Discos duros y SSD

Cuál disco duro externo es el mejor, claves para elegir

Un disco duro externo es un complemento bastante práctico para poder realizar copias de seguridad de tus archivos, para llevar los datos que necesites allá donde vayas, o simplemente como un desahogo para liberar espacio de tu disco duro interno. Sea como sea, elegir el más adecuado según las necesidades de cada uno no es tarea fácil, aunque después de este tutorial lo será…

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Claves para elegir el disco duro externo que mejor se adapte a tus necesidades

A la hora de elegir el mejor disco duro externo, se deberían tener en cuenta algunos parámetros que no solo te llevarán a comprar un producto de calidad, sino también a conseguir el modelo que mejor se adapte a tus necesidades:

¿Para qué lo utilizaré? Tener clara la respuesta a esta pregunta es fundamental, ya que de ello dependerá el tipo y características del disco duro externo que vas a necesitar (gaming, backups,…). Es decir, todos los siguientes puntos van a depender de tu respuesta. Cada usuario tiene necesidades particulares, y no cualquier modelo vale para satisfacer todos los casos. Recuerda que muchas marcas poseen diferentes series y modelos para cada tipo de usuario, satisfaciendo así las necesidades de todos.
¿Qué presupuesto poseo? Otra de las preguntas esenciales que debes hacerte tras tener muy claro los fines para los que usarás tu disco duro externo. De poco sirven los demás puntos si no puedes permitirte pagar por un disco duro con esas características. Lo que debes hacer es marcar un rango de precios (min y max) y todos los modelos que entren en tu rango los podrás analizar para determinar el más óptimo según tu caso.
Capacidad: la capacidad del disco duro es también clave. No necesitará la misma capacidad un usuario que desea hacer copias de seguridad incremental o diferencial que otros que simplemente desean usar el disco duro como un gran almacén para guardar contenido pesado como el multimedia de alta calidad, bases de datos, etc., ni tampoco es lo mismo el que lo quiere simplemente para documentos que debe llevar de un lugar a otro. Por otro lado, te recomiendo comprar siempre un disco duro externo con capacidad superior a tus expectativas de almacenamiento, ya que SIEMPRE se quedan pequeños.
SSD vs HDD: existen discos duros externos de tipo magnético-mecánico y de estado sólido, cada uno con sus ventajas y desventajas.
- SSD: para los más exigentes, ya que los accesos a los datos (lectura y escritura) son muchísimo más rápidos que los HDD. También consumen menos, son más fiables ante caídas o golpes, se calientan menos, son silenciosos, suelen ser más compactos, y no se ven afectados por fuentes magnéticas fuertes.
- HDD: para los que buscan grandes capacidades a un precio más ajustado. Otro aspecto positivo de estos discos duros es que cuando se rompen, se podría recuperar los datos en centros de recuperación especializados, mientras en un SSD no es posible.
Velocidad de transferencia: la velocidad de transferencia depende de la interfaz interna del disco duro (SATA3, PCIe) y de la interfaz de conexión externa (USB 2.0, eSATA, USB3.0, Thunderbolt,…). Siempre va a estar limitada a la más lenta de ellas. Mientras mayor sea la velocidad de transferencia (medida en MB/s) antes se pasarán los datos desde o hacia el disco duro.
Interfaz interna y externa: esto puede que no sea tan importante en principio, pero sí lo es más allá de la velocidad de transferencia citada en el punto anterior. Muchos discos duros externos, si se estropea la PCB de su carcasa original pueden ser extraídos y puestos en otra carcasa para que pueda seguir funcionando. De la interfaz interna dependerá la compatibilidad o el tipo de carcasa que necesitas comprar. Por otro lado, de la interfaz externa también dependerá que dispongas de puertos compatibles o no. Ten en cuenta que los puertos USB de nuevas versiones y generaciones son retrocompatibles. Por ejemplo, un USB-A 3.0 es compatible con puertos USB 2.0 o anteriores, pero nuevamente la velocidad de transferencia estará limitada por el más lento de los dos.
Portabilidad: algunos discos duros externos están pensados para usarlos en el escritorio, como un medio de almacenamiento estático, por lo que tienen dimensiones y pesos mayores. En cambio, si lo que quieres es un elemento que te puedas llevar fácilmente de un lugar a otro, deberías elegir los más compactos y ligeros. Por ejemplo, elegir mejor 2.5″ en vez de los de 3.5″, y mejor SSD que un HDD.
Material de la carcasa: el material de la carcasa no solo influye en la robustez del disco duro o en el aspecto estético. Lo mejor es elegir carcasas de metal siempre que se de esa opción, como las de aluminio. De esta forma, toda la carcasa se convertirá en un disipador de calor para mantener tu disco duro en temperaturas más adecuadas. Si la carcasa es de plástico, un buen aislante térmico, será más complicado desalojar todo el calor generado en su interior y podría afectar al disco.
Durabilidad y fiabilidad: algunos discos duros externos vienen con protección certificada IPxx para el polvo y las salpicaduras, también los hay con protecciones de goma para absorber la energía de los impactos y así aguantar caídas o golpes. Pero también es importante tener en cuenta el formato y el tamaño para saber si un disco duro aguantará más o menos Gs de impacto. Por ejemplo, mientras más pequeño y menos masa tenga, mejor. Por eso, si vas a elegir uno magnético, lo mejor es 2.5″. Pero lo mejor si quieres una unidad robusta es elegir el SSD, ya que aguanta varios órdenes de magnitud de fuerzas G que un HDD.
Seguridad: a parte de que puedes cifrar el contenido de tu unidad de almacenamiento para que nadie pueda acceder a tus datos sin una clave, también existen discos duros que implementan otras medidas de seguridad built-in, como la posibilidad de usar sistemas de «candados» con contraseña para bloquearlos. Esto sería muy recomendable si lo utilizas para datos sensibles y en entornos donde hay más gente.
Compatibilidad: por supuesto, los discos duros externos tienen una magnífica compatibilidad con multitud de sistemas operativos o plataformas, ya que simplemente dependerá de su interfaz externa. Como la mayoría son USB, será compatibles con casi todos los SS.OO. Sí que hay que tener en cuenta, si lo vas a usar para gaming en videoconsolas, es que algunas series de discos están especialmente diseñadas para ser compatibles con estos dispositivos para gamers. Por otro lado, también se podrían usar para dispositivos móviles Android si éstos soportan USB OTG.
Software incluido: algunas marcas incluyen en el propio disco duro algún software para poder realizar copias de seguridad de forma fácil, para gestionar la unidad de almacenamiento, cifrado, etc. Ten en cuenta que este software, en la inmensa mayoría de los casos solo es compatible con Windows.
Alimentación: los discos duros externos de 3.5″ necesitarán de una fuente de alimentación externa, por lo que también llevan adaptador. Esto es importante, ya que si tienes pensado llevarlos para usarlos en lugares donde no hay enchufes, para conectarlo a un portátil, esas unidades no entrarán dentro de tus posibles modelos a comprar.
Marca: por último, la marca también es importante. Algunas como Samsung, Western Digital (WD), Toshiba, SanDisk, etc., son sinónimo de calidad y buenos resultados. Existen también otras firmas que no fabrican las unidades de almacenamiento externo, sino que simplemente son distribuidoras (Verbatim, Iomega, LaCie,…) y compran las memorias a otras empresas. Asegúrate en esos casos de que la empresa manufacturera es buena.

Cómo sacer el disco duro de un portátil

Modelos de disco duro externo recomendados

Estos son los mejores discos duros externos que puedes elegir actualmente, para que aciertes siempre con la compra: