En esta ocasión analizamos uno de los proyectores más pequeños del mercado, el Asus ZenBeam Latte L1, cuyo nombre hace referencia a su diseño estilo taza de café. Esta pequeña maravilla cuenta con una lámpara DLP LED de 1280x720p y 300 lúmenes, junto a una batería que brindará más de 2 h en modo normal.
Perfecto para disfrutar de series, películas o simplemente música gracias a su conexión Wi-Fi y Bluetooth, sistema basado en Android y puerto HDMI gracias a uno audio Harman/Kardon de 10W que sorprenderá. Incluso tiene almacenamiento interno, aunque no integra Google Play Store. ¿Merece la pena este pequeño proyecto? ¡lo veremos!
Agradecemos a Asus su confianza en nosotros por cedernos este proyector para su análisis.
El Asus ZenBeam Latte L1 nos llega en una coqueta caja de cartón rígido con asa para llevar, que nos recuerda a la de un King Jr. En cuando caso el dispositivo ya viene dentro de una bolsa de transporte de tela junto a sus accesorios, a priori sin ningún molde de cartón separador.
El contenido de la caja será el siguiente:
Es un buen detalle, además de necesario, incluir una bolsa de transporte, la cual está construida en tela sintética y acolchado interior para transportar el proyector de forma segura. Una doble cremallera con apertura diagonal permite abrir y extraer el contenido fácilmente. La cuestión es que no permite almacenar el mando y adaptador de alimentación, así que todavía se podría mejorar.
El Asus ZenBeam Latte L1 lleva parte de su nombre precisamente por el diseño adoptado, siendo básicamente una taza de café clásica, aunque obviamente con unas medidas algo más amplias. Hablamos de tan solo 90 mm de diámetro y 131 mm de alto, por lo que se podrá sostener con la palma de la mano. El peso no es muy superior al de un altavoz Bluetooth con menos de 600 g.
En lo que sería el frontal del Asus ZenBeam Latte L1 tenemos la lámpara de proyección protegida con un cristal y ligeramente hundida hacia dentro para evitar golpes directos si se cae. Debido a que el enfoque es manual, en su parte derecha encontramos una rueda para poder ajustarlo con bastante precisión, integrándose además con una rejilla de entrada de aire.
Nos movemos al lado contrario, donde también se ha colocado una gran rejilla por la cual saldrá el aire caliente y de paso el sonido de sus altavoces integrados, aunque en realidad estos se sitúan orientados hacia atrás.
A continuación iremos a la base del Asus ZenBeam Latte L1 para ver una pequeña pata que permite inclinar el proyector hacia atrás para subir la pantalla de proyección un poco. Además, tenemos un agujero roscado compatible con trípodes o soportes de pared universales, para aumentar las posibilidades de ubicación.
Finalmente en la parte superior encontramos un completo panel de control para el dispositivo en formato circular con botones periféricos para encendido, home, atrás/OSD y modo altavoz Bluetooth. En el anillo interior tendremos los controles de navegación para menús y subir/baja volumen, y en el centro el menú. Todo muy intuitivo y de buena usabilidad.
En la zona trasera es donde encontraremos las conexiones del proyector, aunque sobre ellas no pasa desapercibido el logotipo de Harman/Kardon impreso torcido. Aunque no se vea mucho, desde luego le hace perder puntos en el apartado estético. En la zona media se ha colocado el sensor IR (infrarrojo) para el control por mando a distancia. Lo ideal hubiese sido un control por Bluetooth para no estar tan limitados en posición.
Los puertos en cuestión serán:
Era de esperar la presencia de un puerto HDMI, que soportará una resolución máxima de 1920x1080p, la cual podrá generar digitalmente la lámpara, aunque la nativa será 720p.
También sería útil un puerto USB-C para proporcionar carga y alimentación al proyector en lugar de un Jack, pues estamos obligados a utilizar su propio adaptador. USB 2.0 soporta dispositivos de almacenamiento o periféricos como teclado y ratón según Asus. Otra consecuencia del reducido espacio interior es que solo dispone de salida para auriculares, no para altavoces externos.
La conectividad no llega solo aquí, ya que el Asus ZenBeam Latte L1 integra conectividad Wi-Fi en 802.11 b/g/n/ac en las frecuencias de 2,4 y 5 GHz, así como Bluetooth 5.0. De esta forma soporta proyección de pantalla inalámbrica, aunque solo en Android, ya que en Windows no nos ha sido posible.
El Bluetooth también nos sirve para utilizar el proyector de altavoz portátil, pero no para el control con el mando al ser este IR. Esto limita el rango de cobertura al necesitar enfocar el mando al sensor trasero, y además con poco ángulo de visión, pues no funcionará al lado, ni mucho menos en el frente.
Estamos ante un proyector que utiliza tecnología DLP con lámpara LED para su sistema proyección, ofreciendo una resolución nativa de 1280x720p. Aunque en la entrada soporta como máximo 1080p, siendo capaz de reproducirla digitalmente, aunque con pérdidas de calidad. La vida útil de la lámpara se estima en 30.000 h, lo típico.
Con esta aceptable resolución para el tipo de proyector que es, tenemos una lente de tiro corto capaz de darnos 40” a 1 m de distancia, y hasta 120” con buena nitidez a una distancia de 3,2 m gracias a su proporción 1.2:1. En este apartado la capacidad de apertura es superior a un proyector rival directo recientemente probado como es el BenQ GV30. Pero en este caso no tendremos un sistema de enfoque fijo manual, aunque funciona muy bien y es bastante cómodo.
El brillo de este Asus ZenBeam Latte L1 será de 300 lúmenes, aunque no se especifica si son ANSI o no, pero en la experiencia de uso nos dice que podremos proyectar contenido con buena visibilidad en la luz del atardecer o habitaciones poco iluminadas. Asegura una cobertura de color del 120% en sRGB, y sí que dispone de ajuste trapezoidal automático hasta los ±40o. En el OSD tenemos opciones para cambiar la orientación de la imagen, por ejemplo si lo colocamos en una mesa, o techo, así como varios modos de color y funcionamiento.
Se trata de un proyector portátil, y para ello tenemos una batería de 6.000 mAh integrada, que asegura y cumple una autonomía máxima de 3 h en el modo ECO, y en nuestras pruebas ha dado más de 2 h en modo normal con el brillo al 50% y sonido activado. El consumo máximo es de tan solo 36W, más bajo que el de sus rivales ofreciendo una experiencia similar. El sistema de refrigeración consiste en un ventilador que genera unos 30 dBA, no es muy ruidoso, pero el que genera es bastante agudo y sí que resulta un poco molesto.
Hemos visto que el proyector soporta modo altavoz Bluetooth, pero lo más importante de su sistema de audio es la sorprendentemente buena calidad que tiene. Consiste en un doble altavoz con potencia total de 10W implementado por Harman/Kardon, el cual permite un elevado volumen y claridad, destacando sobre todo en medios pero poca presencia de graves.
Llega el momento de darle vida a este Asus ZenBeam Latte L1 para ver qué nos ofrece, y en primer lugar nos encontramos con un sistema de posicionamiento simple, pero a la vez muy efectivo. Su limitación de inclinación deberá corregirse con situaciones más elevadas, aunque colocándolo en una mesa “normal” ya obtenemos una altura perfecta de la pantalla por encima de sofás o mobiliario.
El sistema de dirección trapezoidal actuará en consecuencia para ajustar la cuadratura de la pantalla, aunque también dispondremos de un apartado en el menú para hacerlo manualmente con mayor precisión. El enfoque con la ruedita será tan certero como lo sea nuestra destreza moviéndola.
Hecho esto, el proyector nos da la bienvenida mostrando directamente el menú OSD, con una serie de accesos directos arriba para los modos de funcionamiento como señal inalámbrica desde un dispositivo Android, iOS, puerto HDMI, modo altavoz y acceso a la tienda Aptoide TV. Sobre la función de altavoz, el altavoz se apagará, dejando tan solo un funcionamiento el sistema de audio, por lo que tendrá una increíble autonomía.
En la sección inferior tenemos el menú de control, selección de modos de audio, conexión Wi-Fi para seleccionar una fuente y lo mismo para el Bluetooth. Situados ya sobre el menú principal, tenemos un total de 4 modos de imagen, y controles típicos para brillo, temperatura de color sin modo personalizado, y selección del color de la pared para adaptar los colores de la proyección. Sobre el brillo, hay que decir que desde el 0% al 100% cambiará mucho la temperatura de color, de ser anaranjado al mínimo a ser azulado al máximo.
En la sección de pantalla tenemos la configuración de posicionamiento y ajuste trapezoidal manual. De serie el modo automático viene desactivado. Pasamos al siguiente, donde hay 3 modos de audio, volumen, y otros ajustes del propio OSD. Desde aquí también accedemos al menú del sistema, y a las actualizaciones. Como últimos apartados tenemos el de Wi-Fi y Bluetooth para agregar una red o emparejar el proyector con un dispositivo, sin más.
El proyector no nos ha permitido actualizar a una nueva versión desde la v1.36 que tenemos, ya que muestra un pantallazo de error en la pantalla debug del Android.
Al tratarse de un sistema con kernel Android, tendremos un menú de ajustes del sistema igual, para seleccionar zona horaria, importante para algunas App, gestión de almacenamiento, reset, etc. ¿Qué falta aquí? Pues la tienda Google Play.
Y es que en este Asus ZenBeam Latte L1 tenemos Aptoide TV, en la que Asus ha confiado para proporcionarnos las aplicaciones de televisión y extensiones más habituales. Desde su lanzamiento hasta ahora lo cierto es que ha mejorado bastante, ya que ahora tenemos una amplia cantidad de App como Netflix, Disney+, Apple TV, Movistar/DAZN, Amazon Prime Video, HBO, etc. Sin embargo todavía tenemos como preferida la tienda de Google al estar siempre a la última en el mercado.
Hemos ajustado el brillo al máximo y mantenido la temperatura en modo cálido por ser donde obtenemos la mejor experiencia visual con el Asus ZenBeam Latte L1. Sorprende lo bien que se ve para su diminuto tamaño, aunque esto no tenga nada que ver con la potencia de la propia lámpara, siempre es una sensación agradable.
Las correcciones de luz para el efecto marco alrededor de la proyección es simplemente perfecta, un efecto que suelen tener muchos proyectores, especialmente los que no son LED. En este caso el rectángulo de imagen es perfecto, lo que nos brinda una mejor sensación de contraste, aunque este a priori no es muy elevado.
El volumen de colores es más bien normalito/bajo, pues no tenemos una lámpara de 30 bits ni tampoco un gran brillo, pero nuevamente, debemos hacer hincapié en que es un proyector portátil y muy pequeño, con un consumo de solo 35W. Estamos muy satisfechos con la buena definición de imagen en diagonales muy amplias, ya que prácticamente estamos utilizando su máxima distancia y capacidad en las capturas de imagen que hemos hecho.
Otra pequeña limitación que tenemos es su frecuencia de refresco de 60 Hz, en definitiva igual que la de una pantalla estándar, pero no es un proyector pensado para juegos. En este caso notamos una calibración de color bastante equilibrada, siendo cada vez mejores las lámparas LED en este apartado donde siempre han entregado colores muy fríos.
El sistema de sonido nos ha sorprendido aún más, pues a pesar de ser un equipo diminuto nos ofrece una muy buena experiencia en películas y otro contenido. El perfil está muy bien calibrado, mostrando un sonido de bastante detalle sin efecto hueco o enlatado. Brillan sobre todo los medios, y a máximo volumen tendremos unos agudos bien controlados. El apartado de graves será el más flojito, aunque se dejan notar a pesar de ser altavoces de muy poco diámetro.
Este proyector de Asus es la máxima expresión de portabilidad, donde su tamaño es casi lo que más nos sorprende al ser no más grande que una jarra, y brindarnos una autonomía superior a las 2 horas sin tener que usar el modo ECO. Esto nos brinda un manejo excelente para llevarlo a viajes, presentaciones en el trabajo, charlas, etc. Un puerto USB-C hubiese completado la versatilidad con cargadores universales y fuente de vídeo.
La calidad de imagen y prestaciones de la lámpara está al nivel de otros modelos de mayor tamaño, siendo muy útil el tiro corto para ganar amplias diagonales y poco espacio. El enfoque manual resulta suficientemente cómodo, el contraste es decente y la calibración de color es muy buena. Incluso el brillo permite usarlo con cierto grado de luz ambiental, pudiendo colocarse en casi cualquier lugar sin apenas esfuerzo.
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Incluye funciones extras interesantes como modo altavoz bluetooth, con sonido potente y claro para proyecciones, aunque poca presencia de graves. La conectividad Wi-Fi dará bastante juego para contenido online, aunque el modo pantalla inalámbrica no funciona con Windows.
Aptoide TV sustituye dignamente a Play Store con Apps para prácticamente todas las plataformas de TV. Aunque un sistema Android con kernel más actual con los servicios de Google sería mucho mejor, la interfaz de control limitada, y un mando IR con poco rango empeoran un poco la experiencia.
Este Asus ZenBeam Latte L1 está disponible por un precio de 400€ en la tienda oficial de Asus y a más de 480€ en Amazon. Es un buen precio para la experiencia de imagen que nos da, teniendo en cuenta que otros rivales como el GV30 de BenQ suben a casi 600€, pero una Android TV y mejorando algunos detallitos como el logo de H/K doblado o mando IR mejorarían más la experiencia de uso.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| TAMAÑO ULTRA COMPACTO, INCLUYE ESTUCHE DE TRANSPORTE | MODO INALÁMBRICO NO COMPATIBLE CON WINDOWS |
| BUENA CALIDAD DE PROYECCIÓN Y BRILLO DECENTE | NO ADMITE CARGA POR USB, AUSENCIA DE USB-C |
| MÁS DE 2 H DE AUTONOMÍA EN MODO NORMAL | UN ANDROID TV REAL MEJORARÍA LA EXPERIENCIA |
| SISTEMA DE AUDIO CLARO Y POTENTE | CONTROL REMOTO IR DE POCO RANGO EN LUGAR DE BT |
| LENTE DE TIRO CORTO HASTA 120” EN BUENA CALIDAD | |
| WI-FI Y BLUETOOTH INTEGRADOS | |
| APPS PARA TELEVISIÓN EN STREAMING DISPONIBLES |
El equipo de profesional review le otorga la medalla de oro y producto recomendado.
Última actualización el 2024-11-21
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