Reciclar cargadores eléctricos y cables se ha vuelto una obligación, especialmente si deseamos mantener el planeta limpio de residuos innecesarios. Aunque algunos fabricantes han dejado de incluirlos en la caja de sus dispositivos, no es extraño que estos componentes se acumulen en casa. Si te está pasando, ¿qué pasos debes seguir para que puedan ser reutilizados? Veamos.
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Te recomendamos la lectura sobre cómo reciclar aparatos electrónicos.
Todo se acaba. Y hasta cuando te has esforzado por cuidar tus cables o cargadores, estos algún día dejan de funcionar. Entonces, ¿Cuáles son los pasos a seguir para iniciar su reciclado?
Lo cierto es que el consumidor lo tiene muy fácil a la hora de reciclar cargadores eléctricos y cables. Si tienes alguno de estos componentes en casa y ya no sirve, lo único que tienes que hacer es acercarte al punto limpio más cercano. Allí, sigue las instrucciones de los empleados. Ellos te indicarán cuál es el mejor sitio para depositar los componentes electrónicos.
Para encontrar tu punto limpio más próximo a tu lugar de residencia, tienes varias alternativas:
Una buena idea para evitar varios trayectos en coche es ir caminando al punto limpio. Otra es aprovechar un desplazamiento que hagas para reciclar otro producto de mayores dimensiones. Por último, también puedes acumular varios cargadores y cables y llevarlos todos de una sola vez.
Antes de cerrar por completo esta guía, respondemos algunas preguntas frecuentes que surgen en referencia al reciclaje de cargadores eléctricos y cables. De este modo, tratamos de resolver cualquier duda que pueda quedar con respecto a este asunto.
Un punto limpio es un espacio destinado a la recogida selectiva de residuos con el fin de reciclarlos o destruirlos como es debido. Aunque los principales materiales que se recogen son el vidrio, los envases, el papel y el cartón, generalmente se permite desechar en ellos muebles, restos de poda o aceites. Asimismo, son el sitio ideal para llevar productos de electrónica, como ordenadores, cables o cargadores.
Estos espacios son de titularidad municipal, aunque en algunos puntos de España se gestionan desde consejos comarcales o las diputaciones. Sin embargo, sin importar quién sea su responsable, si tu municipio tiene más de 5000 habitantes, de acuerdo con la Ley 10/1998, de 21 de abril, sobre Residuos, debe contar con un espacio de estas características habilitado.
Ten en cuenta que, dependiendo de la zona en la que vivas, el nombre del punto limpio puede variar. Por ejemplo, en Cataluña se emplea popularmente el término deixalleria (del catalán, deixalla, desecho). Algo similar sucede con Euskadi, donde son denominados garbigunes. Puede que tu municipio también utilice la expresión punto verde.
El proceso de reciclado de estos componentes no difiere en exceso del de otros objetos. Lo primordial es aplicar una separación de los materiales que conforman el producto (plásticos, metales y otras sustancias). En el caso de que sus características faciliten su reutilización, se procesan y se destinan a industrias que las aprovecharán en sus productos.
En una gran parte de las ocasiones, reciclar cargadores eléctricos y cables supone reutilizar sus materiales por completo. Si bien no podemos asegurar que absolutamente todas las piezas de un cargador sean reciclables, estos componentes electrónicos tienen una alta tasa de reciclabilidad.
El proceso de reciclaje de un cargador o un cable comienza por la separación de sus materiales. Como te podrás imaginar, principalmente estamos ante elementos que incluyen plásticos y metales.
En la mayoría de los casos, ese tipo de materias primeras es posible utilizarlas tantas veces como sea necesario en nuevos productos. Es el caso del cobre, presente en una gran cantidad de cables que usamos en nuestro día a día. Puesto que no pierde propiedades, se puede reutilizar indefinidamente para fabricar más cables o para otros fines. Y con el aluminio y el plástico sucede algo similar.
A nadie se le escapa que la electrónica de consumo genera una gran cantidad de residuos. Los cargadores y los cables juegan un papel fundamental en nuestro día a día, alimentando las baterías de nuestros teléfonos y portátiles. No obstante, cuando llegan al fin de su vida útil, lo mejor es reciclarlos para que sus materiales puedan volver a emplearse en el futuro. Esperamos que la información facilitada en esta guía te haya ayudado a resolver tus dudas con respecto a reciclar cargadores eléctricos y cables.
Y tú, ¿dónde sueles tirar este tipo de componentes? ¿Crees que tenemos demasiados cargadores y que, por tanto, las empresas hacen bien en no incluirlos? Esto último parece que algunos países no lo tienen tan claro. ¡Déjanos tu opinión en los comentarios! La comunidad de Profesional Review te está esperando.
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