lo que obtienes no es lo mismo.
Cuando miras las especificaciones técnicas de una placa base, verás que las de gama alta tienen un mayor rendimiento y más prestaciones que las baratas no incluyen. Y, aunque personalmente no recomiendo invertir un disparate en una placa base, ya que con placas de 200 a 400€ podría estar más que bien para la mayoría de usuarios, incluso gamers, lo que si es cierto es que en algunos casos podría merecer la pena.
A lo que me refiero en el párrafo anterior es que solo en casos extremos merece la pena una placa base de 1000 euros. Mientras que con una CPU, una GPU e incluso con la RAM se pueden conseguir mejoras notables, no es así con una placa base, que no interfiere tanto en el rendimiento. Y tampoco existen grandes diferencias en la fiabilidad de un modelo barato a uno caro de la misma marca.
Entonces ¿dónde está la diferencia realmente? Veamos…
Uno de los factores más importantes que determinan los precios de las placas base es el chipset. Aunque este se ha simplificado y ha pasado de dos chips a uno solo, ya que partes de él se han motivo a dentro de la CPU para mejorar el rendimiento, sigue siendo uno de los componentes más caros. De él dependerán las especificaciones y la compatibilidad de la propia placa base. Por ejemplo, qué CPU admite, qué tipo de memoria RAM y velocidades soporta, cuántos carriles o interconexiones tendrá, etc.
Hace unos años existía un chipset compuesto por dos chips. El northbridge o puente norte y el southbridge o puente sur. Actualmente, el northbridge se ha integrado en la CPU para enlazar la memoria RAM y otros carriles de alta velocidad directamente con ella y así ganar rendimiento.
Se puede decir que si vemos la CPU como el cerebro de un ordenador, el chipset sería algo así como el bulbo raquídeo. El que enlaza al cerebro con el resto de partes del equipo.
Como bien sabes, de esa arquitectura de chipset compuesto por northbridge y southbridge hemos pasado a un solo chip controlador llamado PCH o Platform Controller Hub. De esto dependerán muchos factores de la plataforma, como la cantidad de slots PCIe que tiene la placa base, las ranuras para SSDs, puertos para periféricos, etc.
Algunos expertos apuntan a los FPGAs como el futuro de estos chipsets. De hecho, tanto Intel cuando compró Altera, como cuando AMD hizo lo mismo con Xilinx, lo que hicieron ambas compañías es absorber a dos de los mayores expertos en FPGAs para fusionar con sus tecnologías. Piensa en vez de en un PCH fijo e inmutable en un FPGA programable en el que se pudieran agregar o quitar funciones según se necesitase… sería mucho más flexible.
Pero, entre un chipset de gama baja o media y uno de gama alta, el precio varía de forma considerable…
Las placas base más caras, como las placas base de 1000 euros, generalmente montan componentes de mayor calidad. Por ejemplo, como sabes, los condensadores baratos son un punto de falla común en las placas base económicas. Mientras que las caras suelen usar condensadores japoneses de alta calidad.
Las placas base más caras pueden tener también mejores componentes de regulación de energía. E incluso la PCB real puede tener más capas y una construcción más robusta. Y esto en definitiva, se traduce en una mayor estabilidad especialmente cuando se está trabajando a alto rendimiento y los componentes se calientan más. Mientras en placas base baratas podrías experimentar inestabilidad, no debería ser así en las caras.
Esto está estrechamente relacionado con el chipset, ya que las placas base proveen de diferentes interfaces para conectar varios componentes a ella. Por ejemplo, podemos encontrar:
La cantidad de estos elementos dependerá de si la placa base es más barata (con chipset más elemental) o es más cara (con chipset más avanzado).
El overclocking es el acto de establecer la frecuencia operativa de una CPU, GPU o RAM por encima de la que usa de fábrica. Para la mayoría de las personas, esto es algo que se debe evitar, especialmente porque las CPU/GPU/RAM modernas ya son excelentes para llegar al límite con los modos turbo o los perfiles OC como Intel XMP y AMD EXPO.
Aún así, algunos usuarios avanzados desean llevar al límite de rendimiento sus equipos para obtener mejores resultados, por lo que realizan estas prácticas de overclcoking. Nuevamente aquí interfiere el chipset, ya que en algunos está bloqueado y en otros desbloqueado, es decir, en los que está bloqueado no te permitirá hacer esto, que sean más inestables al hacerlo, o que el firmware que tengan no esté preparado…
Además de todo lo dicho anteriormente, la diferencia entre las placas base baratas y las placas base de 1000 euros también reside en algunas características adicionales que pueden tener las más caras. Por ejemplo:
Aunque todas estas cosas no hacen que vaya más rápido, pero sí que pueden marcar la diferencia.
La conclusión aquí es que, en general, cuanto más cueste una placa base, mejor será tu experiencia general. Sin embargo, esto no significa que te gastes un pastizal en las placas base de 1000 euros, puesto que las ganancias que vas a obtener con ellas quizás no hagan que merezca la pena su precio. Tampoco el caso contrario, y que optes por la placa base más barata de todas, ya que terminarás arrepintiéndote. Así que la elección más inteligente y recomendada es optar por las de precio medio 100 a 600€.
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