El usuario Skatterbencher, un conocido en el mundo del overclocking extremo, ha usado una APU AMD Ryzen 7900 Series para una de sus pruebas. El resultado ha sido realmente increíble, acelerando la frecuencia de reloj de la GPU integrada y consiguiendo que llegue a ser un 30% más rápida con con la frecuencia de serie.
Quizás también te interese conocer:
GPU de la APU AMD Ryzen 7900 acelerada hasta 3.1 Ghz
Skatterbencher ha conseguido una APU de escritorio AMD Ryzen 7900 Series con una GPU integrada basada en la arquitectura de GPU RDNA 2, con solo 2 unidades de cómputo en este caso. Esta, que es una de las últimas versiones de GPU integrada de AMD no es suficiente para ofrecer una buena experiencia en videojuegos, pero lo que ha hecho Skatterbencher podría cambiarlo todo.
Skatterbencher ha probado varias estrategias de overclocking diferentes para poder liberar más rendimiento de este chip. Entre ellas ha usado AMD Precision Boost Overdrive y GFX Curve Optimizer. Con estos dos métodos combinados ha podido desbloquear mucho potencial a través de voltajes y frecuencias más altas.
Hay que recordar que la configuración de serie de la GPU integrada es de 2.2 Ghz para esta APU AMD Ryzen 7900 Series, y con un voltaje de alrededor de 0,997v comprobado con el software de benchmarking Furmark. Por otro lado, el reloj de la memoria es en este caso de 2.4 Ghz, algo también importante. En cuanto al consumo, es de alrededor de 38.5W.
Pues bien, este conocido OCeador ha conseguido de forma manual overclockear la GPU integrada a 2949 Mhz, con un voltaje de 1.2v, elevando el consumo de energía a 63.5W. Mientras que el reloj de la memoria subió hasta 3.2 Ghz.
Al ajustar aún más la curva voltaje/frecuencia de reloj de GFX, la GPU pudo alcanzar hasta 3.1 Ghz con 1.395 voltios para mantenerla estable. En este caso la temperatura se elevaría desde los 38.4ºC del stock hasta los 52.8ºC. Lo sorprendente es que la potencia fue un poco más baja que antes, con 60.7W.
Según la carga de trabajo, SkatterBencher asegura que comprobó una mejora del rendimiento de hasta un 41,67 % en un juego como Tomb Raider con una resolución de 1080p. Sin embargo, todavía no es una experiencia que permita jugar como con una GPU dedicada. Sin embargo, lo que vale la pena señalar es que con la GPU integrada overclockeada, finalmente pudo ejecutar el punto de referencia de trazado de rayos, que se hizo imposible con la configuración de stock.
La verdadera ironía es que la experiencia de overclocking de los gráficos RDNA2 integrados es mucho mejor que los modelos discretos, lo cual no deja de sorprender. Las CPUs móviles AMD Dragon Range también contarán con una iGPU de este tipo, pero probablemente será más complicado hacer overclocking que las variantes de escritorio, como ya está ocurriendo con las AMD Radeon 7000 Series dedicadas…