Ordenador sobremesa gaming: claves para la construcción
Construir un ordenador de sobremesa para gaming no es tarea fácil, dado la enorme variedad de componentes existentes y las posibles configuraciones que se permiten. Por eso, en esta guía te ayudamos un poco para que puedas construirte el mejor PC a medida para los gamers más entusiastas.
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Características a tener en cuenta para un ordenador Gaming
Entre las características y componentes de un ordenador gaming que deberías tener en cuenta están:
CPU
Para elegir una buena CPU para gaming es esencial saber en qué parámetros hay que fijarse. Ten en cuenta que la CPU es un componente esencial, ya que de esta unidad dependerá en gran medida el rendimiento. No solo cuenta la GPU, ya que ésta estará controlada a su vez por la CPU y hay que asegurarse de que no sea un cuello de botella. Esto es así especialmente en las resoluciones más bajas, como la 1080p o 1440p, aunque va disminuyendo su influencia y aumentando la de la GPU conforme subimos a resoluciones superiores como la 4K u 8K.
Para elegir la CPU correcta, deberías tener presente los siguientes factores:
Núcleos: con cuatro o séis núcleos es suficiente, ya que los videojuegos no están optimizados para poder aprovechar más allá de eso. Por tanto, no te obsesiones con adquirir procesadores con un gran recuento de núcleos físicos. Mejor optimiza tu dinero para invertirlo en otras partes que influyen más.
Frecuencia de reloj: esto sí que es importante, ya que el rendimiento single-core y la frecuencia de reloj influyen bastante en los videojuegos. Por tanto, asegúrate de que tenga un buen rendimiento con un solo núcleo y una frecuencia lo más elevada posible. Además, deberías elegir CPUs K de Intel o X de AMD, ya que son las que están desbloqueadas por si necesitas realizar overclocking para obtener más rendimiento.
Carriles: es importante que cuente con una gran cantidad de carriles PCIe 5.0 o PCIe 4.0 para poder conectar de forma rápida y directa otras unidades del sistema. Es algo que muchos descuidan, pero es vital.
Soporte DC: es importante que tenga soporte para DualChannel, ya que esto acelerará mucho la conexión con la memoria RAM si vas a instalar más de un módulo.
Memoria RAM
Para elegir la memoria RAM para gaming, te deberías centrar principalmente en:
Tipo: actualmente se han lanzado las memorias DDR5, que son más rápidas. Sin embargo, también son más caras, y esto puede hacer que a veces no merezca la pena. No obstante, por supuesto han supuesto un paso adelante con respecto a las DDR4. Por eso, si tienes posibilidad de comprar una DDR5 es mejor que optes por ella.
Capacidad: otro factor muy importante. De la capacidad dependerá la cantidad de procesos que pueda albergar para su acceso de forma más rápida, por tanto influirá en el rendimiento. Mientras mayor sea, mejor. No obstanate, para gaming no deberías de malgastar dinero en configuraciones demasiado grandes. Con unos 16GB debería estar bien para la mayoría de los casos y títulos AAA actuales.
Velocidad: se puede medir en megatransferencias por segundo (MT/s) o en megahercios (Mhz). Mientras superior sea el número de cualquiera de estas dos unidades, mayores serán las velocidades de transferencia, por tanto, mejor para el rendimiento.
GPU
Es otra de las partes fundamentales para gaming. Ten en cuenta que es la que se encarga del procesamiento gráfico, por lo que es vital que elijas la correcta para los videojuegos. Y esto implica adquirir una GPU con las características correctas:
Arquitectura: elige una arquitectura lo más reciente posible. Por ejemplo, una RDNA3 de AMD o una Ada Lovelace de NVIDIA. Esto no solo te garantiza que se pueda extraer el máximo rendimiento del procesador gráfico, también que tenga soporte para las últimas funciones y tecnologías que pueden ayudar a mejorar el rendimiento, los FPS, o la calidad gráfica del videojuego.
VRAM: es importante que cuentes con al menos 4GB o 6GB para trabajar bien a resoluciones de 1080p. Pero para jugar a mayores resoluciones, como 4K, es mejor ir a por las tarjetas gráficas de 8GB o 12GB y así sucesivamente.
TDP: la potencia de diseño térmico o TDP es una medida de la disipación de calor, pero también te da una estimación de cuántos vatios necesitarás para hacer funcionar tu tarjeta con la configuración de fábrica. Esto es importante a la hora de elegir la PSU y la refrigeración que vas a incluir en tu configuración de ordenador de PC gaming. Además, como sabes, algunas tarjetas gráficas necesitan conexiones adicionales de alimentación.
Puertos: algunos monitores tienen HDMI, otros usan DisplayPort, y algunas unidades antiguas solo tienen DVI. Unos pocos monitores también admiten señales DisplayPort de enrutamiento USB Type-C, pero son relativamente raros por el momento. Asegúrate de que la tarjeta que planeas comprar tiene los conectores que necesitas para tu(s) monitor(es). No uses adaptadores, es mejor tener una conexión nativa.
TFLOPS / GFLOPS: es una unidad que se usa comúnmente para determinar el rendimiento, pero no te fíes demasiado de ellos. No sirven para comparar. Lo ideal es que compares mejor benchmarks, ya que a veces una GPU puede desarrollar menos FLOPS y, sin embargo, pueden tener mayor rendimiento con los videojuegos.
Velocidad de la memoria/ancho de banda: una memoria más rápida puede hacer que una tarjeta sea más rápida que otra. La GDDR6, por ejemplo, es un 15% más rápida que la GDDR5, todo ello gracias al mayor ancho de banda de la memoria. Por tanto, es otro factor que deberías tener presente, aunque no sea el más importante de todos.
Placa base
Para elegir la placa base correcta, deberías atender a otras consideraciones como:
Plataforma: la primera cosa que debes evaluar es si prefieres Intel vs AMD. Una vez que hayas decidido qué CPU es la mejor para ti, tendrás que elegir una placa base que utilice el zócalo y el chipset adecuados. Ten en cuenta que esas dos partes de la placa base son las que intervienen en la compatibilidad:
Form factor: también es importante que elijas el factor de forma adecuado. Esto irá en función también de la PSU y de la torre, que debe coincidir para que esté soportada y pueda ser alojada y alimentada de forma correcta.
Conectividad: es importante que cuente con las ranuras de expansión PCIe que necesites para tu GPU, además de otros conectores como los SATA, puertos USB, e incluso si la placa base integra un adaptador de red WiFi, para que se pueda conectar de forma inalámbrica sin necesidad de un adaptador externo.
SSD
Lo primero es plantearte si necesitas un HDD o un SSD para gaming. Esta elección es fácil, ya que las unidades SSD han superado con creces a los HDD en velocidad de acceso. Esto es lo importante para que el videojuego cargue de forma más rápida. Además, no solo eso. Pocos saben que tener un SSD también puede acelerar los FPS, ya que en los videojuegos de mundo abierto, por ejemplo, se necesitan cargar gran cantidad de datos, y esto es importante para no lastrar los frames por segundo.
Comprender el rendimiento del almacenamiento es importante para elegir el adecuado:
Las velocidades de lectura/escritura secuencial son la métrica de rendimiento más utilizada y representan un uso en el que se mueven grandes bloques de datos de forma secuencial, por ejemplo, al copiar y pegar archivos grandes en un escritorio. Se miden en bytes por segundo (B/s), y mientras mayor sea, mejor para el videojuego que estás ejecutando.
También es importante ver la velocidad de acceso aleatorio utilizan datos situados en bloques aleatorios alrededor de la unidad, que tardan más tiempo en leer o escribir que los bloques secuenciales. Esto es un buen reflejo del uso diario porque los juegos y otras aplicaciones suelen leer y escribir pequeños archivos en el disco y acceder a datos que no se encuentran en secuencia. Estas velocidades se miden en IOPS (operaciones de entrada/salida por segundo).
A menudo se utilizan puntos de referencia sintéticos para comercializar las unidades de almacenamiento, pero estas pruebas deben tomarse con cautela: no siempre reflejan el rendimiento en el mundo real.
Por supuesto, más importante es elegir la interfaz adecuada. Tienes SSD SATAIII o también los tienes NVMe a través de PCIe. Es importante que siempre optes por los que van a través de PCIe, ya que van a conseguir velocidades muy superiores.
Controlador es también importante. No obstante, esto no lo puedes elegir, te tienes que conformar con el que tiene integrado el SSD que adquieras. No obstante, está bien tenerlo en cuenta para elegir unas marcas u otras.
PSU
Para elegir una buena PSU para gaming deberías atender a:
Potencia: deberías elegir una buena PSU de al menos 600W o más vatios, ya que las actuales GPUs y demás componentes gaming suelen demandar bastante energía. La fuente de alimentación debería ir ligada a la GPU y placa base elegida, por si tiene que tener conectores especiales para la alimentación.
Certificaciones de eficiencia: existen muchos tipos de certificaciones que garantizan la eficiencia energética, como son las 80+ o 80 Plus:
80 Plus Gold: 80% de eficiencia energética.
80 Plus Bronze: 82% de eficiencia energética.
80 Plus Silver: 85% de eficiencia energética.
80 Plus Gold: 87% de eficiencia energética.
80 Plus Platinum: 90% de eficiencia energética.
80 Plus Titanium: 92% de eficiencia energética.
Protección pasiva / activa: estas tecnologías evitarán sobretensiones, picos eléctricos, y otras fluctuaciones de la línea que pueden dañar y hacer funcionar mal el resto de componentes conectados. Algunas de estas protecciones son:
Power Good o PWR_OK o señal para comprobar que el suministro está OK
OCP (Over-Current Protection) o Protección Contra Sobrecorriente
OVP (Over Voltage Protection) o Protección contra Sobretensión
UVP (Under Voltage Protection) o Protección contra Baja tensión
OPP (Over Power Protection) o Protección contra Sobrecarga
OTP (Over Temperature Protection) o Protección contra Temperatura Elevada
SCP (Short Circuit Protection) o Protección contra Cortocircuito
SIP (Surges & Inrush Protection) o corriente de interrupción.
NLO (No-Load Operation) o funcionamiento en baja carga
BOP (Brown Out Protection) o protección contra fallos de voltaje momentáneos.
Tipo de fuente de alimentación: existen varios tipos, entre ellas están:
No modular: todos los cables soldados a la PCB del interior de la fuente de alimentación, por lo que no se pueden cambiar.
Semi-modular: tienen solo el conector de la placa base principal soldado o integrado en el cuerpo de la fuente. El resto de cables se pueden conectar en los puertos que tiene la fuente.
Full-modular: todos los cables son independientes y se pueden conectar y desconectar para agregar los que se necesiten y evitar cables adicionales que no se están usando y que podrían impedir una buena refrigeración. Además, permite su sustitución de fallan, sin tener que cambiar la fuente de alimentación completa.
Conectores: según el tipo de fuente de alimentación, como el estándar ATX, o el ATX 3.0, tendrás una serie de conectores, como por ejemplo:
ATX: se conecta directamente a la placa base y será el que alimente a ésta y todos los elementos que se conectan a ella, como la RAM, tarjetas de expansión, microprocesador, ventiladores, etc. Las nuevas placas necesitan este conector que es 20+4 pines. Incluye un cable adicional con 4 pines extra para suministrar mayor potencia.
EPS: solo lo encontraras en servidores y estaciones de trabajo de alto rendimiento. Tiene 4+4 pines y se encarga de alimentar a placas base MP, es decir, que tienen varios sockets para más de un microprocesador.
Alimentación PCIe: existen dos modalidades de 4+2 y de 4+4 pines. La segunda es muy similar a ESP, pero en este caso es para las tarjetas gráficas. Suministra 125w extra para aquellas tarjetas gráficas que demandan mayor consumo.
Alimentación SATA: es un cable plano con 5 pines y un conector en forma de L para alimentar a los discos duros, unidades ópticas, y otras unidades tipo SATA.
Molex: es un cable de alimentación de 4 pines plano para unidades IDE.
Torre
Para elegir la carcasa adecuada deberás prestar atención a:
Tamaño de la caja: es evidente que el factor de forma es importante, y debería ser el adecuado para alojar la placa base que has elegido, como la mini-ITX, micro-ATX, o ATX. De lo contrario, no podrás alojar los componentes. Actualmente, con las nuevas tarjetas gráficas de gran tamaño, como la NVIDIA GeForce RTX 4090, se necesitan unas longitudes y anchuras superiores y no todas las torres son compatibles.
Refrigeración: es otro factor a tener en cuenta, ya que debería tener espacio para albergar algunos ventiladores de 120mm, ya que ellos ayudarán a mantener un buen flujo de aire fresco en el interior de la torre. Algunas torres ya cuentan con ventiladores integrados, fíjate que tenga alguno para extraer aire caliente y otro para introducir aire frío y así mantener un flujo correcto para el ventilador de la CPU y la GPU.
Bahías: si vas a instalar unidades HDD o unidades ópticas, entre otras, es importante que cuente con suficientes bahías para ello.
Buena refrigeración
Aunque ya lo he comentado, es importante que no descuides la refrigeración. Es más importante de lo que crees. No solo implica mantener el hardware bajo temperaturas toleradas para que no se quemen, también influye en el rendimiento. Ten en cuenta que cuando sube demasiado la temperatura, los sistemas actuales bajarán el rendimiento para evitar daños, por lo que no podrás extraer la máxima potencia cuando sucede ese throttling térmico.
En definitiva, la refrigeración es clave para mayor longevidad y rendimiento.
¿Ordenador de sobremesa o a piezas?
Como ves, elegir un buen ordenador de sobremesa gaming tienes que tener en cuenta demasiadas cosas. Algo que para los expertos es sencillo, pero que para muchos usuarios resulta tedioso de entender. Y, aunque configurar tu propio PC tiene ventajas, lo cierto es que lo más cómodo es optar finalmente por un equipo gaming ya montado, como los que recomendaremos en el último apartado.
¿Puedo trabajar o editar fotos / vídeos con un PC Gaming?
La respuesta rápida es sí. Un equipo gaming tiene un alto rendimiento casi para cualquier otra tarea. Y esto también engloba a la edición fotográfica y de vídeo. De hecho, al tener una CPU potente podrás codificar vídeo de forma mucho más veloz. Incluso si decides trabajar con diseño 3D y renderizado, la GPU que has elegido para gaming también puede obtener buenos resultados para esta otra tarea.
Modelos recomendados
Por último, si buscas evitar las complicaciones a la hora de elegir configuraciones de PC de sobremesa para gaming y quieres ir a lo seguro, te recomendamos dos equipos ya montados que satisfacen a la inmensa mayoría de los gamers: