Una fuente de alimentación regulable o fuente de laboratorio tiene muchísimos usos en el ámbito de la informática y la ciencia. En este artículo, vamos a darte todas las claves sobre este desconocido componente.
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La principal característica de una fuente de alimentación, como las que usamos en nuestros ordenadores, consiste en la capacidad de transformar y rectificar la corriente alterna de nuestros hogares, para que pase a ser una corriente continua de voltaje inferior.
Para ponernos en contexto, vamos a definir algunos de los conceptos usados en esta definición genérica de fuente de alimentación. Luego, entraremos en el terreno de las regulables.
Sobre estos dos primeros puntos, lo que tenemos que entender es que una fuente de alimentación pasa de corriente alterna a corriente continua, ya que esta última es la que necesitan los componentes electrónicos.
Ese sería el proceso simplificado, en la práctica se usan fuentes de alimentación conmutadas (SMPS) que son mejores y más eficientes, pero más difíciles de entender.
Podemos dar una analogía para entender qué son el voltaje y la corriente. En una tubería de agua (equivalente a un cable), el voltaje sería equivalente a la presión hidráulica, y la corriente equivaldría al caudal hidráulico.
En casi cualquier fuente de alimentación regulable, encontraremos dos pantallas, una con un valor en Voltios (V) y otra con un valor en Amperios (A). Estos cambiarán en función de lo que hagamos sobre los cursores giratorios que podremos encontrar para variar el voltaje y el amperaje.
La regulación de voltaje nos proporciona versatilidad, porque significa que podremos probar la fuente con cualquier cosa, y la limitación de corriente nos da seguridad, porque evitará dañar o romper componentes, incluso nos ayuda a que un cortocircuito no sea catastrófico.
También es un modo seguro porque, si por ejemplo provocamos un cortocircuito, el voltaje pasará a ser 0.
Así que, recuerda que solemos disponer del modo CC y el modo CV.
En todo momento, podremos ver lo que está pasando gracias a la pantalla o pantallas, que mostrarán el voltaje, amperaje y el modo de funcionamiento actual (CC / CV).
¿Y cómo se conectan los componentes eléctricos a una fuente regulable? En general, cuenta con 3 salidas (Positivo, Negativo y una salida a la tierra de nuestra red eléctrica), que podemos conectar o desconectar, y en su extremo serán pinzas metálicas.
Como bien decimos, una fuente de alimentación regulable también se conoce como fuente de laboratorio. En cualquier ámbito científico en el que se prueben componentes electrónicos, va a haber una fuente de alimentación así.
¿Te imaginas ser un ingeniero eléctrico y tener una montaña de fuentes o cargadores para cada uno de los circuitos y componentes que pruebas? Evidentemente, es mucho más práctico tener una única fuente a la que puedes variar el voltaje o la corriente para hacer pruebas en todo.
Por tanto, las fuentes regulables son un componente imprescindible de cualquier laboratorio de electrónica, combinado con muchas otras:
Los usos de estas fuentes son innumerables. Por ejemplo, en Profesional Review usamos muchas veces una fuente regulable «casera» para probar los ventiladores de las fuentes de alimentación de PC que analizamos, y comprobar cómo gira el ventilador en función del voltaje aplicado.
Debes saber que en el mercado hay muchas fuentes de alimentación regulables disponibles, por un precio que ronda los 50 euros para los modelos básicos, 100-150 para modelos intermedios e incluso podemos verlas por más de 1000 euros para fuentes regulables profesionales.
¿En qué nos debemos fijar a la hora de elegir una fuente regulable? Pues bien:
Debemos tener en cuenta también que si elegimos modelos muy baratos podrían proporcionar una corriente más «sucia» de lo normal, es decir, con un rizado alto. Esto es algo que podrás comprobar si en tu laboratorio dispones de un osciloscopio, pero no suele ser un problema.
Última actualización el 2024-11-24
(Los multímetros de UNI-T suelen estar recomendados por expertos debido a su relación calidad-precio)
Otra cuestión importante es la precisión del voltaje. Tener un multímetro, aunque sea uno básico como el que te recomendamoso arriba, es absolutamente necesario para verificar que la fuente está entregando el voltaje que indica y evitar problemas.
Última actualización el 2024-11-24
Dicho esto, un ejemplo de fuente de alimentación de laboratorio para usos básicos es esta Eventek que podemos encontrar en Amazon por 55€ (versión de 0-5A) o 70€ (versión de 0-10A). En ambos casos llega hasta los 30V.
Última actualización el 2024-11-24
Si necesitas robustez, precisión y fiabilidad, RIGOL proporciona sus fuentes DP800 de 195W, ten en cuenta que se trata de fuentes lineales en vez de fuentes conmutadas. Todos usamos fuentes conmutadas por eficiencia y precio, pero las lineales regulan con más precisión el voltaje: hablamos de diferencias de 10mV y 10mA en esta fuente de Rigol, así que está destinada a un público muy de nicho.
Si no quieres gastar dinero en una fuente de alimentación regulable, puedes construir la tuya propia en casa, aprovechando una fuente de alimentación de ordenador o incluso un cargador.
Te presentamos dos opciones, pero ten en cuenta que trabajar con electricidad no es un chiste, ya que las fuentes siempre tienen una parte expuesta a la red eléctrica de casa, que si tocamos sin protección nos electrocutarán, lo cual es un riesgo para la vida.
La forma más sencilla de construir una fuente de laboratorio es aprovechar los múltiples voltajes que se proporcionan en una fuente de ordenador. En general, se trata de 12V, 5V, 3.3V y -12V.
Así, podemos hacer diversas combinaciones interesantes. Además de la salida de 12V, 5V, 3.3V y -12V, podemos cambiar el negativo a nuestro antojo y formar nuevos voltajes: por ejemplo, si conectamos 12V en el positivo y 5V en el negativo, tendremos 7V (12-7). O si tenemos 12V en el positivo y -12V en el negativo, tendremos 24V.
En resumen, no hagas esto si no tienes conocimientos de electrónica o si necesitas la fuente para un entorno fiable. Nosotros no lo aconsejamos. Lo mejor es comprar una fuente de laboratorio y olvidarse de problemas.
Una forma mucho más sofisticada de hacer una fuente de alimentación de laboratorio es comprar un buck-boost converter.
Los buck-boost converters son conversores DC-DC, esto es, tienen como entrada corriente continua y también como salida, pero en el proceso regulan el voltaje de manera eficiente y precisa. También son muy baratos.
Así, no tendríamos que usar los voltajes fijos de una fuente de alimentación de PC, además de que podríamos usarlo con un cargador de móvil o de portátil, o una fuente de alimentación de 12V. Como siempre, con las precauciones necesarias y siempre con conocimientos suficientes.
El vídeo de arriba nos muestra cómo hacerlo de una manera muy intuitiva e interesante, échale un ojo.
Te recomendamos la lectura de las mejores fuentes de alimentación del mercado para PC.
Con esto finaliza nuestro artículo sobre fuentes de alimentación de laboratorio, esperamos que hayas entendido todos los conceptos de electricidad asociados, en caso contrario puedes dejar un comentario para que te lo aclaremos. ¡Gracias por leernos!
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