Probablemente, en alguna ocasión te has fijado en Runtime Broker en Windows 11 al visitar el listado de procesos que ofrece el Administrador de tareas. A veces se encuentra anidado dentro de las tareas propias de una aplicación y otras aparece como una tarea independiente. Algunos dicen que se trata de una característica que consume CPU y RAM innecesariamente. Pero, ¿de qué se trata en realidad?
En este artículo te explicamos qué es Runtime Broker y para qué sirve. Te mostramos todos los detalles de un proceso que, como irás viendo, es muy necesario para proteger tu privacidad y los datos que almacenas en tu ordenador. ¡Comenzamos!
Índice de contenidos
Runtime Broker en Windows 11 es un proceso oficial del sistema operativo que aterrizó en Windows 8. Este último dato es relevante, ya que con esta versión del sistema de Microsoft llegaron las aplicaciones universales. Como te contaremos más adelante, se trata de un componente muy relacionado con esta clase de software. Ahora bien, debes tener muy claro que es la propia compañía quien lo ha implementado y no ninguna de las aplicaciones que has instalado.
Ahora ya puedes respirar tranquilo: Runtime Broker en Windows 11 es un proceso oficial que proviene de Microsoft. No tiene nada que ver con programas malintencionados o aplicaciones que te hayas bajado de Internet. Claro, si bien es cierto que este hecho es alentador, es normal que desees saber por qué se ejecuta en segundo plano y consume recursos de tu equipo.
El principal objetivo de Runtime Broker en Windows 11 es controlar lo que hacen las aplicaciones universales. Seguro que ahora comprendes mejor por qué apareció por primera vez en Windows 8. Se trata de un mecanismo del sistema para evitar que una aplicación se extralimite en sus funciones, verificando que únicamente accede a los recursos para los cuales dispone de permisos. Por lo tanto, estamos ante un sistema de protección que vela por la integridad del sistema, el resto de las aplicaciones, los datos del usuario y el hardware. Siempre en función de las funciones autorizadas que tenga.
La pega de todo esto es que la seguridad que proporciona Runtime Broker en Windows 11 le obliga a mantenerse activo en segundo plano. Esto te parecerá poco importante si tu equipo cuenta con los recursos suficientes. Sin embargo, en equipos más limitados, supone un problema.
Microsoft ha diseñado este servicio para que consuma poca RAM y no sobrecargue la CPU. Lamentablemente, eso a veces no se cumple, llegando a ocupar hasta medio GB de memoria, además de saturar el procesador. Lo habitual es que esto suceda en el momento en el que lanzas una aplicación universal, pero también existen ocasiones en las que este consume excesivo de recursos se mantiene en el tiempo.
¿Qué hacer si tienes ese problema?
Existen algunos trucos para evitar que Runtime Broker en Windows 11 consuma demasiados recursos. A continuación, echamos un vistazo a los más efectivos.
La primera solución que te proponemos es detener por completo el proceso. Hazlo de la siguiente manera:
No debes preocuparte por la seguridad. La tarea se volverá a lanzar cuando sea necesario. De hecho, casi siempre se abre automáticamente después de finalizarla. La idea no es eliminar de manera definitiva el proceso, sino restablecerlo para que funcione como es debido.
Hay algunas características de Windows que también pasan por Runtime Broker porque están basadas en aplicaciones universales. Es el caso de Sugerencias, trucos y consejos del sistema. Encontrarás los ajustes pertinentes en la configuración de Windows, entrando en Sistema > Notificaciones > Configuración adicional. Desde allí, desmarca estas tres opciones:
Con todas estas opciones apagadas, la presión de Runtime Broker sobre el sistema disminuirá considerablemente.
Puedes pedirle a Windows que no permite a las aplicaciones universales ejecutarse en segundo plano. Sin duda, hacerlo es una buena idea si lo que buscas es reducir el impacto de Runtime Broker y de la propia aplicación.
Para cambiar esta configuración, dirígete a la sección Aplicaciones de la configuración de Windows y haz clic en Aplicaciones instaladas. Luego, pincha en los tres puntos que verás junto a cada aplicación para comprobar si aparece en el menú contextual el comando Opciones avanzadas. En caso afirmativo, se trata de una aplicación universal. Como se muestra en la captura de pantalla superior, selecciona Nunca en el desplegable que verás debajo de Permisos de aplicaciones en segundo plano.
Una aplicación malintencionada podría hacerse pasar por el Runtime Broker legítimo utilizando el mismo nombre. Si un virus ha suplantado la identidad de esta protección del sistema, quizá este consumiendo una elevada cantidad de recursos.
¿Cómo asegurarse de que no es así? Es muy sencillo:
Y tú, ¿has tenido problemas con Runtime Broker en Windows 11? Déjanos tu opinión en los comentarios y compartir tu experiencia con otros miembros de nuestra comunidad. Ah, y si te ha gustado este artículo, compártelo en las redes sociales. ¡Así nos ayudas a llegar a más gente!
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