Si te preguntas cómo elegir placa base y procesador acordes para tus necesidades y que «se lleven bien» entre ellos, es decir, que sea una combinación lo más óptima posible, entonces deberías leer este artículo donde te explicamos todo eso de forma sencilla. No olvides que estás eligiendo dos de los centros neurálgicos de tu PC, y por ello son de lo más importante, por lo que deberías saber lo que seleccionas.
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A la hora de elegir una buena placa base, deberías tener en cuenta los siguientes puntos:
El zócalo o socket de la placa base es donde va insertado el microprocesador o CPU, por lo que de él dependerá parte de la compatibilidad y las posibles ampliaciones que se puedan hacer. Nuevamente no se puede comparar entre Intel y AMD, ni tampoco se puede decir que un socket es mejor que otro. Simplemente se han diseñado para funcionar con una determinada CPU. Se podría conversar sobre si es mejor un PGA o un LGA, pero la verdad es que es absurdo dado que no existen las dos opciones para elegir para una misma CPU.
Las ranuras o slots de la memoria principal o RAM son las interfaces donde se inserta la memoria RAM del equipo, y ésta es vital que se comunique con la CPU de la forma más rápida, con la menor latencia y el mayor ancho de banda posible. Busca siempre ranuras de dos colores, o separadas en varios bancos o grupos de ranuras, ya que eso significa que no tienen un solo canal (SC), sino que son Dual-Channel (DC).
Otra de las partes importantes de la placa base son sus ranuras de expansión. Estas ranuras dan la posibilidad de ampliar las capacidades de la placa base mediante tarjetas que se pueden insertar en ellas, como tarjetas de red, tarjetas capturadoras de vídeo, tarjetas gráficas, tarjetas de sonido, tarjetas para agregar más puertos de algún tipo, etc. Pero son especialmente importantes las PCIe, tanto la generación de las mismas, mejor si es lo más nueva posible, y la cantidad de carriles (8x, 16x) para el rendimiento y la compatibilidad con las tarjetas de expansión elegidas. Por ejemplo, una PCI Express 4.0 tiene 16 GT/s, llegando a 1,969 GB/s x1 carril, y hasta 31,508 GB/s con x16 carriles. La PCI Express 5.0 en cambio aumenta a los 3,938 GB/s por carril y 32 GT/s, alcanzando hasta 63,015 GB/s de transferencia para x16 carriles.
El conector de alimentación dependerá del factor de forma de la placa base. Por ejemplo, puede ser ATX, EATX, etc., y de ello también dependerá la compatibilidad con la fuente de alimentación, que debería ser acorde con la placa base elegida y con la alimentación adicional de la tarjeta gráfica (si es requerida).
Los puertos o conectores de la placa base pueden ser:
Junto con el socket, es otro de los elementos que influyen en la compatibilidad de la plataforma y en la forma de trabajar que ésta tiene. Simplemente se trataría de elegir el chipset compatible con el tipo de CPU que vas a seleccionar.
El firmware de la placa base también es importante, aunque lo he dejado para el último porque muchas placas base han tomado AMI APTIO como el firmware que integran (a pesar de que le hayan puesto capas de GUI para personalizarla), lo que es algo muy positivo. Por tanto, no vas a encontrar diferencias entre las nuevas placas base de marcas conocidas.
En el caso de la elección del procesador, para poder elegir uno de los mejores tienes que atender estos otros puntos:
Es lo más importante en lo que te tienes que fijar. Algunos solo le dan importancia a la frecuencia de reloj o al número de núcleos, pero lo cierto es que una microarquitectura más avanzada podría rendir más que una microarquitectura anterior aunque tuviese menos cantidad de núcleos y menos frecuencia de reloj. Ya deberías conocer cómo reconocer la generación de la arquitectura de una CPU, y también que no puedes comparar generaciones entre Intel y AMD, ya que AMD ha comenzado más tarde a usar la nomenclatura de las generaciones, por lo que una 2º Gen no equivale a una 2ºGen del otro (AMD Zen 4 = Intel Raptor Lake).
Por otro lado, también es importante fijarse en la frecuencia de reloj, ya que de ella dependerá el rendimiento en algún que otro software que no aprovecha demasiado bien el paralelismo y se basa en el rendimiento single-core. A mayor frecuencia, las tareas simples y comunes se ejecutarán más rápido.
Lo siguiente en lo que te debes fijar es en el número de núcleos. Mientras más núcleos mayor rendimiento multinúcleo, evidentemente. Y eso significará que aquel software que puede aprovechar bien el paralelismo a nivel de núcleo o de threads rinda mejor
El SMT (Simultaneous MultiThreading) es una tecnología que desdobla un núcleo físico en varios lógicos, y cada uno se puede encargar de ejecutar un hilo o thread de forma simultánea. En el caso de los chips de Intel y AMD, este SMT es 2-way, es decir, cada núcleo puede llevar 2 threads en paralelo. Ya sabes que algunos software pueden dividir sus procesos en varios hilos, por lo que se podrían procesar en paralelo. Eso sí, recuerda que Intel ha registrado una marca para su tecnología SMT y él lo llama HT o HyperThreading, pero es eso mismo…
El ancho de banda es también muy importante en cuando al rendimiento, pero quizás sea el gran olvidado en el que casi nadie se para a pensar a la hora de elegir un chip. Especialmente los canales que comunican la memoria RAM con la CPU (eso sí, no te obsesiones por un Quad-Chanel, con un Dual-Chanel es suficiente para uso doméstico). Pero también los carriles PCIe que suelen tener las nuevas unidades de Intel y AMD para acelerar las transferencias de dispositivos como las tarjetas gráficas, los SSD, etc.
Es importante, sí. De hecho es importantísima. Pero esto va acorde con la microarquitectura y cómo sea el concepto de la CPU y del tipo de caché. Algunos procesadores con más memoria caché pueden rendir menos y otros con menos memoria caché rendir más. Ahora bien, en igualdad de condiciones, por ejemplo dentro de una misma microarquitectura, siempre mejor más memoria caché.
Los microprocesadores se construyen en torno a una ISA (Instruction Set Arquitectura), una vez diseñada dicha ISA, se implementa una microarquitectura que pueda ejecutar dicha ISA, generando la electrónica necesaria para ello. La ISA AMD64 (a la que Intel llama EM64-T) o x86-64, han agregado miles de nuevas instrucciones con sus repertorios MMX, SSE, 3D Now!, XOP, AVX, FMA, etc. Todos ellos pensados para acelerar la ejecución del software, aunque solo si está optimizado para aprovecharlo.
TDP son las siglas de Thermal Design Power o potencia de diseño térmico, es decir, la cantidad máxima de potencia permitida para el chip. Es un factor clave a la hora de elegir una refrigeración, ya que dicho sistema de enfriamiento debe estar diseñado para soportar el TDP de nuestro sistema, de lo contrario podríamos tener problemas de sobretemperatura, reinicios incómodos, throttling, etc. Por este motivo, mientras menor sea, mejor.
A veces existen dudas sobre qué marca de placa base es mejor para Intel o AMD, pero lo cierto es que no importa tanto la marca como otras características detalladas anteriormente. Las marcas ASUS, Asrock, MSI, y Gigabyte dan buenos resultados tanto para una plataforma como para la otra, y no existen enormes diferencias entre ellas.
Eso sí, si deseas un equipo con una buena fiabilidad, durabilidad y la última tecnología, entonces te recomendaría la opción ASUS, que nunca fallas. No obstante, la fiabilidad y durabilidad de una placa base depende de algunos factores como:
Con esto ya deberías poder elegir placa base y procesador por ti mismo y saber que vas a acertar en la compra. Ahora todo está en tus manos ¿cuál elegirás finalmente?
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