Cuando tu placa base no reconoce SSD M.2, entonces puede deberse a diferentes motivos o causas que están haciendo que el reconocimiento no se haga como es debido. Si es así, no te preocupes, ya que existe una solución. Aquí te explicamos cuáles son los principales motivos y también las soluciones explicadas paso a paso para que puedas solucionar tu problema.
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Si has comprado un nuevo SSD M.2 y la placa base no lo detecta puede ser por varios motivos distintos. En caso de ser un SSD M.2 ya usado, trata de comprobar que no esté dañado si tienes la posibilidad de montarlo en otro ordenador o en un adaptador externo.
Centrándonos en los casos más frecuentes cuando se supone que la unidad de almacenamiento SSD M.2 es nueva, entonces vamos a ver los posibles causas y las soluciones existentes que puedes aplicar en cada caso.
Recuerda que no todas las unidades son compatibles con todas las placas base, o no todas las placas base son compatibles con todas las unidades SSD M.2. Por eso, una de las posibles causas que se pueden dar es que no sean compatibles por la interfaz de conexión que se usa o por el propio formato de la unidad SSD.
Por este motivo, lo mejor que puedes hacer es leer el manual de tu placa base (puedes descargarlo desde la web oficial del fabricante o desde la marca de tu equipo) y ver allí si el SSD M.2 cumple con las especificaciones. En caso de no ser compatible, ya sabes el motivo, por lo que tendrías que devolver tu unidad y cambiarla por una compatible, o cambiar la placa base, según te convenga en tu caso.
Algunos motivos concretos de incompatibilidad se pueden dar por:
Por otro lado, otra de las cosas que deberías asegurarte es de que has instalado bien la unidad SSD M.2. Aunque la instalación de estas unidades es sencilla, tan solo pinchar el M.2 en el slot correspondiente y anclarlo, es posible que hayas hecho algo mal si es la primera vez que instalas una unidad. Algunos posibles problemas son:
En caso de que todo eso esté OK, entonces deberás pasar al siguiente apartado para seguir comprobando cosas.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía de cómo instalar un SSD en tu PC.
En algunas placas base de ordenador, la ranura o slot podría estar dañada, ya sea porque tenga algún contacto partido, o porque alguna de las soldaduras estén en mal estado. En estos casos, al insertar el SSD M.2, la unidad no hará bien contacto y no será detectada. Por tanto, no funcionará.
Esto tiene una mala solución, ya que deberías acudir al servicio técnico para sustituir o soldar el slot o ranura, o también cambiar de placa base para solventar este problema. Por tanto, en ningún caso será algo barato.
Como consejo adicional, tampoco estaría mal leer el manual de tu placa base, ya que en algunas ocasiones puede haber slots que se parecen y no están destinados a unidades SSD M.2, e incluso que el controlador RAID de la placa base necesita que estén colocados en un orden específico y lo estás insertando en otra ranura numerada diferente a la que deberías. Esto puede ser una de los problemas por el qué la placa base no reconoce SSD M.2.
Por otro lado, otro posible problema podría ser que un chipset o un chip controlador PCIe de tu placa base tengan problemas. Por ejemplo, podría haber problemas de voltaje, o que estos chips tengan algún tipo de problema. En este caso, puedes revisar el BIOS/UEFI para ver si tienes opción de voltaje para estas unidades y puedes subir un poco éste para solventar el problema.
Si nada se soluciona pasa al siguiente paso…
Otro caso que podría estar sucediendo es que accedes al BIOS/UEFI de tu placa base y ves que la unidad SSD M.2 ha sido reconocida por la placa base. En cambio, cuando sales del firmware para arrancar el sistema operativo, es el propio sistema operativo el que no reconoce la unidad. En este caso, el problema no sería físico. Podría ser tan simple como que no tiene asignado un sistema de archivos ni particiones.
Recuerda que si la unidad SSD M.2 que has sustituido es donde estaba el sistema operativo instalado, tendrás que instalarlo nuevamente en la nueva unidad. De lo contrario no arrancará.
Por ejemplo, en Windows tendrías que seguir unos pasos muy simples para darle formato a tu nueva unidad SSD M.2 si la vas a dedicar para datos. En este caso, los pasos son:
Ahora bien, en caso de que no puedas hacer esto, por cualquier motivo, otra alternativa es descargar un Live de GParted y usar esta herramienta desde un medio booteable como un USB para arrancarla y desde ahí formatear la unidad SSD M.2 si no tienes sistema operativo.
Por último, si nada de lo anterior te ha funcionado y tu placa base siguen sin reconocer la unidad SSD M.2, entonces deberías replantearte que tu unidad pueda estar defectuosa o con algún daño. En caso de ser nueva podría darse el caso de que tenga algún fallo de fábrica, aunque esto suele ser poco probable dado que se comprueban antes de ser empaquetadas.
También podría ser que has elegido una unidad reacondicionada o de segunda mano que estaba en mal estado. O tal vez que en el transporte se haya dañado de algún modo. Sea como sea, lo que se debe hacer es sustituir la unidad por otra funcional.
Algunas plataformas de venta online donde ofrecen unidades SSD M.2 a precios demasiado bajos. Ten cuidado porque podrían ser estafas. Si es demasiado barato como para parecer cierto, sospecha.
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