Las opciones a la hora de comprar un nuevo equipo son cada vez más variadas. En la actualidad es posible acudir a tiendas físicas, a plataformas en línea o a aplicaciones de segunda mano. En todos estos canales es posible encontrar productos nuevos. Pero, ¿es posible saber si un ordenador o un portátil es usado? En según que circunstancias te resultará necesario realizar una inspección en profundidad del equipo para saberlo.
No es extraño que algunos productos etiquetados como nuevos procedan de devoluciones, sean reacondicionados o, directamente, un portátil de segunda mano. Comprendemos que adquirir un nuevo equipo supone para la gran mayoría efectuar una gran inversión. Hemos redactado esta guía para ayudarte a identificar si un ordenador o un portátil es usado. Tan solo así podrás tomar las medidas oportunas y ejercer tus derechos como consumidor.
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Lo primero en lo que debes fijarte antes de comprar un ordenador o cualquier otro producto es el estado que declara el comercio. En la ficha del equipo debería indicar si es nuevo, de exposición, de segunda mano o reacondicionado. ¿Qué diferencia hay?
En un mundo ideal, todos los comercios deberían informar sobre el origen de sus productos. Pero lo cierto es que no siempre es así. Entonces, ¿cómo detectar si un ordenador o un portátil es usado? Veamos.
Si tienes dudas con respecto al ordenador que acabas de comprar, sin importar si es una tienda en línea o física, y crees que no es nuevo del todo, sigue estos pasos.
Los productos de segunda mano, reacondicionados o que procedan de devoluciones, en ocasiones han sido embalados de nuevo. Claro, no siempre se logra que el aspecto sea el mismo que presenta cuando el artículo acaba de salir de la fábrica. ¿Los cables vienen bien enrollados o situados dentro del paquete? ¿Los envoltorios de plásticos están arrugados? ¿La documentación del equipo se encuentra en su sitio?
Otra manera de detectar si un ordenador o un portátil es de segunda mano es fijarse en las posibles marcas que pueda tener. Comprueba todo el cuerpo del equipo y trata de localizar rayadas, abolladuras y otros desperfectos. Por pequeños que sean, es posible que sean indicativos de que el producto tuvo una vida anterior.
No todo el polvo o suciedad es tan fácil de retirar de un producto de segunda mano. Echa un vistazo a las ranuras de los altavoces o del ventilador para tratar de localizar pelusas y otros elementos parecidos. Principalmente, fíjate en aquellos rincones en los que creas que es más fácil que se acumule la suciedad.
El número de serie dice muchas cosas sobre el equipo. La mayoría de los fabricantes te permiten rastrear el origen del ordenador y saber, entre otras cosas, la fecha de fabricación. Estos datos son determinantes a la hora de saber si un artículo es nuevo o no.
Incluso cuando se ha formateado, un disco duro presenta signos de haber sido utilizado con anterioridad. En esta guía te explicamos cuáles son algunas utilidades para comprobar el estado de este componente.
La batería es otro de los elementos que podría actuar como delator de que un equipo no es nuevo por completo. Aquí te explicamos cómo conocer la salud de la batería en un portátil. Los trucos mencionados en la publicación que enlazamos te permitirán descubrir si el equipo es usado o no. Como es evidente, una autonomía demasiado baja también es un indicativo de que algo no marcha bien en tu nuevo equipo.
Otro indicador de que un ordenador o un portátil es usado son los defectos en la pantalla. Antes de nada, cerciórate de que viene cubierta con el correspondiente protector. Echa un vistazo a la superficie en busca de posibles desperfectos o huellas. Por otro lado, si encuentras píxeles muertos, deberías solicitar una devolución inmediatamente.
Tal y como has podido ver en este artículo, hay muchas formas de conocer el verdadero estado de un producto, ya sea un ordenador o un portátil usado o cualquier otro dispositivo electrónico. Ahora bien, ¿qué debes hacer si descubres que te han vendido un artículo que no es nuevo?
Primero de todo, revisa si el distribuidor indicaba el estado del equipo en la ficha. No es extraño pasar por alto esta información al comprar. Si, a pesar de estar informado del estado, la compra no te convence, recuerda que puedes devolver un artículo sin dar explicaciones en un plazo de 14 días. En el caso de que hayas abierto el producto pasado ese periodo de tiempo y crees que se han vulnerado tus derechos, dirígete a la oficina del consumidor competente dependiendo del lugar en el que vives.
Finalmente, cuando la compra se ha realizado entre particulares, deberás apelar a la buena voluntad del vendedor para que acepte la devolución. Aunque es posible hacer reclamaciones en este tipo de transacciones, el proceso es mucho más complicado.
Y a ti, ¿te han vendido alguna vez un producto usado declarando que era nuevo? ¿Qué hiciste en ese caso? Déjanos tu experiencia en los comentarios. Es posible que sea de ayuda para el resto de la comunidad.
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