La pasta térmica es vital para la refrigeración de los sistemas con disipador, como la GPU o la CPU. Ésta actúa como una interfaz entre el IHS del chip y el disipador, mejorando la conductividad. En cambio, pese a que es imprescindible, muchos siguen viéndola como algo desconocido, como también son desconocidas algunas de sus características, como la densidad o la viscosidad, algo importante a la hora de elegir la pasta adecuada.
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¿Qué es la densidad de la pasta térmica?
La densidad, como sabes, es una magnitud física que mide la cantidad de un material que hay en un determinado espacio (masa sobre el volumen). Por ejemplo, un bloque de plomo (Pb) es más denso que un material como la espuma FOAM, ya que el plomo está mucho más compactado que la espuma, por lo que la densidad varía. Por lo general, los sólidos son más densos que los líquidos y los líquidos más densos que los gases.
Esto no solo es importante para aplicaciones de flotabilidad, también es importante para otros muchos factores, como la elección de la pasta térmica adecuada.
¿Qué es la viscosidad de la pasta térmica?
Cuando trabajas con pasta térmica, también verás que se especifica la viscosidad de la misma. Algunas son más líquidas que otras, y eso tiene sus pros y contras. Por ejemplo, las pastas térmicas más espesas o densas podrían ser más difíciles de extender por la superficie del chip, mientras que las más viscosas o menos densas se pueden aplicar más fácil, pero podrían ser más difíciles a la hora de evitar fugas y se tienden a secar más rápido.
La unidad científica de la viscosidad es el Newton-segundo por metro cuadrado, que suele expresarse en Pascal-segundo (Pa-s) o miliPascal-segundo (mPa-s). 1 Pa-s = 1.000 mPa-s
En el mercado puedes encontrar pastas térmicas que pueden ir desde 300 unidades hasta 1500 unidades de viscosidad. Como he dicho anteriormente, no es bueno ni que sea demasiado baja ni demasiado alta. Lo ideal son buscar pastas de viscosidad media. Es decir, que sea fácil de extender por la superficie, pero que no se seque rápidamente.
¿Cómo afectan a su eficiencia?
Par finalizar, hay que ver cómo afectan estos factores realmente a la pasta térmica. Por ejemplo:
- Es importante que cuando compres pasta térmica tenga una densidad de entre 3 g/cm³ y 4 g/cm³. Esto evitará que se filtre a los alrededores o que pueda generar cortocircuitos si se trata de una pasta térmica con buena conductividad eléctrica. Si tiene mayor densidad, se mantendrá más sólida y evitará posibles fugas.
- La viscosidad varía en función de la densidad. Es decir, una pasta más densa será más denso, mientras que una pasta menos densa será menos viscosa. Las más viscosas actúan como un sólido, siendo difíciles de extender, pero se asientan mejor que las de baja viscosidad. Mientras que las de baja viscosidad actúan más como un líquido, como hemos dicho anteriormente. Por tanto, hay que buscar un buen compromiso, ni que sea demasiado viscosa ni poco viscosa.
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¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre viscosidad pasta térmica? ¡Esperamos que te haya resultado de utilidad!
