NZXT se diversifica, y esta vez ha elegido el sector de los monitores para tener sus primeros modelos, analizando en este caso el NZXT Canvas 27Q. Se trata de un modelo con panel de 27”, resolución 2K y refresco de 165 Hz, es decir, un producto gaming priorizando la velocidad. Para ello se ha utilizado un panel IPS de buena calidad y amplia conectividad trasera sin renunciar a control desde NZXT CAM y puertos USB-A.
Además, este monitor se puede comprar con o sin soporte, para proporcionar al usuario la máxima modularidad y ahorro de dinero si solamente quiere la pantalla. Adicionalmente dispone de 3 tipos de soportes, el pie de toda la vida y dos brazos telescópicos de uno y dos agarres para setups multipantalla.
Antes de continuar, agradecemos a NZXT su confianza en nosotros por enviarnos este monitor y soportes para su análisis.
El contenido de la caja correspondiente al monitor será:
En cuanto a la caja del soporte de pie encontramos:
Las dos cajas para soportes telescópicos contarán casi con lo mismo, especificando:
Dado que el producto principal es el NZXT Canvas 27Q, vamos a empezar analizando el diseño y construcción primeramente colocado sobre su soporte de escritorio estándar. Un soporte que llega en solo dos partes fácilmente ensamblables mediante un tornillo de rosca manual como es habitual en este tipo de soportes.
El pie sobre el que se sostendrá está fabricado íntegramente en aluminio de gran grosor y sobre una sola pieza tal y como se ve desde arriba y abajo. Su construcción es excelente con acabado rugoso en la zona superior y unas medidas de 275 x 220 mm para ocupar poco sitio en la mesa. Comprobamos que el sistema de unión con el brazo implementa un mecanismo para el giro en orientación vertical.
Pasamos al brazo, el cual nuevamente está construido en aluminio íntegramente salvo el mecanismo hidráulico interno. Aporta un diseño minimalista con el característico agujereado que tienen otros productos de la marca para dejar clara su identidad. Este brazo tiene agujero para pasar cables con enrutador trasero opcional.
Subimos al sistema de soporte para la pantalla el cual será de tipo VESA 100×100 mm con una modificación en su anclaje para hacerlo por acople rápido. Vemos que hay un pulsador en el propio monitor para desencajar este soporte nuevamente. Una bisagra libera el eje para orientación horizontal del NZXT Canvas 27Q. El sistema en su conjunto es bastante robusto, aunque el acoplamiento rápido tiene una muy ligera holgura que hace tambalearse el monitor, aunque no afectará a la experiencia de uso.
Con el monitor ya instalado, vemos una parte delantera bastante típica con marcos ultradelgados, es decir, los justos para sujetar físicamente el panel de imagen en la carcasa. De esta forma los marcos laterales y superior tienen un grosor de 9 mm, mientras que el marco de plástico inferior aumenta a 22 mm. Sobre este último únicamente tenemos el LED de encendido y la insignia de la marca.
El estilo de los marcos y zona trasera nos ha encantado, pues posee un acabado muy suave con tacto sedoso terminando un color mate con caras simples y lisas. Está disponible en colores negro, blanco y la combinación de ambos, una gran noticia para los fieles a la marca, ya que pocos monitores ofrecen dos variantes de color a la venta, tanto de la tapa trasera como el soporte es escritorio. La parte de atrás tiene un agradable ensanchamiento central suavemente curvado, posicionando arriba una rejilla de ventilación y abajo el panel de puertos. No olvidemos el joystick de control para el OSD situado en la esquina inferior derecha.
Antes de ver los brazos telescópicos es necesario repasar la movilidad que nos proporciona el soporte estándar de escritorio, que posiblemente sea la elección estándar para el usuario. El mecanismo hidráulico nos proporciona un ajuste en altura de 120 mm en total, partiendo de una altura mínima de 55 mm para el marco inferior, y alcanzando 175 mm en la posición más elevada.
El soporte cuenta con capacidad de rotación de 90o tanto en sentido horario como al contrario, aunque el monitor no tiene giroscopio para rotar la imagen automáticamente. Seguimos en el mecanismo de sujeción, el cual tiene una bisagra que proporciona un ajuste en orientación horizontal de -5o abajo y 20o arriba. Finalmente el brazo habilita el giro en orientación vertical en 20o a cada lado.
Pasamos ahora a analizar el montaje y funcionamiento de los brazos telescópicos, estando disponibles en versión de uno y dos brazos. La buena noticia a nivel técnico es que ambos parten exactamente del mismo diseño, así que lo único que cambia es el hecho de traer un segundo brazo en la versión doble.
El brazo de NZXT estará formado básicamente por 3 elementos principales, empezando por la mordaza y columna de instalación que colocaremos en la mesa. Fabricada en acero, debemos unir el pie superior en forma de “V” con la pletina de acero en forma de “L” mediante 4 tornillos, y a continuación el sistema de fijación por tornillo roscado. Dispondremos de 3 alturas para éste, ampliando así el rango de agarre para todo tipo de mesas. Tenemos acolchamiento para la zona superior para proteger la superficie del escritorio, pero no en la pinza inferior, la cual sí tiene peligro de rayar o hincarse en la madera si ésta es blanda.
Seguidamente debemos enroscar el tubo de aluminio que actúa como columna de sujeción, donde colocaremos el doble brazo que conectará con el NZXT Canvas 27Q. Cuenta con un amplio rango de ajuste en altura, por supuesto caben dos e incluso tres brazos si aprovechamos toda la extensión del tubo. Un módulo de plástico opcional nos proporciona enrutamiento para los cables.
Pasamos a ver el brazo telescópico, el cual está formado por dos segmentos que se unirán entre sí a través de un tubo para habilitar el giro y poder ajustar la extensión o alcance del mismo. Este sistema de acople lleva una cubierta interior de plástico que evitar el rozamiento entre metales y de paso mejorar el sistema de giro. Para ajustar la dureza tenemos unos pequeños tornillos con cabeza hexagonal integrados. Finalmente el extremo de unión para el monitor es de acero y soporta montajes VESA de 100×100 mm y 75×75 mm. Incluye tornillos de fijación, aunque el monitor ya trae 4 preinstalados y listos para usar.
La ergonomía que nos da el brazo de NZXT consiste en capacidad de inclinación de pantalla entre -20o y 90o (orientación horizontal), giro hasta 90o a cada lado (orientación vertical), pivote de hasta 360o (giro del brazo sobre la columna) y capacidad para monitores de hasta 32 pulgadas y 10 kg. El ajuste en altura máximo será de 315 mm partiendo desde el suelo hasta su máxima altura. Proporciona una inclinación de -30o a 65o y sus mecanismos poseen ajuste de par de tensión mediante tornillos, para de esta forma adaptarlos a monitores de mayor o menor peso. Existen canales de enrutamiento de cables en la parte inferior de los segmentos, consiguiendo así una instalación totalmente limpia.
Si planeamos añadir no solo uno, sino dos monitores, entonces elegiremos el brazo doble, siendo igual, pero añadiendo un segundo brazo con exactamente las mismas posibilidades. Quizás una columna más alta nos proporcionaría un mayor rango de ajuste para incluso colocar dos monitores de 32 pulgadas uno sobre otro, algo que con esta columna en principio no alcanza. Bueno, siempre podremos colocarlos uno al lado del otro, esto sí es perfectamente viable y para lo que está diseñado.
Volvemos nuevamente con el NZXT Canvas 27Q para analizar sus conexiones, estando todas ellas ubicadas en el panel trasero mirando hacia abajo. Encontraremos las siguientes:
Una conectividad variada y polivalente, sobre todo con ese USB-C que vendrá perfecto para conexión en portátiles. Todas las entradas de vídeo soportarán 2K @165 Hz, así que no habrá limitaciones por parte de la interfaz.
En este caso no disponemos de función KVM ni PIP/PBP, más enfocadas en productividad y trabajo, pero que nunca están de más en monitores de nueva generación como este. Los puertos USB-A se utilizan para transferencia de datos o conexión de periféricos estándar, mientras que el USB-B será necesario para conectar el monitor con NZXT CAM.
El NZXT Canvas 27Q es un monitor de 27 pulgadas en formato estándar 16:9 pensado principalmente para gaming aprovechando la potencia de las tarjetas gráficas de nueva generación. Para ello cuenta con un panel LCD IPS de resolución QHD de 2560x1440p, una frecuencia de refresco de 165 Hz y respuesta de 1 ms. Se une por tanto al club de monitores digamos equilibrados, ya que ofrecen una gran calidad de imagen debido a la densidad de píxeles en su tamaño, y potencia para funcionar bien en todo tipo de juegos, incluso reescalado a Full HD.
A las características gaming de partida se le suma la tecnología VRR FreeSync Premium compatible con G-Sync, versión mejorada para monitores con soporte para HDR como éste, optimizando la respuesta y latencia de los píxeles. También contamos con función Overdrive para modificar la respuesta de los píxeles en 3 escalones y así evitar la aparición de ghosting en pantalla. Integra tecnología Flicker-Free para evitar parpadeos, VRR como hemos dicho para evitar el Tearing y filtro de luz azul en varios niveles para proteger nuestra vista.
En relación a funciones avanzadas para gaming tenemos modo MPRT que mejora la nitidez de la imagen en movimiento, ecualizador de negros para exponer dinámicamente las zonas más oscuras del juego sin afectar al resto, y contador de FPS en pantalla. Es compatible con el control de algunas funciones desde el software NZXT CAM, el cual debemos enlazar mediante USB-B.
Vamos a analizar la calibración y el rendimiento del NZXT Canvas 27Q, verificando que se cumplen los parámetros técnicos del fabricante. Para ello utilizaremos el colorímetro X-Rite Colormunki Display, y los programas DisplayCAL 3 y HCFR.
Vamos con una prueba de latencia End-to-End para el monitor utilizando el banco de pruebas con Intel Core i9-10850K y Nvidia RTX 3080 Ti y la herramienta LDAT de Nvidia. Usaremos para ello Doom Eternal, en calidad Ultra, resolución nativa y 165 Hz sobre DisplayPort 1.4. Con él se pretende medir la latencia del conjunto completo, desde que hacemos clic en el ratón hasta que los píxeles de pantalla responden al disparo.
La latencia E2E media obtenida se sitúa por debajo de los 30 ms, por lo que estamos hablando de unas medidas medias/altas en la lista que tenemos de pruebas hasta la fecha. Por debajo de los paneles más extremos, pero de los mejores en esta especificación 2K @165 Hz.
Utilizamos las pruebas de Testufo en busca de artefactos como ghosting o desenfoque. Para ello hemos mantenido la configuración por defecto del test Ghosting en cuanto a color y velocidad, realizando fotos siguiendo el movimiento de los ovnis para detectar la posible estela.
De los tres modos Overdrive disponibles, el que mejores resultados nos proporciona es el Fast o intermedio, aunque la diferencia con Normal es prácticamente nula. Es cierto que en el modo más rápido aparece una muy leve estela blanca tras los UFOs, denotando un poco de ghosting, pero en la práctica pasa totalmente desapercibida cuando jugamos. El modo MPRT mejorar bastante la nitidez de imagen en movimiento, aunque aparece una imagen fantasma antes y después de los objetos. En general, muy buenos ajustes de respuesta para este NZXT Canvas 27Q.
En la captura con brillo máximo, fondo negro y ambiente en oscuridad no hemos detectado ningún tipo de fugas de luz en los bordes del panel, así que la construcción, al igual que los demás, cumple con sobresaliente.
Ahora nos ocuparemos de realizar las pruebas básicas que nos den las medidas reales de brillo y contraste del NZXT Canvas 27Q en el modo de imagen Estándar.
| Brillo | Contraste | Valor Gamma | Temperatura de color | Nivel de negros |
| 363 cd/m2 | 1024:1 | 2,07 | 6439 K | 0,3550 cd/m2 |
Las características básicas del monitor cumplen lo prometido con bastante margen en el brillo típico superando los 350 nits, buen contraste o perfecto ajuste de la temperatura de color. La uniformidad de brillo también ha resultado excelente.
Con el modo de imagen estándar hemos obtenido un Delta E medio de 2,46 en este espacio comparándolo con el de referencia instalado en el sistema. Es una cifra cercana a la “perfecta” para tratarse de un monitor gaming sin calibración o verificación de referentes como Pantone. La cobertura de color para este espacio es prácticamente del 100%, con un volumen de gama del 132% que demuestran la gran calidad del panel IPS.
En DCI-P3 la calibración parece que mejora al entregar un Delta E medio de 2,04, con una tabla de valores muy constantes solamente aumentando un poco en los tonos azules. Las gráficas de calibración de HCFR también entran dentro de las tolerancias de referencia, terminando con una cobertura de color del 91% para este espacio, más de la que esperábamos en un principio.
Aunque los resultados de fábrica son muy buenos, hemos llevado a cabo una calibración buscando unos Delta E aún más cercanos a 0 para ver si el panel IPS tiene margen de mejora. Efectivamente así es, consiguiendo unos nuevos valores de 0,46 en sRGB y 1,04 en DCI-P3. No se ha requerido ajuste de temperatura de color al ya estar dentro de la zona verde.
NZXT Canvas 27Q posee un OSD de control muy intuitivo y sencillo de configurar gracias al joystick de 4 direcciones situado en la esquina inferior derecha. Dispondremos de 4 menús rápidos, contraste (izquierda), entrada (derecha), modo de imagen (abajo) y brillo (arriba), los cuales no se podrán modificar.
Pulsando hacia dentro accedemos al OSD, con un primer apartado donde se concentra la mayor parte de las opciones de configuración. Cada modo de imagen habilitará una configuración propia para el resto de opciones, por lo que serán como perfiles de usuario independientes. Como opciones destacadas tendremos ajuste de temperatura de color de 3 ejes, Overdrive de 3 niveles, modo MPRT que podremos usar solo si tenemos FreeSync desactivado, ecualizador de negros o filtro de luz azul.
El siguiente apartado únicamente está dedicado a la configuración del propio OSD, disponible en español. En la sección de otros ajustes tenemos precisamente FreeSync, una opción para desactivar el piloto LED frontal, control de volumen para el puerto Jack o volver a los ajustes de fábrica. El siguiente apartado no reviste importancia, mientras que el último nos hace un resumen de la configuración del monitor en tiempo real.
Pasamos a ver el software NZXT CAM, el cual nos proporciona un panel bastante completo con las opciones importantes del OSD separadas en secciones. Empezamos por los ajustes generales de imagen como contraste, brillo o gamma, así como el tiempo de respuesta del panel. En los ajustes avanzados tenemos temperatura de color y opciones de perfilado de imagen, incluyendo el ecualizador de negros.
Terminamos con FreeSync y el volumen de la salida de audio, aunque en caso de actualización de firmware, también nos aparecerá un aviso al final de la lista de opciones. Esperábamos encontrar aquí punto de mira en pantalla, un panel para ordenar de forma rápida las ventanas en pantalla u otras opciones extras relacionadas con el monitor, pero no es el caso. Buena implementación en general, pero aún faltan detallitos que sí tienen los fabricantes más consumados en el mercado.
Llegamos al final de este análisis donde hemos visto el fantástico estreno de NZXT en el sector de monitores, donde no solo tendremos este Canvas 27Q, sino también una versión Canvas 32Q Curved que esperamos probar muy pronto para ver si está al elevado nivel de su hermano menor.
La marca ha elegido un excelente panel IPS que nos proporciona un buen equilibrio entre prestaciones gaming y calidad de imagen, es la ventaja para estas unidades 2K con 165 Hz. Lo importante viene en los ajustes y optimización, y el trabajo es fantástico al no ver ghosting o parpadeo en pantalla, ni un atisbo de tearing gracias a FreeSync Premium. Los modos Overdrive están muy bien ajustados de fábrica, baja latencia E2E, sin renunciar al útil ecualizador de negros para juegos oscuros o a un contador de FPS.
La calibración y cobertura de color nos han sorprendido positivamente al ser mejores de lo esperado, además tiene capacidad HDR y un modo MPRT útil para mejorar la nitidez de imagen en movimiento. En cuanto a variedad de opciones aún no está al nivel de los modelos top en gaming, al ser un poco básico en el apartado del firmware. Muy sencillo de manejar gracias al joystick, además con integración mediante NZXT CAM para controlar muchos de sus parámetros desde Windows.
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Elemento indispensable será el soporte, y NZXT ha tenido una acertada idea de proporcionarnos monitor y soportes por separado. El modelo de base tradicional nos ha encantado a nivel de diseño, simple pero de gran ergonomía y hecho de aluminio. Las variantes telescópicas serán perfectas para setups de creadores, especialmente el de doble brazo. Fáciles de instalar, con gran movilidad y sin bajar el nivel de calidad en la construcción.
Finalizamos con el apartado de precios para este NZXT Canvas 27Q, que en su versión solo pantalla parte de los 409€, 449€ con soporte de pie, o bien un coste añadido de 169€ para el soporte telescópico simple y 239€ para el doble. Los precios son bastante más elevados que su valor en dólares, y la diferencia de ambos brazos es demasiado grande. Tampoco entendemos por qué el color blanco encarece el producto. Por lo demás, es un monitor que sorprende en calidad y prestaciones por su alto nivel.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| CONSTRUCCIÓN DE CALIDAD Y ESTILO MINIMALISTA | ABULTADO PRECIO EN EUROS PARA NUESTRO TERRITORIO, PRECIO MUY DISPAR ENTRE SOPORTE DE 1 Y 2 BRAZOS |
| CALIDAD DE IMAGEN Y PRESTACIONES DE COLOR MEJORES DE LO ESPERADO | POCAS OPCIONES AVANZADAS A NIVEL DE FIRMWARE Y SIN SONIDO INTEGRADO |
| GRAN POTENCIA EN GAMING CON 165 HZ Y 1 MS | |
| BAJA LATENCIA E2E, SIN GHOSTING | |
| SOPORTES DE GRAN CALIDAD Y ELEVADA ERGONOMÍA | |
| SE PUEDE COMPRAR CADA ELEMENTO INDIVIDUAL MENTE |
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de platino:
El NZXT Canvas 27Q es el estreno de la marca en el sector de monitores gaming, y lo hace fenomenalmente con un panel IPS, 165 Hz con 3 tipo de soportes opcionales
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