El underclock es un proceso que puede venirnos muy bien si queremos reducir el consumo energético de nuestra tarjeta gráfica. En este artículo, repasaremos qué es el underclock y te enseñaremos a hacerlo en tu tarjeta gráfica.
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Seguramente conozcas lo que es el overclock, una técnica en la que se aumenta la frecuencia de reloj de la placa base o el procesador por encima de sus límites de fábrica, para así obtener un mejor rendimiento. La frecuencia define básicamente cuántos ciclos de funcionamiento ocurren cada segundo, por lo que aumentarla supondrá un mayor rendimiento y, en el caso de una tarjeta gráfica, más FPS en juegos.
De forma totalmente contraria, el underclock consiste en reducir las frecuencias por debajo de los valores de fábrica. En este artículo nos centraremos en el underclock de una tarjeta gráfica o GPU, ya que es una técnica bastante interesante y con mucho sentido.
¿Cuál es el motivo por el que haríamos underclock? Pues básicamente querer una reducción en el consumo energético de la tarjeta gráfica. Hay varias razones por las que bajar la potencia de la GPU puede ser positivo:
En general, no hay por qué recurrir al underclock, porque las tarjetas gráficas están preparadas para funcionar bien durante años, tal y como vienen de fábrica. No obstante, los motivos de arriba son muy válidos, y por eso vamos a tratar el tema en este artículo.
Si has oído hablar del underclock, quizás hayas oído hablar también del undervolting. Con esta técnica, lo que se reduce no es la frecuencia de reloj sino el voltaje que alcanza la tarjeta gráfica.
La gran diferencia aquí es que, si hacemos underclock, la GPU seguirá decidiendo qué voltaje aplicar al núcleo de la misma manera que antes. Seguramente funcione a menos voltaje, porque la frecuencia es más baja, pero no tendría por qué.
En cambio, con un undervolting estaríamos estableciendo límites al voltaje al que funciona la GPU, y a partir de ahí la gráfica tendría que decidir a qué frecuencia puede llegar. Lo bueno del undervolting es que suele ser más efectivo a la hora de mejorar la eficiencia de la gráfica, y lo malo es que es bastante más difícil de hacer bien y es más probable provocar inestabilidad en la GPU y reinicios.
Consulta nuestro artículo sobre qué es el underclock y para qué sirve para una explicación a fondo
Entonces, como vemos, el underclock es la alternativa perfecta al undervolting si quieres reducir el consumo pero sin demasiados riesgos. Hay que diferenciar dos tipos de underclock de GPU (lo mismo ocurre con el undervolt):
No parece que tenga mucho sentido hacer underclock de memorias, si estamos buscando una guía de algo más sencillo de hacer. Por tanto, nos centraremos en el underclock del núcleo de la tarjeta gráfica.
El proceso de underclock es algo que podemos hacer en prácticamente cualquier tarjeta gráfica, especialmente si se trata de una tarjeta gráfica dedicada de AMD o NVIDIA. Además, el proceso es el mismo: simplemente nos llega con utilizar MSI Afterburner.
Los overclockers (y underclockers, claro) de tarjetas gráficas confían desde hace años en este programa de MSI, que es universal y funciona realmente bien. La clave está en que nos permite monitorizar y modificar muchos parámetros de la tarjeta gráfica para ver si lo que hacemos está dando resultado o no.
Por tanto, lo primero que debemos hacer es descargar Afterburner desde la web oficial de MSI e instalarlo. MSI es uno de los ensambladores de tarjetas gráficas más conocidos, por lo que el programa es muy confiable. Como decimos, no es necesario tener una gráfica de un fabricante concreto (AMD o NVIDIA) y tampoco tiene que ser de MSI, ni mucho menos.
Una vez instalado, nos encontraremos con un panel de control con toda la información de los sensores de la tarjeta gráfica, y una serie de controles, entre los que se encuentra el del underclock. No vamos a seleccionar una frecuencia de reloj concreta, ya que esta dependerá de cada momento, sino que vamos a establecer un offset.
Es decir, la tarjeta gráfica establece la frecuencia máxima posible, y nosotros le diremos que la reduzca en una cantidad concreta. Si la GPU decide funcionar a 1000MHz, y nosotros establecemos -100MHz de underclock en Afterburner, funcionará a 900MHz.
Pues bien, es el momento de establecer el underclock que queremos. Debes reducir el core clock para ello. El memory clock es el reloj de la memoria, y tal y como explicamos antes no lo recomendamos, al menos a priori.
¿Y cuánto lo bajamos? Podemos partir de algo muy pequeño (por ejemplo -10MHz) o entrar palabras mayores (-100MHz, -200MHz…), es cuestión de probar. Como referencia, podríamos hablar de una reducción del 20% en la frecuencia, que en una GPU que alcanza 1000MHz serían 200MHz.. Una vez finalices, pulsa en el botón de establecer los cambios.
Está claro que hacer underclock puede tener un impacto negativo en el rendimiento bastante notable, ya que estamos limitando las capacidades de la tarjeta gráfica de llegar a una frecuencia de reloj concreta. Por tanto, es recomendable buscar una forma de analizar los resultados del proceso. Nosotros te vamos a enseñar tres maneras:
Las tres opciones son muy interesantes. La primera nos sirve para analizar el impacto en rendimiento de manera fácil. Si usamos un benchmark severo como FurMark, entonces lo que veremos más bien es el impacto en las temperaturas y el consumo energético, para ver si lo hemos mejorado. Y, en el tercer caso, veremos cómo nos impacta en una situación real, del día a día.
Para ello, lo que debes hacer es aprovechar las posibilidades de monitorización de Afterburner, y hacer mediciones con estos tres métodos antes de hacer el underclock, y luego hacerlo después.
Si el rendimiento ha caído demasiado, modera el underclock. Y si está bien pero no has reducido la temperatura/consumo como querías, haz más severo el underclock. En nuestro artículo sobre MSI Afterburner y cómo monitorizar temperaturas tienes más detalles sobre cómo hacer esta monitorización.
El underclock es una técnica que puede ayudarnos si buscamos reducir el consumo energético de nuestra tarjeta gráfica, sin la dificultad y el riesgo de inestabilidad del undervolting.
Esta reducción del consumo normalmente implica una bajada del rendimiento, aunque puede evitar efectos nocivos como el thermal throttling, por lo que en ocasiones puede servirnos para jugar con más FPS.
Te recomendamos la lectura de las mejores tarjetas gráficas del mercado.
La clave del underclock está en usar un buen software como MSI Afterburner, y probar distintas combinaciones de reducción de frecuencia del núcleo de la GPU. Gracias a las capacidades de monitorización de ese software, podremos comprobar si el underclock ha sido efectivo.
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