La nueva Thermaltake Toughpower GF1 850W Snow es una fuente de alimentación destinada a equipos con un set-up donde predomine el color blanco. Aparte de eso, nos promete una gran calidad con su certificado 80 Plus Gold y sus 10 años de garantía, y un funcionamiento muy silencioso.
Por suerte, hoy tenemos esta fuente con nosotros para analizarla a fondo, por dentro y por fuera. ¿Cumplirá con nuestras exigencias? ¡Vamos a verlo!
Agradecemos a Thermaltake la confianza depositada al enviarnos este producto para su análisis.
Esto realmente la convierte en una fuente más vistosa estéticamente y, aunque las fotos no lo reflejen a la perfección, es un blanco muy conseguido, tanto en el chasis como en las pegatinas. Quien quiera una fuente blanca, seguramente disfrute mucho este diseño.
El tono de blanco es muy similar al de la fuente en sí, por lo que también está bien conseguido. Como siempre, las fotos no reflejan lo bien que se ve el cableado, mea culpa.
En cuanto al tipo de cables, no nos proporcionan cables 100% planos, que es lo usual. En cambio, los cables principales son mallados (ATX, CPU, PCIe), y los SATA y Molex son planos. ¿Cuáles prefieres, mallados o planos? Es una cuestión 100% personal.
Lo único «criticable» es que todos los SATA están en tiras de 3. Si hubiese una tira de 4, tendríamos un cable de 1.05 metros (en vez de 80cm) que serviría para el montaje más extremo en la caja más grande posible. Aun así, con 80cm tenemos de sobra.
Vamos a revisar el interior de esta fuente de alimentación, para ello retiraremos sus tornillos laterales y superiores. Esto incluye dañar la pegatina de garantía, ya que abrir la fuente significa invalidar por completo su garantía.
Es por eso que no te recomendamos que abras la fuente nunca, o perderás los magníficos 10 años de garantía que proporciona. Además, abrir una fuente acarrea riesgos de electrocución, incluso cuando está apagada.
Para que la fuente sea de calidad, su plataforma tiene que ser buena. Una plataforma es un «diseño base» proporcionado por el fabricante a las marcas. La Thermaltake Toughpower GF1 850W Snow usa la plataforma denominada «GPR». Esto es bueno por dos motivos:
Vamos a seguir concretando, y ver cómo de buena es la calidad interna.
El ventilador de esta Thermaltake Toughpower GF1 850W es un TT-1425 de la propia marca, pero como es de costumbre está fabricado por Hong Sheng. Es el mismo que vimos en la GF1 normal, y que tan buenas impresiones nos dio en cuanto a sonoridad.
Afortunadamente, Cybenetics ha hecho las pruebas correspondientes a la versión «normal» de la Thermaltake Toughpower GF1 850W Snow, que ya hemos podido ver que ambas hacen uso de exactamente el mismo diseño interno. Por tanto, podemos usar las extensas pruebas de Cybenetics para realizar este análisis.
Como siempre, te recordamos que Cybenetics es la certificación alternativa a 80 Plus, y no solo es un certificado mucho más exigente y riguroso, sino que publican todo tipo de pruebas de rendimiento en las fuentes que analizan. Por ello, agradecemos que hagan públicos los datos de esta fuente Thermaltake.
Puedes consultar en qué consisten todas las pruebas que te vamos a enseñar en nuestro artículo sobre Cybenetics. Además, te proporcionamos el enlace al informe oficial de la GF1 850W.
Recordemos: Thermaltake nos prometía una regulación de voltajes con desviación inferior al 2% en todos los casos. Por suerte, en los raíles menores es de menos del 0.5% para 5V y 3.3V, y de solo 1.6% para 5VSB (Standby). ¡Genial!
En el raíl de 12V, cumplen la promesa con creces: ¡solo un 0.47% de desviación es magnífico! Nos habríamos conformado incluso con el 2% prometido por Thermaltake.
En cuanto al rizado, la promesa para todos los raíles es de hasta 30mV. Parece que Cybenetics tiene una anomalía en sus mediciones y «sin más» al 80% de carga se acercan un poco a 30mV, pero los valores están perfectamente.
Donde nos quedamos boquiabiertos es en el raíl de 12V, donde la desviación parte de solo 2.7mV, esto es una corriente continua casi perfecta. Luego, apenas maneja valores de entre 8 y 11 mV, hasta que se queda en los 14.0mV de máximo al 110% de carga, es decir, con la fuente trabajando por encima de sus especificaciones.
Esto es una bendición para los VRM de la placa base y de la tarjeta gráfica, que estarán muy cómodos al recibir una energía tan sumamente limpia.
Thermaltake y CWT también han ajustado bien el hold-up time, que es el tiempo que aguanta la fuente una vez cortamos la corriente. 20ms está por encima del estándar requerido, y la señal PWR_OK salta a tiempo para que la placa base lo apague todo con seguridad en caso de un corte de energía.
Esta fuente consigue el certificado Cybenetics GOLD bajo un voltaje de 230V (el europeo), e incluso alcanza el nivel Platinum a 115V de voltaje (EEUU y parte de Latinoamérica). Los valores son geniales y la eficiencia a cargas bajas es bastante alta.
Bajo condiciones duras (temperatura ambiente alta), el ventilador se enciende apenas al 20% de carga, pero a una baja velocidad que hace a la fuente muy silenciosa. A partir del 50%, la sonoridad crece bastante.
Por suerte, con una temperatura ambiente más normal (alrededor de 30 grados) esa escalada de velocidad es mucho menos acusada. La fuente se mantiene silenciosa hasta los 400W de carga, y no hace mucho ruido hasta los 700W aproximadamente.
Eso está bastante bien, de ahí el certificado Cybenetics LAMBDA A- obtenido.
Una de las mejores características que encontramos en esta Thermaltake Toughpower GF1 850W Snow es su modo semi-pasivo. Este funciona muy bien, ya que tiene un funcionamiento equivalente al de las fuentes de alimentación digitales.
¿Por qué? Pues porque cuando el ventilador se enciende, tarda más de la cuenta en apagarse. ¿Esto no es malo? No, todo lo contrario, es como debe suceder. Imagínate que estás en un juego, donde la fuente estará subiendo y bajando de carga constantemente, y por tanto subiendo y bajando de temperatura. Se podría dar la situación de que el ventilador de la fuente se encienda y apague constantemente, dañándolo. La Thermaltake Toughpower GF1 850W Snow evita este dañino efecto.
La marca ha decidido mantener la excelente calidad interna de esta gama de fuentes, gracias al magnífico diseño interno de CWT, pasándole una mano de pintura en blanco tanto al chasis de la fuente como a los cables, lo que deja una estética fenomenal. La combinación de calidad interior y exterior hace de esta GF1 una opción excelente para setups en donde predomine el blanco.
A la estética y los componentes internos debemos sumarle una buena distribución del cableado, 10 años de garantía del fabricante, un funcionamiento silencioso y unas métricas de eficiencia y rendimiento eléctrico sensacionales. Se gana con creces los certificados Cybenetics GOLD de eficiencia y LAMBDA A- de sonoridad.
El precio de esta fuente de alimentación en tiendas parte de los 143 euros para el modelo de 650W, hasta los 180€ del de 850W. Es evidente que la calidad se paga, pero la verdad es que a estos precios empieza a competir con la liga de las fuentes de gama más alta, y no con las «gamas gold», que se pueden ver en el mercado por unos euros menos. Para setups donde predomine la estética pero sin perder de vista la calidad, es totalmente recomendable. Para cualquier setup, todo dependerá del precio final, que esperemos que baje pronto.
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